Sin identificaciones visibles de partidos políticos, la explanada del Monumento Nacional a la bandera, se copó este jueves de manifestantes con los más variados reclamos pero con un aglutinante común: su oposición al gobierno nacional.

Rosarinos de todas las edades pero de un mismo estrato social –confirmado por una pancarta que rezaba: “Afip, estás matando la gallinita de los huevos de oro: la clase media”–, acudieron con sus cacerolas e improvisados carteles hechos en casa y se expresaron bajo el pabellón. Desde pacíficos reclamos hasta acalorados insultos, los denominadores comunes fueron  el repudio contra la corrupción, la inseguridad, la inflación, el clientelismo político y la violación a la Constitución.

Entre las estrofas del himno nacional, se escuchaba algún que otro “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. Aparentemente, la edila del PRO, Laura Weskamp, hizo caso de tal consigna porque si bien pasó un rato por el Monumento, no permaneció mucho tiempo allí.

“No somos golpistas, sólo queremos que la Presidenta se ponga a trabajar como corresponde”, aseguró una señora que batía palmas. “Nadie nos paga ni nos reúne, a mí me convoca las ganas de un país distinto, de tener libertad, trabajo para que los jóvenes no estén en la droga”, insistió la mujer mientras blandía un letrero con la inscripción: “No tenemos miedo, no a la re reelección”.

“¡Esto no es ni será Venezuela! Basta de los abusos de poder”, disparó otra manifestante.

“Estamos cansados de que no se respete nada de lo que estudiamos en Abogacía –añadió un alumno de tal carrera– ni la Constitución, ni el sistema republicano, ni el federalismo. Me duele ver que el Ejecutivo avasalle a los demás poderes”. Concedió, por otro lado que pese a lo que algunos digan, no se está viviendo en una dictadura, pero a su entender, esto tampoco es un estado de derecho. “La gente la votó. Pero veo muy mal que quiera volver a ser reelecta. La obligación constitucional del mandante es no volver a presentarse”, afirmó.

“Acá estamos el 46 por ciento de los argentinos que no votamos a Cristina, y no somos gorilas ni golpistas”, agregó otro estudiante. “Nos indigna que nos digan que con seis pesos por día alcanza para comer, el nepotismo, el clientelismo político, la inseguridad”, enfatizó.

Pero no todos eran dardos contra el Gobierno nacional; los familiares de Leandro Zini, el joven asesinado en un asalto en barrio Industrial, hicieron extensivo su reclamos a la administración provincial de Antonio Bonfatti. Lo mismo hicieron la familia de Walter Serra, desaparecido días atrás en el centro de la ciudad, y el padre de Marisol López, una de las cuatro mujeres asesinadas en La Plata este año, y que días atrás fue asaltado en Alberdi.

Para las diez de la noche se produjo la desconcentración, la cual se llevó a cabo sin inconvenientes.

Fuente: Rosario 12

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