Un balde de agua fría es poco, mejor como una bomba. Así cayó en el Concejo la noticia de que otro cuerpo legislativo, el de diputados provinciales, estudiaba recortar sus atribuciones en uno de los temas más sensibles de la ciudad: el aumento del transporte público. Las escenas ocurrieron en forma paralela el jueves por la tarde y dispararon un debate de tal cantidad de grados centígrados, que la iniciativa terminó eyectada de la Ley Orgánica de Municipalidades, en la que había buscado cobijo bajo un sorpresivo artículo cuatro, impulsado por el Frente Progresista. El Palacio Vasallo repudió el intento con el voto de 19 de las 28 bancas.
“¡Estamos al pedo muchachos! ¡Quiéranse! ¡No se entreguen!”, sacudió Jorge Boasso (Bloque Radical) al instalar la cuestión en el Pleno del jueves, que venía con una agenda tranquila. Como todo susto, el intento de quitar potestad al Concejo fue imprevisto, y el primer paso fue introducir el tema en la agenda del día. Esto se concretó a través de una declaración de repudio que cosechó sin problema la adhesión de 19 bloques, exceptuando las nueve bancas del Frente Progresista. Al mismo tiempo que debatían, los ediles sacaban el tema extramuros a través de las redes sociales, protagonizando un episodio por demás picante.
¿Qué había sucedido? ¿Por qué perdieron la paz los ediles? El jueves por la tarde, la Cámara de Diputados aprobaba, después de mucho tiempo, agregar tres puntos al 5 por ciento que iba del Impuesto a los Sellos, al Fondo Compensador del Transporte Público, norma que se aplica desde 2014 y se conoce como ley Rubeo. La medida significa unos 50 millones para Rosario de los 100 que la medida inyecta en el sistema a nivel provincial. Pero, mientras esto era el foco de atención, en las comisiones, los diputados del Frente Progresista agregaron un artículo, el cuarto, que modificaba en forma transitoria la Ley Orgánica de Municipalidades, cediendo –por cuatro años– la potestad de fijar el precio del boleto a la Intendencia.
A partir de ahí, hubo dos escenarios encendidos con discusiones bravas. En la propia Cámara, la oposición se escandalizó por la introducción del subrepticio artículo. En esa línea los hasta diciembre concejales, Héctor Cavallero (Progreso Social) y Rodrigo López Molina (PRO) compartieron tribuna para rechazarlo. En la esquina de Córdoba y 1º de Mayo, los bloques Radical, Frente para la Victoria, Unidos y Organizados-FPV, Compromiso con Rosario, Peronismo Solidario, Progreso Social, Ciudad Futura, Frente Social y Popular, Partido Justicialista, Rosario Federal y PRO, repudiaron la medida.
¿Qué consiguieron con la resistencia? En Diputados, los legisladores socialistas retiraron la iniciativa frente al rechazo que incluyó a dos bancas de su propio bloque, las de Rubén Giustiniani y Silvia Augsburger, también se opuso Gabriel Real de Democracia Progresista. En el Palacio Vasallo se votó una declaración de repudio, después de una ronda de exposiciones donde se calificó de “vergüenza y grave retroceso” al intento de delegar en el Ejecutivo la potestad de fijar el precio del boleto. Además, sobrevoló una inquietud ¿la iniciativa estaría relacionada con el fuerte debate de los concejales rosarinos que se opusieron al último aumento de la tarifa del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP)?
El rechazo
“El Concejo Municipal de Rosario expresa su más enérgico rechazo al artículo 4 del proyecto de ley con despacho favorable de la comisión de Presupuesto actualmente en tratamiento en la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe que modifica la Ley 2.756 Orgánica de Municipalidades otorgando la potestad a los Departamentos Ejecutivos de modificar la tarifa y la modalidad de pago del transporte urbano de personas, delegando competencia y menoscabando atribuciones propias de los Concejos Municipales, conforme lo dispuesto en el inciso 35 del artículo 39 de la ley 2.756, en una actitud centralista y de claro avasallamiento contra las facultades autonómicas de nuestra ciudad”. Ese fue el texto que leyó Boasso, al borde de un ataque de nervios, y que votaron otros 18 ediles.
Antes, Diego Giuliano (Rosario Federal), había considerado al intento como “dirigido fuertemente a Rosario”, y “contra autonómico y antidemocrático, porque el espíritu de la ley 2.756, que quieren modificar, es que la tarifa del TUP se discuta públicamente, no entre cuatro paredes o por una sola persona como son los Ejecutivos”. Y dijo que en el caso de Rosario el aumento de un peso significa 120 millones de pesos para el bolsillo del vecino o de los empresarios.
“Autonomía quiere decir obedecer a leyes que nos damos nosotros mismos, para diferenciar de heteronomía, que son normas que no damos nosotros, por eso el artículo 4, porque dispone que otros decidan sobre la ciudad de Rosario”, explicó Giuliano para ilustrar su categorización de “contra autonómica” a la iniciativa de los diputados socialistas.
Para Eduardo Toniolli (PJ), de avanzar la iniciativa “por obra y gracia de mayoría del Frente Progresista en Diputados y por la complicidad de los senadores, incluso los del partido al que pertenezco, va en menoscabo no sólo de este Cuerpo sino de la voluntad de los rosarinos que eligieron a concejales y concejalas para que –entre otras cosas– puedan discutir el precio del boleto, pero también la calidad del servicio, que en la nueva circunstancia se dejaría de considerar”.
