Gonçálves y José Cholo Budassi, referente de la Mesa de la Memoria San Nicolás. Foto: G Borda

El nieto restituido y único sobreviviente de la Masacre de Juan B. Justo, Manuel Gonçálves Granada, afirmó que la sentencia que se conocerá este jueves por el crimen de su madre y otras diez víctimas –entre ellas dos menores– , «pone fin a un proceso en busca de justicia» que inició su abuela desde que sus padres fueron asesinados en 1976.

«Al margen de lo duro de vivir esto, celebro poder estar haciéndolo porque es el camino que inició mi abuela Matilda y todas las Abuelas en busca de justicia», dijo Gonçálves, a un día de escuchar el veredicto del Tribunal Oral Federal de Nº2 Rosario que juzga por crímenes de lesa humanidad a los militares Manuel Fernando Saint Amant, Antonio Bossie, y al jefe de la Delegación de la Policía Federal de San Nicolás, Jorge Muñoz.

Gonçálves es hijo de Gastón Roberto José Gonçálves y de Ana María del Carmen Granada, ambos militantes de la JP-Montoneros en el partido bonaerense de Escobar, perseguidos desde antes del último golpe cívico militar.

Su padre, Gastón, desapareció el mismo 24 de marzo de 1976 y por su desaparición y otros delitos de lesa humanidad, fue condenado el ex intendente de Escobar Luis Patti a prisión perpetua el 14 de abril del año pasado, con Gonçálves como uno de los querellantes en la causa.

En julio de este año, el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario comenzó a juzgar en tres causas crímenes de lesa humanidad cometidos en esa ciudad, una de las cuales es la conocida como Masacre de la calle Juan B. Justo, donde un operativo de fuerzas conjuntas del Ejército, la policía Federal y la policía bonaerense irrumpió en la casa donde se encontraba la mamá de Manuel y un matrimonio junto a sus dos hijos pequeños, asesinándolos.

En la casa, envuelto en un colchón dentro de un placar y protegido por su madre de los gases lacrimógenos, Manuel Gonçálves fue el único sobreviviente. Fue adoptado ilegalmente por una familia y creció con el falso nombre de Claudio Novoa hasta que, gracias a la acción de Abuelas de Plaza de Mayo, conoció su verdadera identidad en 1997. «Desde entonces me tocan vivir situaciones complejas, pero son las que elegí para poder saber más de mí y de mi familia», señaló este miércoles en una nota con la agencia de noticias Télam el nieto restituído, al resaltar el apoyo que recibió de los vecinos de San Nicolás que colaboraron en la reconstrucción de los hechos y dieron su testimonio ante la justicia.

En la Masacre de Juan B. Justo, ocurrida en noviembre de 1976 en San Nicolás, de la que el único sobreiviente fue Manuel, fueron asesinados además de su madre la pareja conformada por Ana María del Carmen Granada y Omar Amestoy y sus hijos María Eugenia y Fernado de cinco y tres años. Los otros dos casos sobre los que el tribunal dará su veredicto son el de los militantes de la JP-Montoneros desaparecidos en los Barrios Trípoli, Don Bosco y Santa Rosa, ocurrido entre abril y mayo de 1977, en el que se juzgan los homicidios de María Regina Spotti, María Rosa Baronio, Eduardo Luis Reale, Horacio Arístides Martínez, María Cristina Alvira y Raquel Rosa Alvira; y el caso Mastroberardino, ocurrido en abril de 1977 –donde se juzga el secuestro de José Emilio Mastroberardino locatario de la casa donde vivían el matrimonio de los militantes Almada-Spotti y su hijos Víctory Martín–.

Ante un nuevo fallo reparador, Gonçálves recuerda que aún resta por recorrer el camino judicial para llegar a la verdad con la causa que investiga su adopción irregular y que «sigue cajoneada ante el juzgado de Carlos Villafuerte Ruzo».

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