17 Nocera cred Visión de Mujer Peronista

Tras recorrer el territorio de los Pueblos Libres, el investigador Eduardo Nocera rescata la vigencia artiguista y esa “posibilidad de seguir siendo revolucionario”.

Vamos a tener que salir a liberarnos de la misma manera que lo hizo Artigas. En plena construcción de la Liga Federal, Artigas le ordenaba al gobernador de Corrientes que fuera libre. En una carta admitía: «Cuánto le cuesta a los hombres decorarse con el carácter divino de libres»”, arenga Eduardo Nocera. El autor avanza desde una trinchera, está armado con sus libros cargados de rigor histórico, cientos de voces de gentíos artiguistas y la herramienta de la investigación empuñada como crónica, relato histórico y hasta pronunciamiento de profunda actualidad.

El 24 de mayo, al presentar en Buenos Aires su libro Quién es Artigas. Viajando tras sus pasos, Nocera advierte que su monumental trabajo, recorriendo el pasado regional y el territorio que encendió al proyecto de los Pueblos Libres, “tenía la importancia de hacernos de una antorcha con la cual disputar la posibilidad de seguir siendo revolucionario”.

Resalta que la rigurosa tarea de recorrer esas tierras para escuchar y sentir a sus pobladores y la memoria lugareña, es “un llamado a la búsqueda de respuestas para sortear el caos y la desorganización y desintegración regional: “Allí viví en estos años y soy argentino, pero soy también uruguayo, y riograndense y paraguayo”.

El compromiso del profesor de historia y periodista, no se queda en rescatar las fechas, lugares y documentos, tiene una profunda búsqueda por la comprensión del presente para cambiar el futuro. Al desenfundar las causas de su viaje artiguista, resalta: “Me parecía que había que recorrer los cementerios, museos, archivos y bibliotecas. Convivir con comunidades originarias en Misiones, hablar con historiadores, escritores, investigadores, cineastas descendientes del oriental, baqueanos paisanos, arrieros, hombres y mujeres, con todos ellos a quien Artigas los había vuelto a hacer nacer”.

Tengo en mi memoria el rostro de muchos que tenían ganas de hablar de Artigas y que nunca habían sido escuchados, consultados. Historiadores que tenían un librito de 60 páginas en la zona de Monte Caseros. Y pude hacerme de la amistad de ese historiador y transcribir algunos fragmentos y diálogos que hemos tenido”, relató Nocera en el encuentro realizado en la sede porteña del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop).

Geografía de la memoria

Esa tarea casi arqueológica, esta suma artiguista, me llevó entre 30 ó 40 mil kilómetros que recorrí en cinco años sobre caminos y rutas, hablando, escuchando y buscando. Fueron casi 500 entrevistas en las que había versiones que se encontraban, otras se cruzaban, y otras eran antagónicas”, dice Nocera con una ardiente impaciencia que lo mueve en la mesa de la presentación, como recorriendo aún la región.

Así también se interna en cientos de bibliotecas sobre Artigas, que Buenos Aires ignora. Allí estaba la necesidad de recorrer la región de los Pueblos Libres, los territorios atrevidos y rebeldes que en 1815 se enfrentaron al centralismo porteño, las tierras correntinas, misioneras, entrerrianas, santafesinas, hasta cordobesas y santiagueñas, además de los confines paraguayos, orientales y de Río Grande do Sul.

También cuenta que comenzó a escribir mientras andaba, y que “al regresar de cada viaje emprendido en sus vacaciones de profesor, pasaba cada día entre 3 ó 4 horas transcribiendo, desde las 23 hasta las 2 ó 3 de la madrugada, para luego ir a trabajar”. Pero lo cuenta y aclara que “no lo hacía por vanidad o para luego poder contarlo. Necesitaba tener nuevos relatos de Artigas, porque al revelarlas podríamos tener otras visiones, otras respuestas”. Y agrega que “en los viajes me hice una biblioteca de 600 libros artiguistas”, otra pata bibliográfica de su tarea.

Ediciones Arturo Jauretche

Marcos Aurelio Roselli, profesor en Historia y licenciado en Gestión educativa y director del Instituto Superior “Dr. Arturo Jauretche” de Merlo, es también editor de las Ediciones del instituto que ha producido el libro de Nocera.

Y Roselli indica: “Creemos de suma importancia la presentación de un libro sobre Artigas, porque es una de las personalidades preclaras del federalismo rioplatense, es decir la piedra angular del proyecto nacional y popular. Por otro lado, es generar claridad en aspectos pocos conocidos o tergiversados del líder de los orientales”.

