Javier Del Ponte, Marité Colovini junto a usuarios. | Foto: Javier García Alfaro

En medio de tantos retrocesos, el gobierno de Macri amenaza contra una norma de avanzada en salud mental, votada en 2010 y reglamentada en 2013, que reconoce derechos a las personas internadas en psiquiátricos y se plantea una paulatina desmanicomialización. Hay preocupación local y movilización.

Todos los lunes, en la zona alta del parque España, un grupo de profesionales de la salud mental, junto a usuarios, docentes, estudiantes y organizaciones sociales, se convocan para defender una legislación “de avanzada”: la Ley Nacional de Salud Mental 26657, votada por el Congreso Nacional en 2010, y reglamentada en 2013.

La amenaza latente desde que asumió el gobierno macrista es la probable designación de Andy Blake al frente de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones; se trata del mismo funcionario del gobierno porteño responsable de la represión en el hospital Borda, quien ya planteó públicamente su postura en contra de la norma.

Durante Enero, en Corrientes y el río, se dieron cita en inmediaciones del Paseo de la Diversidad, integrantes y adherentes al Movimiento de Usuarios/as y Trabajadores/as en defensa de la Ley de Salud Mental. Se reúnen en torno al momento de riesgo que atraviesa la norma votada y reglamentada durante el kirchnerismo, y exigen su “plena aplicación”.

“En realidad, lo que nos preocupa es la designación de una persona en la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, hablamos de Andy Blake. Esta persona se ha pronunciado en público en contra de la ley, en épocas en las que se llevó a cabo el debate”, subrayó la psicóloga y docente, Marité Colovini, activa trabajadora del área de Salud Mental, y una militante de la ley a la que denomina de “avanzada”.

“Dos cosas de la ley, para mí, son fundamentales”, puntualiza Colovini: “La primera tiene que ver con que esta ley hace eje en los derechos humanos. Es muy novedosa, habida cuenta de que en determinadas concepciones que hay con respecto a la locura y a la sinrazón, una de las consecuencias es la pérdida de derechos. Por ejemplo, antes de la ley, alguien internado en un psiquiátrico no tenía derecho a administrar sus bienes, no se podía casar, no podía votar. Pero además, por el sólo hecho de estar loco, no podía tener derechos; lo cual implica que perdía su calidad de ciudadano”, señaló la profesora, titular de la Cátedra Clínica I de la Facultad de Psicología de la UNR.

“Y el otro punto interesante de la ley -continuó Colovini- tiene que ver con el objetivo de terminar con los manicomios, con los hospitales psiquiátricos, en 2020. Pensemos que, desde que se funda la Psiquiatría en adelante, no se ha avanzado nada en una concepción de tratamiento que no sea el encierro de los pacientes. Desde que Philippe Pinel inicia la Psiquiatría, separando los locos de los no locos y los encierra, han cambiado muchas cosas, menos el encierro”.

El espíritu de desmanicomialización que lleva consigo la norma sancionada en 2010, parece mucho más difícil en estos tiempos políticos. Sin embargo, desde el movimiento en defensa de ley de salud mental, sostienen que significa un cambio de paradigma y, en todo caso, los dispositivos que contempla la ley para ir reemplazando ciertos encierros deben hacerse efectivos.

“Por esto mismo, la ley contempla un órgano de revisión provincial que tendría que controlar su implementación. Hay un proyecto que estamos discutiendo, que necesita aprobación legislativa. Y el otro, es el plan provincial de salud mental”, indicó la docente.

Colovini afirmó además, que la ley provincial de salud mental, promulgada en el 1991, se reavivó, luego de varios años, en la coyuntura del debate por la ley nacional.

“Nosotros generamos estas reuniones semanales en defensa de la ley, y por su plena aplicación, porque las leyes hay que ponerlas en práctica, sobre todo cuando se trata de cambios de paradigma que necesitan tiempo y dedicación y que representan cambios profundos. Lo importante para nosotros es que podamos constituirnos como un actor político, así los funcionarios de salud mental provincial consideren al movimiento como un actor político para consultar en cuanto a decisiones clave”, consideró la profesional.

Blake: negación y represión

Javier del Ponte cursa el último año de Psicología en la universidad pública; además, integra el área de difusión del Movimiento en Defensa de la Ley de Salud Mental. En diálogo con el eslabón, Del Ponte estimó que “es inminente” la designación de Andy Blake en la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones. “Este personaje fue funcionario en el área de Salud Mental en la Ciudad de Buenos Aires, durante la vergonzosa represión en el Borda, en 2013”, recordó Del Ponte.

“De todas maneras, hay una línea: sea él (por Andy Blake) u otro, será la cara de una tendencia que estamos viviendo, que es volver a la psiquiatrización y a la intoxicación de los psicofármacos. Nuestro movimiento es en respuesta anticipada para evitar cualquier paso en falso”, manifestó.

Blake fue gestor de dos de las más importantes medicinas prepagas del país, y durante ocho años fue coordinador de Redes de Salud Mental del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la gestión de Mauricio Macri. Fue funcionario del área cuando la Policía Metropolitana reprimió en el centro psicoasistencial a trabajadores, usuarios, familiares y hasta a periodistas y reporteros gráficos, en un conflicto por uno de los predios del hospital que el gobierno de la Ciudad pretendía para un centro cívico.

