Foto: Alejandro Gabriel Alonso

El Concejo aprobó este jueves la ordenanza que prohíbe el rubro cabarets, whiskerías y casas de alterne de los espectáculos públicos. La intendenta confirmó que no la vetará pero exigió a nivel nacional la reglamentación de la ley de trata.

El Concejo Municipal resolvió eliminar el rubro de la ordenanza de espectáculos públicos, con la abstención de los ediles socialistas Viviana Foresi, Manuel Sciutto, Pablo Colono y Miguel Zamarini, además de Oscar Greppi (ARI) y la radical Daniela León.

Si bien la iniciativa contaba con el despacho de las comisiones, aprobarla demandó cuatro horas de intenso debate.

Ahora ya no habrá nuevas habilitaciones y las que estén en marcha deberán cerrar cuando caduque su permiso. Los llamados privados también quedaron bajo la lupa del Legislativo.

Además se aprobó la iniciativa de los concejales Norma López y Roberto Sukerman (FpV) sobre el programa de inserción laboral y socioeducativo para las víctimas de explotación sexual, además de una convocatoria a la mesa de lucha contra la trata, multas por tergiversación de rubro y un concurso de cortos audiovisuales («Decimos basta») sobre el tema. A propuesta de la edila Fernanda Gigliani (PPS), se extendió el programa de asistencia a quienes padecen el proxenetismo.

«Es una satisfacción colectiva porque este proyecto fue el aporte de muchos bloques y de muchos concejales», dijo a La Capital la radical María Eugenia Schmuck, autora de la ordenanza que sepultó la bandera del orgullo prostibulario de la Rosario de los años 30 del siglo pasado.

Fue la propia Schmuck la que abrió la lista de exposiciones, que incluyó a todas las edilas y sumó las bancas de Gonzalo del Cerro, Alejandro Rosselló, Rodrigo López Molina, Diego Giuliano, Roberto Bruera, Alberto Cortés y Sukerman. Fue ,justamente, éste concejal quien se levantó para abrazar a la edila radical después del silencio en que dejó el recinto, al finalizar su descarnada argumentación que incluyó la lectura de una mujer que fue prostituta, Sonia Sánchez, autora del libro, «Ninguna mujer nace puta».

En tanto la intendenta Mónica Fein dijo que respetará lo resuelto por órgano legislativo. «Lo que decimos es que la problemática de la explotación sexual o la trata de persona es mucho más compleja que tres whiskerías», manifestó.

La intendenta sostuvo que respetaba «el espíritu» de quienes impulsaron la ordenanza que prohíbe la habilitación de cabarets y whiskerías, pero «no es una buena alternativa pasar a ilegal  cuestiones que controlaba el municipio. Lo que podemos controlar es lo que está habilitado, dentro de un rubro. Todo lo que está fuera de un rubro, no, corresponde al ámbito judicial o policial».

«Vamos a seguir trabajando desde el Instituto de la Mujer como hasta ahora para fortalecer todas las acciones del municipio y  acompañar a todas las mujeres que puedan estar en situación de explotación sexual.  Sería importante que todos los concejales que aprobaron la ordenanza exigieran a nivel nacional la reglamentación de la ley de trata. Hoy a esta ciudad no llega un solo recurso para acompañar a las mujeres que se van a quedar sin trabajar», agregó.

Fuente: La Capital

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