Fue Norma López quien introdujo la duda sobre la relación entre la lucha que dieron los trece ediles rosarinos que se opusieron al aumento del boleto la semana pasada, y el intento de quitar esa atribución al Concejo. Y calificó como “grado de cobardía y escándalo político” a la movida de los diputados del oficialismo que a partir de la discusión del porcentaje del Fondo Compensador, intentaron filtrar una modificación de fuste a la ley de municipios. Con ella coincidió Juan Monteverde (Ciudad Futura) que también dimensionó “el pequeño gesto de rebeldía con el que se quiso resistir el último aumento”.
Uno de los voltajes más fuertes de la discusión se alcanzó cuando Boasso tuiteó el número de teléfono de una diputada socialista que acompañó la idea de ceder la autonomía sobre el boleto. Horacio Ghirardi lo increpó con dureza. Más tarde, Jorge Rosario retiró el dato de la red social y por el mismo medio pidió disculpas.
Teléfono para la EPE
Otro tema que generó un extenso debate, fue el pedido a la EPE para que deje sin efecto el aumento del 1º de febrero último, y que el incremento de tarifa tenga como tope el aumento obtenido en la paritaria docente de 2016. Además, se solicitó la implementación de un mecanismo de deducción no inferior al 5 por ciento mensual por cada 24 horas sin luz y la aplicación de un porcentaje de coparticipación aumentada en un 15 por ciento por nuevos ingresos, para el subsidio de las tarifas y la ampliación del Programa “Luz y Agua Segura para la Inclusión Social”. Los proyectos que fueron aprobados pertenecen a los concejales Boasso, Giuliano y López, respectivamente.
También se aprobó una ordenanza que crea los gabinetes de psicoprofilaxis quirúrgica pediátrica, en el ámbito de los efectores de salud pública municipal para aplicar en cirugías complejas, propuesta por los integrantes del bloque Radicales Progresistas, María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale. De los niños también se trató el reconocimiento al Servicio de Voluntarias del Hospital “Víctor J. Vilela”, por la labor humanitaria que realizan y que otorga un Diploma de Honor, propuesto por la presidenta en Concejo, Daniela León (Bloque Unión Cívica Radical).
Para quienes gustan de leer y encima tienen que cubrir los tiempos muertos de las esperas, se aprobó la creación de la Estación de Lectura “Ernesto Sábato”, en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, presentada por los ediles Schmuck, Boasso y María Fernanda Gigliani. Será la Secretaría de Cultura de Rosario la encargada de proveer los textos que estarán al alcance de toda persona que concurra pero no podrán ser retirados fuera de la Terminal.
En medio de tanta adrenalina, el Cuerpo aprobó casi un intangible. Por iniciativa de Carlos Comi (Ari/Coalición Cívica) se impondrá el nombre de “Luis Alberto Spinetta”, al escenario fijo existente en la Plaza Pringles, en el sector ubicado sobre calle Paraguay entre Córdoba y Pasaje Álvarez, en homenaje al autor de temas entrañables. Al pasar por allí, tal vez alguien hasta pueda ver al Capitán Beto buscando “el lugar al que todos llaman cielo”.
Econcejo celebró su número 50
La revista Econcejo cumplió 50 ediciones y fue motivo de festejo. Como publicación especializada en temas ambientales, ese recorrido, casi coincide con la trayectoria que en medio ambiente hizo la ciudad, en los últimos 28 años, fecha desde la cual se publica. La ocasión fue motivo para un acto que se realizó el viernes 13 de mayo, en el salón Puerto Argentino, en el que estuvieron presentes concejales, autoridades y organizaciones ambientalistas. Además de anuncios y de dejar habilitada una muestra con el camino recorrido por la publicación en la que participaron decenas de ediles.
El presidente de la Comisión de Ecología del Concejo, Osvaldo Miatello, hizo foco en esa trayectoria. “Gracias a todos por aportar ideas y artículos, que antes era un tema de preocupación sólo de algunos”, dijo el edil y citó el concepto del Papa Francisco que se refiere al tema como el cuidado de “la casa común”. Además, desarrolló el concepto de justicia ambiental, que articula la ecología con la justicia social y agradeció la decisión de la nueva conducción del Concejo, por darle continuidad a la revista.
Para el vicepresidente de esta Comisión, Eduardo Toniolli, “hay muchos debates para el futuro y el bienestar de la ciudad de Rosario, que avanzó normativamente con ordenanzas como Basura Cero y tracción a sangre, aunque queda mucho por hacer en lo legislativo”, enfatizó.
Según la presidenta del Cuerpo, Daniela León, la celebración del número 50 de Econcejo, “es ejemplo concreto de los grandes cosas que se pueden alcanzar desde el sector público, ponemos el compromiso por encima de otros objetivos, el logro es haber mantenido Econcejo en el tiempo”. Y como botones de muestra anticipó la puesta en marcha de iniciativas que apuntan a darle sustentabilidad a los edificios del Concejo, entre ellos el Palacio Vasallo y anunció la incorporación del Legislativo local a un programa de ahorro energético que incluye abastecimiento mediante paneles solares y la sumar tecnología en la información para reducir la utilización del papel.
Fue la Dirección de Ceremonial del Concejo, quien recordó el lanzamiento de la edición N° 1 de la revista, en 1995, cuando temas como contaminación ambiental, preservación de especies vegetales y animales, defensa de espacios verdes y preservación del medio ambiente, comenzaron a buscar un lugar en la agenda pública.
Desde el Grupo Ecologista Génesis, Alcides Ghiglione puntualizó el cambio que significó el más de medio siglo de la publicación, que surgió a instancias del por entonces concejal, Daniel Luna. “Sustentable no estaba en el vocabulario político”, subrayó y dijo que la publicación es un logro fundamental para los ambientalistas y es un órgano que se debe defender.
Fuente: El Eslabón