Foto: Manuel Costa
Foto: Manuel Costa

La concejala de la UCR, que hizo una gran elección en las Paso exigiendo cambios en el Frente Progresista, se erigió como una de las referencias internas del oficialismo, que busca rearmarse. Suena como futura presidenta del Concejo Municipal.

María Eugenia Schmuck revalidó la banca que por la Unión Cívica Radical (UCR), integra en el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS). Lleva cuatro años como concejala pero muchos más en la política a la que llegó con 18 años a través de Franja Morada en la Facultad donde cursó Ciencia Política. En el partido ocupó varios cargos y hasta la vicepresidencia. Militó en barrios como Las Flores y Tablada, fue asesora de ediles y del 2003 al 2011, ocupó cargos en el Plan Estratégico y Metropolitano y en la Secretaría de Producción en la Municipalidad. Los votos que obtuvo en las últimas elecciones, al igual que Pablo Javkin (Coalición Cívica) la convirtieron casi sumariamente, en interlocutora válida para el Ejecutivo. El Eslabón charló con ella el día en que se difundió la fotografía de los nueve ediles que ahora tendrá el FPCyS en el Palacio Vasallo, reunidos con Mónica Fein, en la intendencia.
Schmuck, que se asume como alfonsinista crítica, asegura que ocupará la banca porque no cree en candidaturas testimoniales, que el FPCyS debería actuar como un solo bloque a fin de sumar nueve votos en las decisiones y que la presidencia del Concejo les corresponde por ser primera minoría, rol para el cual barajan su nombre; y si el río suena…..

—Además de la unidad que busca transmitir la imagen junto a la intendenta publicada esta semana, ¿qué se necesita para el cogobierno?
—Creo que se inaugura una nueva etapa en el FPCyS. El gabinete, en todas sus líneas, ahora se tiene que discutir entre las fuerzas políticas que trabajamos para ganar la ciudad en función de un cambio de estilo. Imagino un cambio de 180 grados donde los funcionarios estén menos en sus despachos y más cerca de los vecinos, caminando la ciudad no sólo para ver soluciones estructurales a largo plazo, sino también las necesidades cotidianas.

—La foto plasma la necesidad que tiene el Ejecutivo de ampliar su base de sustentación. ¿Se rompe lo que supo calificar como la hegemonía socialista? ¿Qué lleva a ese debate?
—Aspiramos a construir un bloque más allá de los partidos que lo integremos, vamos a mantener nuestra identidad partidaria, pero si le dijimos a la sociedad que íbamos a cogobernar en el Ejecutivo, aspiramos a que el bloque funcione como tal. Se viene un Concejo diferente, muy heterogéneo hará falta más diálogo, humildad, sin mayorías automáticas, desterrando la rosca de la política tradicional, hay que debatir en serio e incorporar a todas las perspectivas. Uno se tiene que sentar a conversar con todos y no imponer votos porque nadie los va a tener. Escuchar más a los que piensan distinto y tratar de incorporar en las políticas públicas a esas posiciones y que salgan denominadores comunes de todas esas diferencias.

—El resultado de las elecciones parece haber precipitado la fotografía del cogobierno. ¿Qué hubo, amor o espanto para mover las fichas varios meses antes de diciembre?
—No. La foto está construida después de las Primarias, cuando nos comprometimos a cogobernar juntos. Le dijimos a la gente que nos apoye para ganar las elecciones generales porque se venía otra etapa en el FPCyS donde quienes habíamos hecho una excelente elección, tanto Javkin como nuestra lista, íbamos a tener un rol protagónico en este nuevo gobierno. Eso implica un gobierno de coalición.
No creo que fue el espanto. Hablo por Mónica Fein, creo que hizo un cambio fundamental de actitud, que interpretó el mensaje de las primarias, noté un cambio estructural en su forma, en su carácter, en su compromiso. Confío en que ella lidere este nuevo período donde el FPCyS no dependerá de un solo partido sino de todos los que trabajamos para que gane la ciudad.

—¿Cómo se está dando en estas primeras reuniones ese cogobierno?
—Avanzamos en algunos criterios que me parecen fundamentales y que son la base clave para poder discutir un gabinete. No se puede decir «te toca tanto, qué vas a pedir, qué te doy», no. Un gobierno de coalición implica discutir del primero al último secretario entre todas las fuerzas políticas que lo componen sobre la base de reconocer los errores cometidos en el pasado en cada una de las áreas y que se necesitan nuevos perfiles.
Eso le planteé a la intendenta. Necesitamos un gobierno que esté más cerca de los vecinos, menos despacho y más barrios para resolver poda, bache, agua y luz con mucha efectividad, eso implica nuevos perfiles de funcionarios.

