Evelina Sanzo, por su disco Curandera y Eugenia Craviotto Carafa, de Mamita Peyote, dialogaron acerca de sus nominaciones a los galardones que promueven desde la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas
La vertiginosa industria argentina del disco tendrá su celebración. Los premios Gardel 2015, que desde hace más de una década y media a esta parte, impulsa Capif, entregó la nómina de seleccionados, que el próximo 2 de junio en el Teatro Gran Rex, de la ciudad de Buenos Aires, intentarán acariciar la estatuilla que lleva el nombre del zorzal criollo.
Entre los nominados incluidos en las categorías de los premios Gardel 2015 se encuentran músicos y producciones nativas como el disco de Ernesto Jodos, editado por el sello local, Blue Note; y nominaciones para Franco Luciani, Jorge Fandermole, Fito Páez, y el dúo que integran Juan Carlos Baglietto y Silvina Garré.
En el seleccionado de raíz local se encuentran, además, dos nominaciones: Curandera, primera producción de la cantante Evelina Sanzo, que competirá en la categoría Mejor Álbum Artista Femenina Pop; y Mamita Peyote, el grupo que mixtura diversos ritmos, y que integra la terna a Mejor Álbum de Reggae y Música Urbana.
Evelina Sanzo recuerda el momento en el cual se enteró de su nominación y la de los colegas músicos de Mamita Peyote. “Yo estaba googleando la nómina completa la noche que se habían difundido los candidatos más nominados como Axel, y le avisé a Eugenia que habíamos sido seleccionados para los premios Gardel… El corazón me latía muy fuerte”, cuenta la cantautora. “¿Me estás jodiendo?”, le respondió la vocalista de Mamita Peyote.
A Eugenia Craviotto Carafa, la noticia la tomó por sorpresa, en Córdoba. “Siempre le dije a Evelina que se animara a cantar sus propias canciones. Que ahora esté nominada es grosso”, sostiene, y continúa: “Las dos venimos de tocar canciones de otros y trabajando con bandas de covers; y siempre charlamos de lo difícil que es armar un proyecto propio y mantenerlo”.
Evelina Sanzo quedó finalmente seleccionada para competir con Curandera (2014-Editorial Municipal de Rosario), en la terna junto a las cantantes Sol Pereyra, con el álbum Tirame agua; Belén Pasqualini, con Mudar; y la cantante Lali Espósito, con el disco A Bailar.
“Cuando vi que estaba ternada esta chica Lali, dije, ‘¡ya fue!’, pierdo como en la guerra, pero son premios a la música, no a la venta de discos”, se ilusiona la vocalista, que en el 2004 fue parte de la segunda edición del reality Operación Triunfo.
Y aunque asegura que participar de los Gardel ya es un premio, se manifiesta segura ante la chance que tiene su trabajo; entre otras cosas, por el eclecticismo de su disco y por “un plus”: el tango incluido en Curandera, un tema titulado Domingo. Y va por más: “Ser de Rosario, también te da un plus”.
Por su parte, la cantante de Mamita Peyote rescata “el goce y la frescura” que destila la banda, cuando se sincroniza. Los rosarinos están incluidos en la categoría Mejor Artista de Música Reggae y Música Urbana junto a Gondwana y Dread Mar I, dos bandas editadas por Sony Music.
“Es quijotesco poder competir con sellos multinacionales”, le escribió Eugenia a Teresa Parodi, en una carta enviada a la ministra de Cultura nacional. “Le escribí porque este disco lo grabamos con plata del concurso Igualdad Cultural, y pienso que es un ejemplo de inclusión cultural”.
Algo similar pasó con el disco de Evelina Sanzo. La vocalista definió como “indispensable” al aporte recibido desde el fondo provincial Espacio Santafesino. Y que complemente con un recorrido laborioso. «Uno es su propia prensa”, admite Evelina, quien también es docente.
El evento de premiación que lleva a cabo la cámara de productores de discos locales pertenece a una industria, que está en plena mutación y que, actualmente, es discutida por músicos independientes organizados, que buscan una mejor difusión y distribución de los recursos obtenidos del registro de la música grabada.
A pesar de esto, es imposible desdeñar el valor de las nominaciones de trabajos locales hechos a pulmón . Por esto mismo, el Gardel es un empujoncito más en el camino. “Más allá de la subjetividad, los premios no te hacen mejor, pero son un reconocimiento”, subraya Eugenia Craviotto Carafa para dimensionar el acontecimiento.
nota publicada en el último número del periódico El Eslabón
