Mauricio Macri dio un abierto apoyo al intendente de Santa Fe, José Corral, para que deje su cargo. No, no es que le pidió la renuncia, sino que lo alentó a convertirse en la cabeza de la lista de candidatos a diputados nacionales de Cambiemos en la provincia, en los comicios de agosto (primarias) y octubre (generales). “Me gustaría que sea candidato”, dijo el presidente en su paso por la provincia el jueves. De todos modos, dejó en claro que si es necesario, las diferencias internas se dirimirán en las urnas: “Las Paso son una herramienta, puede que ser que sirvan, no hay que estar cerrados”, dijo. En el PRO santafesino sus dos sectores internos se preparan para la contienda, a la espera de una resolución de la Casa Rosada que incluye el acuerdo con la UCR.

Macri estuvo con Corral en Santa Fe, donde inauguró viviendas destinadas a personas que sufrieron la inundación de abril del año pasado. Luego, en Rosario, donde acostumbra brindar una entrevista a un canal de televisión amigo, dijo que le gustaría que Corral encabece la lista.

“Tiene un enorme compromiso como intendente de Santa Fe, pero la verdad que sería bueno para Cambiemos en la provincia que él asumiese ese rol”, sostuvo el presidente, para abonar luego el lugar común en estos casos: “Aunque todavía no se habló”.

Corral es tal vez, con sus limitaciones de nivel de conocimiento en la provincia, el postulante más taquillero electoralmente que Cambiemos pueda ofrecer al electorado.

Sin embargo, jugarlo en los comicios legislativos de medio término implica un riesgo: dejar la intendencia de Santa Fe, apetecida por el socialismo en cuyas filas, aseguran, tienen como hombre imbatible para 2019 al periodista Emilio Jatón, senador por el departamento La Capital.

Pero, a la vez, Cambiemos necesita una figura electoralmente potable para las legislativas nacionales, cuando se juega la chance de mejorar su número de escaños en el Congreso, donde está en minoría. Que, valga la acotación, no le ha traído grandes dolores de cabeza hasta ahora, pero siempre es mejor contar con tropa propia que alquilar la ajena.

Unificación o Paso

“José (Corral) es una figura unificadora, porque cuenta con el apoyo mayoritario dentro del radicalismo. Si esa es la decisión (que sea candidato a diputado) nosotros la vamos a apoyar, porque además significa tener un candidato para 2019”, dicen a el eslabón en el sector del PRO que lidera Federico Angelini, presidente del partido a nivel provincial y diputado.

Aclaran que la cuestión no está resuelta, entre otras razones porque el que debe tomar la decisión es Corral. Y no se trata de timidez en el caso del intendente, sino de evaluar si para llegar con chances a las elecciones de gobernador de 2019 es mejor conservar el municipio de la capital o enfrentar un proceso eleccionario nacional ahora, que sirve para “instalarse” en el mercado de candidatos conocidos pero aleja del territorio.

El propio Macri dejó entreabierta la puerta, en su visita a la provincia, al camino de la contienda interna. Si bien encomió la figura del intendente radical, no descartó que la coalición que lidera el PRO elija sus candidatos a diputados en elecciones primarias.

Se mostró más inclinado a lograr una lista “de consenso” pero, de no alcanzarlo, “las Paso son una herramienta, puede que ser que sirvan, no hay que estar cerrados”, avisó el presidente.

La decisión del PRO y la UCR santafesinos de concurrir a las elecciones de diputados nacionales en sólido maridaje no está puesta en cuestión. El armado de lista, sí.

Si el “unificador” acepta la partida, la discusión en el PRO provincial –que puede extenderse a la Casa Rosada– radica en el seleccionar el segundo/a de Corral en la lista.

“Nosotros aportaremos nuestro nombre, que puede ser el de alguien que deja la banca y puede renovar”, sostienen al lado de Angelini. El nombre, que no se menciona abiertamente, huele a perfume de mujer.

Orgullo y llamado

Enfrente de ese sector, el actual diputado nacional del PRO –que también concluye su mandato en diciembre–, Luciano Laspina, ya lanzó su candidatura para renovar la banca que deja.

En seis meses, Laspina pasó de sentirse “orgulloso” por los dichos de Elisa Carrió, quien lo mencionó como su hombre para suceder a Miguel Lifschitz en la Casa Gris, a considerar que tiene “la obligación moral” de ser candidato porque se lo pide “el proyecto”.

El 6 de julio pasado el diputado, que preside la comisión de Presupuesto de la Cámara baja, dijo a La Capital que “no es sorpresa lo que sentí cuando leí en el diario lo que dijo Lilita, sentí orgullo porque es alguien a quien respeto mucho”.

En esa nota reconoció que “alguien mencionó que yo no tenía aparato territorial y es verdad”, pero no lo consideró un escollo para su carrera política hacia objetivos más ambiciosos.

Cuando le preguntaron si, como proponía Carrió, él podía ser candidato a gobernador de Santa Fe en 2019, Laspina respondió que el asunto no le produce excitación, pero tampoco temor. Ni fu ni fa.

“Ni me subo ni me bajo, ni pido que me saquen de la cancha. En Santa Fe yo voy a apoyar al candidato que avale el presidente. No se me caen los anillos por ser gobernador, ni siquiera me excito ante esa posibilidad. Pero si Cambiemos me lo pide, no me voy a asustar”, sostuvo.

Un semestre después, el 15 de enero último, en otra entrevista con el mismo diario el joven economista formado en las usinas neoliberales vernáculas, ya había sentido el irrevocable llamado del “proyecto”.

—¿Ya decidió si será candidato a diputado nacional?

—Sí. Tengo la obligación moral de serlo, porque me lo están pidiendo desde la conducción de nuestro proyecto. Y porque por alguna razón que sigo sin entender me he convertido en una pieza importante en el engranaje de la política económica. Estoy en la obligación de ser candidato y estoy a disposición de lo que defina el presidente Macri sobre la conformación de las listas.

Ya indudablemente excitado, y tal vez obnubilado por no conocer la razón que lo convierte en una pieza importante de un engranaje superior, Laspina lanzó su candidatura.

Comparte espacio en el PRO santafesino con los diputados nacionales Ana Laura Martínez y Lucas Incicco, entre otros. Y hoy sería el ministro de Economía de la provincia si 1.300 votos no hubieran marcado la diferencia para que Lifschitz le ganara los comicios hace dos años a Miguel del Sel en la carrera por la Gobernación.

Quienes participan del sector del PRO enfrentado al suyo, y al parecer no lo quieren bien, recuerdan a oídos de este semanario que Laspina “vive en Puerto Madero y sus hijos van a la escuela en Puerto Madero”.

¿Qué significa eso, además de indicar su poder adquisitivo y gustos personales? Que el diputado “no camina” la provincia por la que fue elegido –y quiere ser reelegido– legislador nacional; que no posee estructura propia ni una proyecto local, reseñan su contendientes.

“De todos modos, si Luciano tiene que ser el segundo de Corral no vamos a oponernos y apoyaremos la lista”, aseguran los que, minutos antes, habían recordado el domicilio porteño del diputado santafesino. Es que, esa decisión, puede ser tomada por el principal inquilino de la Casa Rosada, y a los jefes habitualmente es mejor no contradecirlos.

Fuente: El Eslabón

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