—¿Cuáles fueron sus temas claves en los primeros cuatro años que lleva en el Concejo?
—Creo que me ocupé de los temas estructurales, los que los vecinos nos reclamaban. También me metí en otros temas que quizás nadie reclamaba pero que logré instalar como la ordenanza del cierre de cabaret vinculado a los derechos de la mujer e iniciativas que tuvimos o que acompañamos de otras concejales. Acompañamos a las víctimas de cualquier tipo de violencia, de género y urbana, resolviendo persona por persona. En proyecto para este año sigue vivienda para la clase media. Eso lo charlamos con el Ejecutivo y estuvimos de acuerdo que el tema tiene que ser uno de nuestros ejes.

—¿Qué posición tiene con respecto al aumento del boleto de colectivo? La agenda del Concejo se aceleró después de las elecciones…
—Hay muchas cosas que resolver antes de discutir el aumento del boleto. El estudio de costos recién ingresó y lo estudiaremos con la tranquilidad con la que hemos tomado cada uno de los temas de la ciudad. No percibí urgencia en el Ejecutivo, a veces los temas trascienden de manera diferente. Hay que tomar el tiempo que nos lleve.

—¿Cómo lee el escenario post electoral con tres fuerzas política en Rosario y la provincia, cuando hasta último momento se hablaba de polarización entre el FPCyS y el PRO?
—Hay que tener una actitud de apertura hacia las fuerzas políticas que hicieron una excelente elección y que la gente ha confiado mucho en ellas. En cada uno de esos espacios hay gente valiosa y hay que sentarse a conversar e incorporar muchas de las miradas críticas que plantearon durante la campaña y tenerlos como referentes de consulta y discusión permanente en los temas más importantes de la ciudad.

—¿Con quién se referencia en el radicalismo? ¿Qué opina del acuerdo a nivel nacional de un sector de la UCR con el PRO?
—No me referencio. No comparto el acuerdo a nivel nacional que se trazó en Gualeguaychú, de hecho en Santa Fe no llevamos ningún candidato a presidente. Hay una generación del radicalismo que ya tiene certificado de defunción y que tiene que retirarse; creo que estas elecciones serán el pase a otras actividades. Hay una generación nueva que viene laburando hace mucho tiempo que tiene un bache generacional enorme con los que hoy conducen el partido y que con la fuerza de los votos, reclama tener otro protagonismo frente a una vieja estructura que está en Buenos Aires y que jamás ha tenido ni intención de votos en el lugar de donde proviene como el caso de (Ernesto) Sanz. Creo que esta es la última elección que hizo esa generación que hizo todo mal. Sanz, Leopoldo Moreau, Federico Storani, los que están de un lado y del otro. Tienen que retirarse, se lo vamos a ganar a ese lugar a fuerza de laburo, como lo hicimos siempre.

—¿Y de Los Irrompibles (juventud UCR) cuál es su opinión?
—Creo que en su momento fueron un sector muy interesante porque como muchos alfonsinistas decían lo que pensábamos, pero me parece que no supieron interpretar lo que el viejo hubiera dicho. Creo que uno puede tener mucho respeto por muchas de las políticas que logró el Gobierno Nacional y que son muchas de las banderas que el alfonsinismo levantó históricamente, pero eso no significa que uno se vuelva kirchnerista. Hay que aprender en democracia a valorar las diferencias y saber apreciar cuando hay un gobierno que no es de tu signo político, que a uno le hubiera gustado que hiciera su propio gobierno, reconocerlo desde la diferencia.

—¿Qué opina de lo que dijo Margarita Stolbizer que el Gobierno Nacional deja al país con inflación, pobreza y alto conflicto?
—El problema es comparado con quién. Creo que hay problemas estructurales que no se han resuelto en la Argentina pero no lo atribuyo a un solo gobierno como la inflación y la pobreza. El kirchnerismo tiene una enorme virtud que también es para mi su principal error, logró enamorar a muchos ciudadanos atrás de un proyecto político, eso es algo que no pasaba hace mucho tiempo en el país y es muy meritorio, pero creo que fue su principal error porque la forma de construirlo ha sido la confrontación, la política está llena de grises. Con los grupos económicos hubo una política muy diferente entre Néstor Kirchner y Cristina.

—¿En las elecciones presidenciales están dos modelos de país en juego?
—Ojalá. No veo esa alternativa. Creo que hay dos versiones, una un poco más peligrosa (PRO) y otra que no llego a dimensionar si es diferente o más de lo mismo.

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