Marchas, protestas, cortes de rutas, tomas de palacios gubernamentales, saqueos y pedidos de destitución del presidente Peña Nieto, quien echó leña al fuego con un aumento de combustibles que incendió un país ya harto de un gobierno marcado por la corrupción, la represión y los ajustes.
Las protestas ya llevan casi una semana. En las calles, en las rutas, en las plazas, en el mundo virtual. Incluso un grupo de manifestantes ingresó al Palacio de Gobierno del estado de Aguascalientes y la idea es ocupar cada vez más edificios públicos. “México bronco”, dicen las pancartas. Y efectivamente, la bronca es mucha. Las cifras oficiales mencionan más de sesenta detenidos pero los manifestantes dicen que son muchos más y denuncian todo tipo de abusos por parte de las fuerzas de seguridad.
“¡No al gasolinazo!” y “¡Fuera Peña!” son las dos consignas que más se escriben, se gritan y se reproducen a través de las redes sociales.
El alza en el precio de los combustibles a partir del primer día de 2017 fue la medida que colmó la paciencia de un pueblo ya harto del gobierno neoliberal, corrupto y represivo de Enrique Peña Nieto, cuya renuncia vienen exigiendo desde hace tiempo, distintos sectores y por motivos distintos, variados, pero convergentes.
“Debíamos buscar la forma de llevar al presidente a un juicio político porque pensamos que todo lo ha hecho en contra de su pueblo. Queremos que destituyan a Peña Nieto», señaló Ernesto Pacheco, quien acudió a la manifestación porque está en desacuerdo con las políticas del mandatario, según informó el sitio de noticias del canal venezolano Telesur.
A través de las redes sociales, se invitó a los ciudadanos para que de 10 a 13 no realicen movimientos bancarios, ni compras, ni llamadas telefónicas y que dejen de ver televisión.
Asimismo, informó Telesur, se convocó para una gran manifestación en la plaza principal de cada estado. En la Ciudad de México, el punto de reunión será en la plancha del Zócalo en punto de las 10.
El diario Reforma dio a conocer que a raíz de robos y actos de vandalismo que se dieron en protesta por el gasolinazo, el Grupo Gasolinero G500 cerró 50 estaciones de servicio en la Ciudad de México y su zona conurbana.
Asimismo, Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que los bloqueos que se realizan a gasolineras han llevado a una situación crítica de distribución y suministro en estaciones de servicio de Chihuahua, Morelos, Durango y Baja California.
En octubre de 2016, la Cámara de Senadores de México aprobó la liberación gradual de los precios de la gasolina y el diesel a partir del 1º de enero de 2017 “para ahorrarse el oneroso subsidio público con el que se controlaba su alza”. Y apenas entró en vigencia esta medida, México literalmente se incendió.
La suba de los combustibles, que rige en 29 de los 31 estados mexicanos, es la mayor de los últimos 20 años
En plena etapa de vacaciones navideñas el aumento del precio de la gasolina de hasta un 20 por ciento colmó la paciencia de un pueblo ya harto de Peña Nieto, que primero se limitó a decir “feliz año nuevo” sin siquiera mencionar la crisis desatada, pero luego, obligado a decir algo sobre el tema, acudió al viejo y gastado versito de todo ajustador: «Es una medida dolorosa, pero inevitable”.
El impacto del gasolinazo sobre la economía puede ser nefasto: los aumentos provocarán desempleo, inflación, estancamiento económico y podrían aumentar la contracción económica y producir recesión.
El diario La Jornada informó que las protestas se vienen desarrollando en Chihuahua, Morelos, Estado de México, Guanajuato, Veracruz, Coahuila, Nuevo León, Colima, San Luis Potosí, Quintana Roo, Puebla, Sinaloa, Guerrero, Jalisco, Hidalgo, Zacatecas, Tamaulipas, Chiapas, Michoacán, Campeche, Sonora, Tlaxcala, Durango, Oaxaca, Yucatán, Nayarit, Tabasco y Baja California.
En casi la mitad de los estados del país se registraron al menos 50 bloqueos carreteros en vías federales, estatales y caminos locales, según reportó la Policía Federal.
La Policía Federal reforzó su presencia en 19 puntos del país, donde hay piquetes que interrumpen la circulación en reclamo por el gasolinazo. Así lo dio a conocer la Comisión Nacional de Seguridad en un comunicado, en el cual estableció que se reitera el compromiso de “respetar y hacer cumplir la ley, actuando con estricto apego a los protocolos establecidos y a los Derechos Humanos de la población”.
Los manifestantes tomaron gasolineras, evitaron la venta y regalaron combustible. En Acolman, los pobladores quemaron un vehículo particular y dañaron una patrulla en el Real del Valle. Hubo saqueo de combustible en dos puestos de Pemex y en expendios de gasolina en Villa Nicolás Romero, Tultitlán y Ecatepec.
En Ixmiquilpan, Hidalgo, los pobladores cerraron las sucursales de Comercial Mexicana, tiendas Oxxo, Aurrerá, Coppel, Elektra, la Comisión Federal de Electricidad y el Servicio de Administración Tributaria, según reportó una emisora de radio indígena del valle del Mezquital. Los manifestantes acusaron a estas empresas de estar acabando con el comercio local y de financiar a “políticos corruptos que aprobaron el gasolinazo” y de explotar a sus empleados con sueldos miserables.
La Policía Federal informó además que hay 10 tramos carreteros de Chihuahua en los que tienen registrados bloqueos de manifestantes, y que en al menos 30 municipios se registran protestas en oficinas y plazas públicas, informó el diario La Jornada.
En casi todos los estados los manifestantes tomaron casetas de peaje y dejaron el paso libre a los automovilistas.
Con un ataúd que simulaba la “muerte de la economía mexicana”, se realizó una marcha fuera de la refinería Francisco I. Madero, en Tamaulipas.
