En una entrevista con el semanario el eslabón, y tras la reunión del lunes pasado con referentes de distintos espacios políticos locales, muchos de los cuales fueron multados por el municipio por realizar pegatinas en sitios no habilitados, el secretario de Control y Convivencia municipal, Pablo Seghezzo, aseguró que el encuentro “fue bueno” porque “se escucharon todas las posiciones” y “hubo alguna coincidencia”, aunque insistió en que “hay que hacer cumplir la ley” calificada como “restrictiva” por las fuerzas más pequeñas y de “aplicación arbitraria”.
“En julio del año pasado empezamos a trabajar fuerte en cartelería, y ahora están las elecciones y nos encuentra trabajando en el cumplimiento de una ordenanza que establece, entre otras cosas, que está prohibido hacer pegatina en mobiliario público, paredes de vecinos y demás”, afirmó Seghezzo.
“La verdad es que estamos poniendo énfasis en la pegatina, no tanto en otras formas de publicidad como es el pasacalle, que no está permitido, pero las pegatinas son las que más daño causan, hay que retirarlas con espátula, hay que pintar columnas. Hay otros elementos de publicidad que son más sencillos de retirar y no generan daños”, remarcó el funcionario.
—Hubo quejas de diferentes partidos porque afirman que se los multó y no se hizo lo mismo con Miguel Lifschitz ¿con qué vara se miden las pegatinas de los opositores y las del candidato oficialista?
—Se mide con la misma, lo que pasó se lo digo sinceramente, hubo una denuncia del equipo de campaña de este candidato del oficialismo, que dice que no era el afiche de ese candidato incluso mostrando las diferencias con el afiche oficial que era muy similar pero tenía diferencias. También se identificó la chata que hizo esas pegatinas y se hizo la denuncia correspondiente.
—Los partidos denominados “chicos” reclaman que se cumpla la cesión del 25% de cartelera ¿qué establece la normativa?
—El 25 por ciento de la cartelera pública. Pero no tiene que haber pegatina en ningún otro lado, eso es lo que establece la ordenanza que estamos haciendo cumplir hace unos meses. Nosotros entendemos que es un cambio cultural. Ahora se reedita un problema mucho más grande por las elecciones al operativo pegatina anterior. Está bien promocionarse pero buscando otros medios: retirar un pasacalle es mucho más simple que andar retirando pegatinas. La pegatina se está llevando mucha energía de los rosarinos.
―¿Es una prioridad la pegatina para los rosarinos?
―La higiene, sí.
―¿Y los partidos políticos más chicos que quieren proselitismo?
―Nosotros tuvimos una reunión con partidos políticos que la habían solicitado. Escuchamos la problemática de ellos y es totalmente atendible, pero mi función actual es que se cumpla la normativa o propender a que la normativa se cambie, pero si no sale un debate quizás no se cambie nada. Congeniar una salida más institucional, más ordenada, en una sociedad más respetuosa, son los objetivos de la secretaría de control y convivencia ciudadana.
―Y desde una visión de convivencia ciudadana, ¿es prioridad un solo aspecto de la higiene, como la pegatina a la posibilidad de que todos los partidos puedan tener su espacio para promocionarse?
―Ojo que los arrancan y los tiran a la vía pública. Nosotros vemos problemas de higiene, pero son dos cosas diferentes, una es una cuestión conceptual y política que me parece perfecto y que vale el debate, y otra es el cumplimiento de las normativas, uno no tiene la potestad de decir esta sí, esta no. Nosotros hacemos el esfuerzo por cumplir con todas las normativas, aunque obviamente uno focaliza los recursos y ya empezamos con el tema pegatinas pero con una intención de higiene. Cuando las arrancan las dejan tiradas en el piso, se vuelan. Lo de siempre: tapan desagües, es un elemento más que está en el espacio público y hay que ordenarlo. Entiendo que en el contexto de las elecciones genere debate, pero creo que el debate es enriquecedor.
―¿Ya se formalizó su candidatura a concejal o sigue siendo un rumor?
―No, no, para nada. Yo estoy concentrado en las funciones que me otorgó la intendenta y tienen que ver con la Secretaría de Control, que es un desafío mayúsculo, gigante. Hay muchísimo para hacer, mejorar, y creo que hemos acordado algunas líneas mucho más exigidas.
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