Los empleados de la industria de preparados de fruta no pudieron ingresar este martes a la planta, por lo que peligran 60 puestos de trabajo. “Hay que frenar la destrucción del empleo”, pidió el diputado Bacarella.
Los trabajadores de Agrana Fruit se vieron imposibilitados de ingresar a la fábrica de localidad de Coronda, ahora en manos de capitales austríacos. La empresa pretende despedir 60 empleados de esta ciudad santafesina y trasladar su producción a una planta que compró en Corrientes. En Coronda sólo quedaría el sector de congelados, que emplea a sólo cuatro personas.
“La sucesión de empresas en crisis y conflictos es muy preocupante. Tenemos que frenar la destrucción del empleo y las economías regionales”, dijo el diputado provincial Germán Bacarella tras visitar a los trabajadores en Coronda.
“Acá son casi 90 los trabajadores sometidos a la incertidumbre, a la inestabilidad de sus familias. Lo que dicen es que la empresa multinacional dueña de la fábrica resolvió dejar de producir aquí y solamente mantener un plantel mínimo. Y esto no solo golpea a sus empleados, también tiene una fuerte repercusión más general”, señaló.
El legislador del Frente para la Victoria sostuvo que “esta planta venía procesando frutilla y otras frutas, muchas de ellas proveídas por productores de toda esta región”, y agregó: “No se puede permitir que una fábrica que genera valor agregado a toda una cadena productiva regional deje de trabajar así porque sí”.
“Estuvimos con los trabajadores, con dirigentes del Sindicato de la Alimentación, con el intendente de Coronda Marcelo Calvet. El gobierno provincial ya está al tanto, el jueves hay una audiencia en el Ministerio de Trabajo y lo que se espera es que se dicte la conciliación obligatoria. El gobierno santafesino tiene que garantizar los puestos de trabajo y la continuidad de la actividad. Coronda es una ciudad de unos 20 mil habitantes donde 60 o 70 puestos de trabajo menos golpean muy duro”, informó el diputado provincial.
Por último, Bacarella añadió: “Esta empresa provee a otras industrias de la alimentación, especialmente del sector lácteo, afectado por la recesión, por lo sostenida caída del consumo interno. El gobierno nacional tiene que entender que si no modifica su modelo económico se somete al desempleo, la pobreza y la exclusión a millones de argentinos”.
