La Cámara Federal de Rosario resolvió que la muerte de Gerardo “Pichón” Escobar (23), un joven desaparecido el 14 de agosto pasado tras salir de un bolichesea investigado como presunta desaparición forzada de persona.
La sala “B” de la Cámara rosarina revocó el fallo del 8 de abril pasado por el que el juez federal 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, se declaró incompetente para investigar el caso.
De acuerdo a las pruebas e indicios colectados hasta el momento, que señalan la presunta participación de dos policías y tres patovicas en el hecho, a lo que se añade un posible encubrimiento de parte de una comisaría, los camaristas entendieron que el caso debe caratularse como desaparición forzada de persona e investigarse en la Justicia Federal.
Escobar, empleado municipal de Parques y Paseos, fue visto por última vez con vida la madrugada del 14 de agosto del año pasado al salir de un after hour llamado “La Tienda”, ubicado en el centro de Rosario, y luego su cuerpo fue hallado flotando en el río Paraná siete días más tarde.
Videos de cámara de vigilancia y testimonios señalan que habría mantenido una discusión con el personal de seguridad del boliche, entre los que había policías adicionales.
Su cuerpo apareció flotando en el río Paraná el 21 de agosto y según la autopsia sus pulmones no tenían agua, por lo que no habría muerto ahogado.
Sin embargo, los estudios periciales indican que la causa de la muerte podría ser la asfixia, y que falleció entre 4 y 6 horas después de que salió del boliche “La Tienda”.
Antes del paso al fuero federal, la Justicia ordinaria de Rosario imputó con prisión preventiva al patovica Cristian Viva (36) acusado de haber matado al joven “con golpes de puño y de la rodilla en distintas partes del cuerpo”.
Además, fueron imputados por presunto encubrimiento agravado los policías Luis Alberto Noya (32) y el efectivo con carpeta psiquiátrica Maximiliano Anselmi (32), quienes realizaban servicio adicional.
La misma acusación recibieron los patovicas César Darío Ampuero (30) y José Luis Carlino (33) por “haber ocultado el cuerpo” para luego “arrojarlo a la orilla del río Paraná”.
La investigación determinó que Escobar habría estado alojado en la seccional 3ra de Rosario, aunque no quedó registro del hecho.
En el teléfono del patovica Vivas las pericias encontraron al menos 13 contactos de policías y llamadas a la seccional 3ra luego de la desaparición de Escobar, mientras que un testigo dijo haber escuchado que la madrugada del 14 de agosto ingresó un chico a la comisaría y fue golpeado.