Cuando trabajamos en estos proyectos, lo hacemos desde un profundo convencimiento de que hay que dar un fuerte debate en el campo historiográfico, por la consolidación del pensamiento nacional y popular. La derrota en el campo cultural posibilitó la derrota política, con esta derrota se está implantando un modelo neoliberal. Por esto creemos indispensable la cultura como un área sensible de todo proyecto. Es allí, donde direccionamos nuestros esfuerzos”.

En la presentación del libro, Nocera fue acompañado por un “panel federal”, que fue calificado como “un artigazo”. Andrés Repar, secretario general del Instituto del Ideario -IIDEART), fue conductor del acto. Participaron el historiador Oscar Daniel Cantero (Misiones), el activista gaúcho Romualdo Negreiros (Rio Grande do Sul), el escritor Juan Menoni (Rector del Profesorado de Ciencias Sociales (Concordia), la profesora Delia Etchegoimberry (San José, Uruguay), Ernesto Jauretche (prologuista, coordinador del Programa de Reivindicación de José Artigas), y el profesor Marco Roselli (ediciones del Instituto Superior Dr. Arturo Jauretche, Merlo, Provincia de Buenos Aires, entidad que publicó el libro), además de este cronista.

Nocera estudió historia en el Instituto y comunicación social en la Escuela de Periodismo del Círculo de la Prensa. Escribió el ensayo periodístico-historiográfico El Plan de Operaciones en marcha. Más allá de Mariano Moreno (2010 y colabora con ediciones del Instituto del Ideario y del Instituto de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego). Es vicepresidente del Instituto del Ideario y fue miembro adjunto del Instituto de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego.

Un viaje que no termina

Relato, ensayo, historia, periodismo, crónica”, dice el autor al definir a su trabajo, “Busque que esta obra no fuera una materia obligada y también sirviera para tener un atractivo, un goce literario”, señala.

El viaje no termina jamás, y el objetivo de una revolución es sólo el inicio de otra revolución. Viajé tras los pasos de Artigas porque había que romper con un siglo y medio de infamia de historia oficial, pero el objeto del artiguismo no es sólo el encuentro litúrgico de lo actuado o escrito en el pasado”, advierte Nocera, en ese clima de la presentación en que se vigoriza la idea de retomar esa pelea regional, igualitaria y federal, aún hoy cuando el centralismo y liberalismo resurge sin saber que hay gente confabulando por continuar y volver con el sueño colectivo de la Patria Grande, ahora también.

Memoria, identidad, historia … todo eso había que ir a buscarlo, y comencé a hacer mapas, planes de viaje, contactos. Había que salir a visualizar lo que del escritorio resultaba invisible, odiar a la resignación, como a la gran losa que nos aplasta. Siento nostalgia por todo lo andado. Pero no abandoné la idea de hacer la revolución que nos hace falta en el siglo 21”, resalta.

De la tragedia al futuro

Y el autor recuerda una tarde entrerriana en la ruta nacional 14, cuando se vislumbra “el camino de la cooperación y la integración regional, el desafío de hacer fuerte una integración productiva. Artigas, es hoy una palabra poderosa en la región, supone una reapertura del futuro”.

La tragedia histórica del federalismo en nuestro país es que siempre ha sido un concepto manoseado en la región. Pero Artigas nos hace querer la región, en la disputa por el nuevo orden social, en la media que explotemos, promocionemos y ampliemos el nuevo decir artiguista”, admite.

También sostiene que “el sistema de participación popular y sensibilidad artiguista, ante los problemas derivó con el paso de los años en una concentración del centralismo. La nuestra es una era de temor al confederalismo. Por lo tanto el artiguismo es una revolución regional perdida, fracasada. Sólo por una convención reduccionista en nuestra vida apresurada, por mera comodidad, decimos simplemente la palabra Artigas, sabiendo que en realidad queremos decir que queremos vivir en otra forma”.

La Liga Federal ya no existe hace dos siglos, pero remar contra la corriente es único, tal como hizo Artigas, y es la tentación de regresar a la historia”, dijo.

Nocera, por otra parte, compartió esa noche relatos sobre los momentos que vivió junto a su padre y las charlas que ambos mantenían sobre el artiguismo. Viajar, entonces, “era algo imposible para ese momento, yo tenía sólo un sueldo al que le descontaban un crédito en los primeros días de cada mes”, explicó.

Pero mi padre me preguntó una vez sobre si hay muchos libros de Artigas escritos por argentinos. El único federalismo que importa es el de Artigas, que se ha perdido, y el resto de la historia es una sobra que intenta recuperarlos. En ese instante, antes de morir, me dijo: «Habría que viajar para comprobarlo»”.

Fuente: El Eslabón.

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