El presidente de Brasil Michel Temer fue grabado dando su aval para comprar el silencio del detenido ex diputado Eduardo Cunha -su aliado- y considerado el cerebro del juicio político que destituyó a Dilma Rousseff.
El mandatario brasileño fue grabado por los dueños del mayor frigorífico el mundo, JBS Friboi, dando su visto bueno a la compra del silencio de Cunha, su estrecho aliado y promotor del impeachment que destituyó a la ex jefa de Estado Dilma Rousseff, según la Red de TV O Globo.
El escándalo provocado por la revelación, en un caso en manos de la Fiscalía General y que está en conocimiento de la corte suprema, provoca la peor crisis desde el inicio de la gestión de Temer, quien negó los hechos a través de un comunicado.
La oposición, en tanto, pidió elecciones anticipadas y presentó un pedido de juicio político.
También la edición online del diario O Globo publicó que el ex candidato presidencial derrotado en 2014 Aécio Neves, un senador aliado de Temer, le pidió unos 600 mil dólares a los dueños de JBS para pagar su defensa en la Operación Lava Jato, una transacción que se hizo y fue filmada.
El nuevo escándalo revelado por O Globo involucra a nuevos delatores en el megaescándalo de corrupción que socava el sistema político de Brasil, los hermanos Joesley y Wesley Batista, dueños del mayor frigorífico del mundo y que sirvieron de «carnada» para Temer y Neves en filmaciones controladas por la fiscalía y la policía federal.
En una de las conversaciones, según las filmaciones de marzo pasado en poder de la Fiscalía General de la República citadas por O Globo, Temer es informado por Wesley Batista que le estaba pagando a Cunha y al lobista Lucio Funaro, presos en la Operación Lava Jato, para que permanezcan callados y no entreguen a nadie.
«Hay que seguir haciendo eso», dice Temer en la grabación revelada por el sitio online del diario de Río de Janeiro.
Joesley Batista entregó a la corte suprema la grabación, en la cual también consta que Temer negoció la entrega de 500 mil reales, unos 150 mil dólares, en concepto de coima para resolver asuntos del gigante JBS con el Estado.
El dinero lo recibió el diputado Rodrigo Rocha Lourdes, quien fue filmado, siempre según O Globo.
Los hermanos Batista estuvieron el miércoles pasado declarando todo ante siete abogados en el despacho del juez de la corte suprema Edson Fachin, instructor del caso Lava Jato para personas con fueros.
La situación es de tal gravedad que el presidente de la Cámara de Diputados y primero en la línea de sucesión, Rodrigo Maia, interrumpió la sesión al conocerse la noticia en el portal de O Globo y se marchó rápidamente hacia el Palacio del Planalto.
«La situación es grave», dijo Maia al salir hacia la sede del gobierno.
«Temer jamás solicitó pagos para obtener el silencio de Eduardo Cunha, no participó ni autorizó cualquier movimiento con el objetivo de evitar la delación del ex parlamentario. El encuentro con el empresario Joesley Batista ocurrió en marzo pero no hubo en la conversación nada que comprometiera la conducta del presidente», afirmó un comunicado del gobierno.
La situación generó una rápida reacción en la base oficialista, que estaba tramitando las reformas jubilatoria y laboral, dos de los principales objetivos del ajuste económico de Temer.
El diputado Alessandro Molon, del partido Rede, de la ex candidata presidencial Marina Silva, pidió el impeachment de Temer por delitos de responsabilidad, mientras que el izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) reclamó elecciones anticipadas mediante una reforma constitucional urgente.
También provocó un gran impacto la revelación sobre Neves, quien denunció a Rousseff por irregularidades en la campaña de 2014. Se trata del presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y un senador que es el gran respaldo para la gobernabilidad de Temer.
El senador le pide al empresario, según la grabación, dos millones de reales, unos 600.000 dólares, para sus gastos de defensa en la Operación Lava Jato.
La entrega del dinero fue hecha por un primo de Neves que fue filmado por la Policía Federal en acuerdo con los empresarios Batista, que realizan una delación premiada pero ahora con colaboración activa.