13a fierro caliente rgbAcindar y Siderar aplican suspensiones entre sus empleados y acusan caídas en las ventas. La siderúrgica de Villa Constitución cerró la planta hasta fin de mes y la UOM busca evitar despidos. La metalúrgica de San Nicolás cesanteó a cientos de trabajadores. Gremios industriales se muestran preocupados.

Acindar frenó la producción de su planta en Villa Constitución hasta fin de mes frente al sostenido retroceso en las ventas al mercado interno. Al mismo tiempo, la histórica siderúrgica y la UOM villense firmaron un acuerdo en el cual la empresa garantiza el pago del 85 por ciento del salario a eventuales operarios suspendidos, aunque la firma se comprometió a evitar despidos. En cambio, Siderar, además de las suspensiones, encaró un severo plan de ajuste en su fábrica de San Nicolás. En los últimos días cesanteó a 150 trabajadores de empresas contratistas, mientras la firma del grupo Techint tiene en carpeta seguir reduciendo su plantilla laboral.

Así, el fantasma del despido comenzó a merodear cada vez más seguido por empresas metalúrgicas y la UOM nacional encendió una luz de alerta. Dirigentes gremiales, entre ellos el metalúrgico Antonio Caló, llevaron la “preocupación” por la “ola de despidos y suspensiones” al ministro de Trabajo de la Nación Jorge Triaca, y aprovecharon para pedir el regreso de la doble indemnización para hacerle frente a la compleja coyuntura.

En la mayoría de los casos, empresarios fabriles acusan caída de ventas en el mercado interno como consecuencia de un recorte en el poder adquisitivo de los salarios, estancamiento del consumo y de la producción. Según Caló, el modelo que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri, habilitando la libre importación industrial, es responsable del complicado presente.

En declaraciones a la agencia Télam, el titular de la UOM sostuvo que la actividad “está trabajando entre un 60 y 70 por ciento” de su capacidad y que ya hubo 3 mil despidos y 4 mil suspensiones en el sector. “Si esto sigue y no se producen cambios en la importación de artículos extranjeros que afectan la producción nacional, a corto plazo serán más de 10.000 los trabajadores metalúrgicos que pueden quedar en la calle”, alertó el dirigente, y detalló que “las suspensiones más grandes fueron en Techint y Acindar”.

Con el parate programado de la planta de Acindar, del grupo Arcelor Mittal, líder en la producción de aceros largos en la Argentina, la empresa obligó al personal a tomarse vacaciones o compensar francos para “no afectar” el empleo. El mal momento de la construcción, entre otros sectores vinculados, impactó en una caída de la demanda interna del hierro. En los últimos dos meses, la producción de Acindar cayó en alrededor de 13 mil toneladas, según información que maneja la UOM.

Las miles y miles de cesantías y suspensiones en diversas ramas de la actividad industrial aumentaron el índice de conflictividad laboral. En los primeros cien días de gobierno, la política económica desplegada por el presidente Macri y su equipo, marcada por la transferencia de recursos del conjunto de la sociedad a sectores concentrados, devaluación, tarifazo y un proceso inflacionario ascendente, sin dudas que le asestó un duro golpe a los trabajadores.

Aceiteros desafían al gobierno y van por una suba salarial del 40%

En un plenario nacional de delegados que se realizó en la ciudad, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, donde ficha el Sindicato Aceitero de Rosario, definió que ningún operario del sector tiene que ganar menos de 20.300 pesos, el salario mínimo, vital y móvil a marzo de 2016.

Los presentes en la reunión recordaron “el triunfo de la última paritaria y la histórica huelga nacional aceitera de 25 días que llevó el salario mínimo a 14.300 pesos, a dos semanas de cumplirse el vencimiento del convenio colectivo de trabajo de la actividad aceitera y de biocombustible.

Según cálculos de la Federación Aceitera, basados en estadísticas oficiales, el salario mínimo, vital y móvil debe alcanzar los 20.384 pesos. En efecto, el plenario resolvió llevar ese planteo a las cámaras patronales de modo de que sea ese el salario inicial de la menor categoría para el trabajador sin calificación (peón), entre otros elementos que componen el pliego de peticiones a discutir en paritarias.

También durante el encuentro en Rosario los aceiteros señalaron que las empresas del sector, las grandes cerealeras, fueron las máximas beneficiadas por las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri, como son la devaluación, la quita o eliminación de retenciones, entre otras. “Solamente esas medidas, a la fecha, supusieron un incremento en la facturación (de las firmas instaladas en su mayoría en el cordón industrial del Gran Rosario) de un 70 por ciento”, indicaron en un comunicado.

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