José Luis Baella, comisario que fuera ascendido a jefe de Delitos Complejos de la Unidad Regional XV de Coronda durante la gestión de Hugo Tognoli, acaba de ser pasado a disponibilidad por sus vínculos íntimos con el narco Daniel Mendoza, procesado por “producción, fabricación, extracción o preparación de estupefacientes” y “tenencia con fines de comercialización”.

Según se desprende de los expedientes judiciales, el sábado 3 de marzo de este año agentes de la Dirección Provincial de Asuntos Internos se encontraban realizando tareas de vigilancia frente al domicilio de Daniel Francisco Mendoza, quien apenas un par de meses después fue detenido con casi 14 kilos de cocaína y elementos que dejaban en claro que la casa funcionaba como una “cocina”.

Ese día, a las 21.30, los agentes vieron llegar al lugar un Chevrolet Corsa color champagne, con vidrios polarizados y sin patente en la parte trasera. El auto se desplazó a baja velocidad frente al inmueble. A las 21.40 Mendoza salió de su casa y a las 21.45 subió al vehículo por la puerta trasera, del lado del conductor. Quince minutos después, el auto volvió a dejar a Mendoza en su casa. Allí, los agentes pudieron ver el dominio del automotor, ubicado en la parte de adelante: HER 858.

La investigación avanzó y se confirmó que el auto pertenece al parque automotor de la Sección Inteligencia Zona Centro, dependiente de la Dirección General de Prevención y Control de las Adicciones. En ese momento, Baella era Subjefe de esa sección y Jefe de la Sección Patrullas Móviles.

El rodado posee el número interno 3648 y según consta en el libro de guardia de la Dirección, ese 3 de marzo a las 21.00 se registró la salida del “Cro. Baella J.L.”. Es decir que Baella retiró el auto al que, un rato después, subiría Mendoza.

Además, la triangulación de la señal del teléfono celular de Baella confirma que ese día estuvo en la zona del domicilio de Mendoza en ese horario.

Casualidades…

Baella conocía, sin lugar a dudas, la relación de Mendoza con las drogas. Exactamente un año atrás, el 3 de marzo de 2011, cuando se desempeñaba como Sub Comisario a cargo de Patrullas Móviles de la Dirección General de Prevención y Control de las Adicciones, rubricó ante la justicia federal un parte informativo que daba cuenta de “la presunta comercialización de estupefacientes de parte de Daniel Francisco Mendoza bajo la modalidad de delivery”.

“En el transcurso de este fin de semana se realizaron observaciones y diligencias tendientes a determinar el modus operandi de Mendoza y de allí pueden detectarse posibles transacciones de estupefacientes”, declaró Baella en aquella ocasión.

La cronología de algunos hechos es, cuanto menos, curiosa: en junio de este año, durante la gestión del ex Jefe de Policía de la Provincia, Hugo Tognoli, se decidió el ascenso de Baella quien, a partir de ese momento, pasó a ser Jefe de Delitos Complejos de la Unidad Regional XV, de Coronda.

Apenas unos días después, la repartición a la que Baella pertenecía realizó el operativo en el que se allanó la vivienda de Daniel Mendoza, lo que derivó en su detención y el secuestro de aproximadamente 13,6 kilogramos de cocaína.

Además, según consta en la justicia, se secuestraron “una licuadora, 3 botellas de acetona, una botella de éter, una botella de ácido clorhídrico, una botella de hidróxido de amonio, una balanza, una prensa de hierro, una estufa, una lámpara infrarroja, elementos que componen lo que vulgarmente se conoce como cocina”.

Para dejarlo en claro: mientras Baella estuvo en la Dirección General de Prevención y Control de las Adicciones, apuntó a Mendoza como un “delivery” de drogas en una denuncia que, como ampliaremos más adelante, se realizó tras un operativo plagado de irregularidades y parece haber tenido otro objetivo. Mientras, se reunía con Mendoza, pese a estar al tanto de su relación con el narcotráfico. Y tan sólo unos días después de que Baella se alejara de la DGPCA, la policía “encontró” la cocina por la que Mendoza hoy está procesado por la justicia.

Según el escrito del fiscal federal Walter Rodríguez, de la conducta de Baella “se desprende un repetido comportamiento de relevancia jurídico penal, cual es el favorecimiento personal (de Mendoza) a quien ayudó para eludir investigaciones del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal, frustrando el avance de las mismas por omisión del cumplimiento de sus funciones, con evidente ánimo de lucro y dada su condición de funcionario público”.

Para el fiscal, Baella fue “un engranaje”: “Puede sostenerse, en vista a las ganancias exponenciales derivadas del tráfico de drogas -de público y notorio conocimiento-, que los sujetos aquí mencionados no actuaron en soledad ni en forma desarticulada, sino como engranajes de una compleja estructura dinámica y subrepticia, que generó beneficios económicos de dificultosa cuantificación y destino”, afirmó.

Disponible

En ese sentido, el secretario de Seguridad Pública de la provincia, Matías Drivet, confirmó ayer que «tras conocer la investigación judicial y habiendo sido informado de que el comisario Baella había sido indagado por su presunto vínculo con un narcotraficante, nosotros en forma preventiva dictamos su pase a disponibilidad hasta tanto se expida la Justicia».

Fuente: Redacción Santa Fe

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