¿Está cambiando la matriz productiva del país con las medidas económicas de los últimos meses? La pregunta tiene un eje ineludible: las importaciones. Coronar una torta con una frutilla polaca no es algo que pase desapercibido como tal vez sí sucede con las humildes esponjitas de cobre de las que entraron 208.280 unidades, un 23.731 por ciento más que el año pasado. ¿Qué correlato tiene este nuevo escenario en la vida de los santafesinos y en Rosario en particular? La pregunta fue el tema de la semana en el Palacio Vasallo y su respuesta dividió aguas.
“El Concejo expresa su preocupación respecto al incremento de casi el 200 por ciento en el ingreso de productos importados al mercado local, en comparación con el último año, viéndose muy perjudicada la industria santafesina de productos regionales y causando gran desequilibrio en la economía, donde en los últimos meses cayó considerablemente la demanda en el mercado interno”. Esa fue la piedra de toque del debate y la dio el concejal Carlos Cossia (Peronismo Solidario) en la comisión de Producción y Promoción del Empleo.
Esa resultó también la posición votada en la sesión del jueves, donde el bloque PRO desestimó la preocupación de Cossia, basada en los números que dio a conocer el Observatorio de Importaciones. El observatorio es una herramienta del ministerio de la Producción de Santa Fe, que tiene como función monitorear el movimiento importador para poder realizar análisis preventivos, a fin de alertar al sector productivo y comercial vernáculo.
“Tiene mala información”, dijo sin vueltas el portavoz del PRO, Alejandro Roselló sobre el tema que monopolizó el debate. Y contrapuso a los números del Observatorio lo que llamó información oficial del Ministerio de la Nación. “Lo que pretende dejar ver Cossia es que el gobierno anterior era proteccionista y el actual no lo es, es indiscriminado con respecto a la producción local, no le importa, por lo tanto abre la importación perjudicando a la industria argentina. Eso es mentira”, puntualizó.
“Hay que administrar las importaciones, necesitamos producir, hoy la Argentina no es competitiva ni con la región”, dijo Roselló. Además, dijo que la Declaración que promovía Cossia tenía su importancia porque era una manifestación política del Cuerpo.
Liberalismo argento
“Quiero decirles a algunos voceros del liberalismo argentino que nosotros no estigmatizamos a las importaciones. Puede haberlas buenas o malas, pero lo que está sucediendo en el país es preocupante, se está destruyendo el aparato productivo”, dijo el ministro de la Producción, Luis Contigiani, al Eslabón.
Según el ministro de la Producción del gobierno de Santa Fe, “a partir de una falacia de que la industria nacional no es eficiente, ellos abren la economía, generan una apertura económica y legitiman las importaciones”. Y ajustó el foco al máximo para referirse a la causalidad, es decir la pelea de fondo: “Son importaciones que vienen a competir con productos nacionales en condiciones desfavorables de competitividad con el país de origen”, dijo Contigiani. ¿A qué remiten estas palabras?¿Qué parámetros entran en la ecuación que define competitividad? La respuesta es casi escolar, a los costos de producción, como por ejemplo, el salario y su efecto crujiente en el mercado interno. ¿Nacerá ahí entonces la preocupación de los ediles rosarinos que votaron la Declaración duramente cuestionada?
“Cuando la competencia es desleal se resiente el mercado interno. Hablamos de desleal cuando competimos con productos que vienen de afuera subsidiados en el precio y la producción. Obvio que nuestro mercado interno no tendrá posibilidades”, terció la edila Lorena Giménez Belegni, entre otras tantas exposiciones en la sesión. Y dijo que “el contexto local en el que hoy tenemos que hablar de importación no es el mismo que antes porque tenemos caída de actividad económica, recesión, aumento de costos y alta inflación”.
Justamente en este contexto, se genera un nuevo informe del Observatorio que Contigiani dará a conocer el viernes 30 de septiembre, en Rafaela. Allí se tendrán los números que corresponde al mes de la primavera en el que, según trascendió, lo que predominan son los nubarrones en el sector industrial.
Los datos que manejó Cossia corresponden al informe que el titular de la Producción dio a conocer en Rosario el 26 de agosto, articulando rubros, cifras y porcentajes. Data dura, como suele decirse, que deja afuera a la opinión. En el informe se lee que la importación de pollos trozados aumentó un 656 por ciento entre enero y agosto de este año con respecto a igual período del 2015. Eso sólo a modo de ejemplo, porque las zanahorias le ganan en sorpresa con un 108.509 por ciento.
Como dijeron algunos ediles, cuando para contrarrestar los números algunos cuestionaron las importaciones que entraron al país en el período de Guillermo Moreno, “lo que hay que ver es qué se importa, porque puede ser un rubro sensible en la producción”, como dijo el concejal Eduardo Toniolli (PJ). El edil desmenuzó así el argumento de que la situación actual no amerita preocupación alguna porque según el Indec, en el primer semestre las importaciones bajaron en términos generales.
Según el edil, en los datos el Indec incide la baja que se registró en los insumos para la industria. ¿Por qué? Justamente, por la retracción del sector. “Lo que sí subió es la importación de bienes finales, es decir, de consumo”, dijo Toniolli que votó a favor de la Declaración de Cossia junto al resto de las bancas justicialistas, el socialismo y Ciudad Futura, además del Partido del Progreso Social. Votaron en forma negativa la bancada PRO y los ediles Martín Rosúa (UCR1983), Daniela León (Unión Cívica Radical) y Jorge Boasso (Bloque Radical).
Las concejalas Lorena Giménez Belegni (Progreso Social), Norma López (Frente para La Victoria) y Marina Magnani (Unidos y Organizados-FPV), suscribieron la iniciativa de Cossia que tomó el formato de Declaración.
¿Qué puede hacer el Concejo en el tema? Exactamente eso, declarar, hacer pública su preocupación que en un engranaje político no debería pasar desapercibido. La prevención de Roselló al respecto, parece coincidir al dimensionar el asunto. ¿Por qué? Porque el Concejo es la primera caja de resonancia adonde llega la gente con sus penurias de vida cotidiana, en esta ocasión, las fuentes de trabajo y la depresión del mercado interno.
“Los invito a visitar el Observatorio de Importaciones de la provincia de Santa Fe (www.santafe.gov.ar) y si eso no los convence, entonces invitemos al ministro Luis Contigiani para que venga. Si no vamos a confiar en él, ¿en quién confiamos?”, cerró Cossia en un debate argumentado, como pocas veces, desde la ideología, esa esquiva estructurante de la vida cotidiana que le puede hacer creer a la gente que es libre sólo porque elige el precio de los pimientos.
Fuente: El Eslabón