Foto: Fernando Rey.
Foto: Fernando Rey.

Con una masiva convocatoria y un amplísimo arco de organizaciones gremiales, políticas y de derechos humanos, los trabajadores del ex supermercado Tigre tuvieron un contundente respaldo frente a “la nueva amenaza judicial de desalojo” que pesa sobre el proyecto que se convirtió en un emblema de las luchas sociales de la ciudad.

Desde el Partido Justicialista hasta el Partido Socialista, de la CTA de los Trabajadores a la CTA Autónoma, pasando por la CGT y las Madres de la plaza 25 de mayo, todos quisieron estar para manifestar este lunes su apoyo a los trabajadores de La Toma y devolver su solidaridad. Es que en el ex Tigre, quebrado en 2001 y reabierto por sus ex empleados, además de funcionar el Mercado Popular que coordina la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), tienen su actividad productiva e institucional más de 30 organizaciones de la ciudad, entre cooperativas, microempendimientos de la economía social y asociaciones de jubilados y de derechos humanos.

Ante lo que sus trabajadores consideran «un nuevo embate judicial», instado por las empresas presentadas en la causa de la quiebra que lleva adelante Marcelo Quaglia, titular del juzgado Civil y Comercial número 14 –quien consideró ocupantes a los trabajadores y amenaza con un posible desalojo y remate de las instalaciones–, los actuales dueños del lugar convocaron a la comunidad de Rosario a una segunda asamblea abierta para informar “cómo sigue el proceso” y las propuestas de los trabajadores para defender el espacio.

Citados por el juez para el el 22 de marzo, los trabajadores explicaron este lunes, en boca del presidente de la cooperativa Trabajadores en Lucha, Carlos Ghioldi, que responderán a ese llamado con un acto público frente a La Toma y que invitarán al juez para que se acerque a conocer lo que vienen haciendo desde hace más 14 años.

“Mientras unos vivos especularon con la evolución de la quiebra, queremos que el juez venga a hacer un inventario social”, propuso Ghioldi ante una gran cantidad de concurrentes y rodeado de sus compañeros. Y recordó además que “dos leyes avalan este proyecto de los trabajadores”.

“Tenemos estatus de ser un espacio de utilidad pública, porque además de preservar el trabajo, pensamos en los compañeros de otros sectores populares, regeneramos la solidaridad de los trabajadores, y así acogimos el comedor universitario, la galería de arte de Humanidades, la Asociación Argentina de Actores, los talleres de microemprendimientos de la Municipalidad, la Mesa de Jubilados, y luego el centro cultural, el mercado popular”, repasó el dirigente.

“Nunca quisimos recuperar una empresa”, aseguró Ghioldi y remarcó: “Estamos al servicio de la comunidad, de utilidad pública, no para los buenos negocios”.

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Fuentes: El Eslabón/Rosario12/Redacción Rosario.

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