El incidente dejó más de 30 heridos, fue el 26 de abril de 2013, y el hecho derivó en una causa judicial contra Macri, su vicejefa de gobierno por ese entonces, la actual gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; el jefe de la Policía Metropolitana, y otros funcionarios de seguridad que luego fueron sobreseídos.

Concepciones sobre la locura

La Ley Nacional de Salud Mental intenta desterrar viejas concepciones sobre la locura o la sinrazón. “En el marco legal es una avance muy importante en cuanto a la salud en general, y en la salud mental en específico”, explica Del Ponte, quien realizó prácticas en el Hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria, y en otros centros de salud de la región.

“Hay un abordaje de la problemática en el territorio, como que alguien pueda ser atendido en su contexto barrial, cotidiano; y por otro lado, que la decisión de una internación ya no queda sólo en manos de un psiquiatra, sino que es decidido por todo un equipo interdisciplinario, se piensa una estrategia desde la singularidad y no desde esa universalidad de la prescripción del medicamento, atendiendo el contexto social, sus relaciones familiares y de amistad”, definió Del Ponte.

En ese sentido, Marité Colovini sostuvo que “con esto cae la hegemonía y una concepción del sufrimiento que no se concibe desde una misma disciplina”, y agregó: “Lo que venimos impulsando hace tiempo, y se transformó en ley, evidentemente pudo cuajar en un gobierno como el de Cristina Fernández, que tenía a los derechos humanos como una política de Estado. Pensemos que los movimientos antimanicomiales comienzan en la Segunda Guerra Mundial, cuando lo que se cuestiona, en ese momento, es de qué modo, distintas prácticas sociales y políticas, y distintos estados, violan los derechos humanos”.

En cuanto a la externación de los pacientes, y las prácticas sustitutivas que reemplacen el encierro en hospitales psiquiátricos, públicos y privados, la docente que dirige la maestría en Psicopatía y Salud Mental, en la UNR , señaló que, “desde 2010, los pacientes que –por ejemplo– se internen en un hospital general con otros pacientes, y no apartados, es un avance. O que se dispongan casas de medio camino, residencias donde pueden vivir con otras personas, recibiendo asistencia, en combinación con dispositivos artísticos, como las radios –que tanto prendieron en el área de la salud mental– los talleres de lectura y escritura, evidentemente demuestran el efecto terapeútico de las actividades de inclusión en relación a otros usuarios y la sociedad en general”. De todas maneras, aclara que para llegar a no tener manicomios en 2020, como contempla la ley, tendría que haber acciones importantes para que eso suceda”.

«Nada de nosotros sin nosotros»

En la reunión del pasado lunes en el parque España, y antes de la presentación de La Ley de la Locura-Diálogos entre sobrevivientes del manicomio y la ley 26657, un libro escrito por cinco pacientes que vivieron el encierro manicomial, y presentado por Alan Robinson, uno de sus autores, el eslabón charló con un grupo de usuarios que vienen participaron de las actividades.

“Vengo a esta asamblea de salud mental obviamente porque peleamos por nuestros derechos, nos organizamos para debatir, y siempre estar al tanto de los temas de salud mental que pueden favorecernos”, afirmó Gustavo.

Leonardo contó que la “asamblea” se creó hace tres años “como un programa de extensión universitaria, y está conformada por activistas, familiares, usuarios, y destinada a toda la comunidad”, y precisó que “las reuniones se llevan a cabo los segundos y cuartos martes del mes, a las 15, en el anexo de la facultad de Psicología, en Corrientes e Ituzaingo”.

Por su parte, Ana le manifestó a este periódico su apoyo a la ley, y a la asamblea de usuarios; y Sergio, también destacó la iniciativa de resguardar la salud mental de los pacientes y la defensa de la ley, con la que todavía, “se hace muy poco”; y cuestionó la designación de Andy Blake por poner en peligro la misma, y abogó por el órgano de revisión provincial.

Otra chica de grandes ojos verdes, contó que estuvo internada en el Agudo Ávila. “Estuve ahí por una injusticia que me hizo mi padre, me encerró porque se le dió la gana no más, y porque me quiso sacar de encima. Me hizo mucho daño”, contó.

Antes de continuar con las actividades, Daniela, que se acercó hace poco al grupo, se mostró interesada por “las cosas importantes que tienen que ver con los derechos humanos de los usuarios”, Sergio, en cambio, valoró el interés de “profesionales que adhieren, como psicólogos y trabajadores sociales. Es muy importante todos los que se puedan sumar, hay que defender esta ley, y como decimos nosotros: nada de nosotros sin nosotros”.

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4 Lectores

  1. Javier Del Ponte

    01/02/2016 en 13:04

    Excelente nota, sustanciosa, contundente y amplia.

    Responder

  2. Ana Serra

    02/02/2016 en 15:35

    Excelente nota!!!! Profesionales, alumnos, y usuarios…así se difunde!!!!

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  3. Ana Serra

    02/02/2016 en 15:39

    Excelente nota: profesionales, alumnos, y usuarios…así se difunde.

    Responder

  4. Laura Duarte

    04/02/2016 en 10:25

    Felicitaciones… Buenisimo nota!
    Unamos…ENCUENTRO NACIONAL DE PRACTICAD COMUNITARIAS EN SALUD…
    http://www.salud comunitaria.net

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