La importancia de autorizar a la Municipalidad a tomar deuda es proporcional al recorrido que lleva su tratamiento en el Concejo. Viene del año pasado, genera consensos y disensos de igual intensidad. Parafraseando aquella canción movediza, ¿qué tendrá el endeudamiento que a todos los vuelve locos? Por lo pronto, la sesión de la próxima semana se traslada al martes por el feriado del 25 de mayo. ¿Será el día D de la saga?
En la semana que termina el tema picó en punta y avanzó un casillero, pero luego encontró un freno en la Comisión de Gobierno y dejó la piel tan sensible que en la sesión del jueves se coló sin estar en el orden del día. El concejal Jorge Boasso (Bloque Radical) pidió el tratamiento sobre tablas del expediente de endeudamiento, el revuelo fue generalizado y la idea no prosperó.
Así de fuerte y picante está el asunto, aunque a la hora de los pronósticos es posible que avance. Pero ya se sabe que nada es seguro, ni la meteorología. Por ahora el proyecto impulsado por el bloque del Frente Progresista Cívico y Social logró la adhesión de la banca de Ciudad Futura, que firmó el despacho de la Comisión de Presupuesto.
La tribuna que siempre opina vislumbra una votación posible, sumando los cinco concejales del PRO, pero los integrantes de ese bloque dicen que aún no hay nada definido. Las hipótesis incluyen un voto positivo de la banca de Carlos Cossia (Peronismo Solidario). “Si hay un seguimiento a través de una comisión que incluye a organismos de la comunidad, tal como propuse, no tendría problemas”, dijo el edil.
Si todo esto resultara cierto, faltaría sólo un voto para aprobar el proyecto enviado por el Ejecutivo, porque se requiere mayoría especial: 19 de los 28 ediles. Si todo fuese cierto, claro. Los pasillos a veces ficcionan demasiado. Es más, hasta suelen hacer jueguitos para la tribuna.
Enfrente de esta hipótesis se ubica una oposición que se plantó en los mismos argumentos que esgrimieron en diciembre pasado, cuando también se debatió el tema. Algunos son tan rotundos que no se avizora que puedan cambiar de opinión por más que se hagan modificaciones al proyecto original, que ya tuvo un par de intervenciones como gesto de consenso.
Lo nuevo
La concejala Verónica Irízar (Bloque Socialista) es la encargada de repasar los puntos relevantes del despacho que el proyecto de endeudamiento logró en la Comisión de Presupuesto. “Se aprueba una toma de financiamiento por parte del Municipio de 146 millones de dólares para emitir bonos, colocar letras o el mejor instrumento que se determine”, dijo a el eslabón.
El prorrateo de ese fondo, en dólares, sería el siguiente: 126 millones para obras –entre las que se destaca la remodelación integral de Mangrullo Saladillo, como solución para 500 familias y la zona–. Otros 50 millones para Bajo Ayolas, Nuevo Alberdi, Cullen y Sorrento. Y también incluye pavimento definitivo y provisorio, con 26 y 12 millones respectivamente.
Según Irízar, otro ítem importante es la reactivación del transporte eléctrico, con 20 millones de dólares, creando el corredor norte sur. Otros 10 millones para el Plan de Integración Urbana (que compensa al actual Abre), con apertura de calles e iluminación en barrios de mayor vulnerabilidad social; 4 millones para equipamientos deportivos barriales y un mercado en las zonas más periféricas que permita a los emprendedores tener su boca de venta y gran centro de capacitación en oficio.
Además, según la edila, el despacho que aprobó Presupuesto incluye 20 millones de dólares para capitalizar el Banco Municipal, que “está en una posición muy sólida pero está necesitando aumentar su patrimonio por lo que establece el Banco Central, lo que permitiría generar líneas de crédito por mil millones de pesos destinados a créditos hipotecarios, inversión productiva, comercios y pymes. “Estimamos que esto reactivaría la economía de la ciudad en un contexto actual complicado”, expresó. Y dijo que también se aprobó el anticipo de fondos con la Provincia para resolver la reestructuración del pasivo que tiene el municipio.
Otro punto importante fue la modificación de la Comisión de Seguimiento y Control de las obras y el crédito, incorporando dos concejales más y tres representantes de la sociedad civil a través de sus instituciones.
Las voces opositoras
“Hay que mirar esto con una enorme responsabilidad, no sé si se dimensionó que tomar deuda por casi 200 millones de dólares requiere una capacidad de pago importante”, dijo Diego Giuliano (Rosario Federal). Y agregó que los intereses y costos rondarán los 15 millones anuales. “Esto está preanunciando el fin del ciclo socialista en Rosario”, dijo en un giro político sin anestesia.
“El socialismo ha tenido logros y errores, pero nunca llevó a la ciudad a endeudarse con título de deuda pública con los Fondos Buitres y la jurisdicción del juez Griesa”, dijo Giuliano. Además acuñó una frase rotunda: “Creo que se dan cuenta de que el futuro ya no les pertenece y están dispuesto a endeudarnos hasta la coronilla, con una moneda dura en una jurisdicción extraña”.
A pesar de lo estricto de su posicionamiento, Giuliano dijo que votaría a favor sólo para obras puntuales, y de a una, no en ristra. “Para la obra del Saladillo, que sale 25 millones de dólares, y como en los años que lleva en el gobierno, el municipio no hizo nada relevante por el sur, mire, me animo a votarlos. Primero una, y que la hagan”, fustigó.
Desde Compromiso con Rosario, el justicialista Osvaldo Miatello reflexionó al respecto: “Desde el año pasado rechazamos el proyecto y mantenemos la misma postura. Más allá de alguna cosmética que van haciendo día a día, en lo sustancial se mantiene”. Y fue por los motivos del rechazo: “Porque hace 27 años que están gobernando la ciudad y las obras que vienen prometiendo año tras año. son las mismas que ahora quieren incluir en el endeudamiento”, dijo. Y agregó: “Hay un proceso de pérdida de confianza política en la Intendenta, ya no le creemos porque ha incumplido muchas veces los planes de gobierno y porque hay fondos específicos que no se ejecutaron o subejecutaron”.
“Si Rosario necesita determinadas obras, habrá que discutir cada una en particular y en ese caso estaremos en condiciones de darles un financiamiento. Pero no vamos a dar cheques en blanco, nuestra postura es clara y vamos a votar en contra”, enfatizó.
Otro bloque que también habló de mantener postura fue María Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular). “Fuimos muy críticos cuando la intendenta Mónica Fein envió el primer mensaje, entendemos que no corresponde cambiar deuda cara por deuda barata, es decir licuar los pasivos existentes”, dijo la edila. Y añadió que la “modernización del Estado” invocada era en realidad para gastos corrientes.
“No nos cierra tampoco la idea de la capitalización del Banco que para nosotros tiene una autonomía que puede por sí mismo tomar deuda y no necesita colgarse del endeudamiento del municipio”, puntualizó. Y aclaró que la nueva propuesta enviada se acerca un poco más a la posición del bloque.
Desde Ciudad Futura, se acompañó el despacho de Presupuesto, articulando con su proyecto Barrio Ciudad, que “conjuga obras e infraestructura con políticas sociales, económicas y culturales para abordar desde una perspectiva estratégica y planificada el principal problema que tiene Rosario: la desigualdad y la violencia, que si no encaramos decididamente, nuestra ciudad nunca va a poder dar el salto que necesita”.
Pero sin duda la respuesta del millón fue la que dio Boasso cuando se le preguntó ¿por qué se opone al endeudamiento a nivel local si es el patrón que está ejecutando la Nación? “No se puede comparar un municipio no autónomo con el gobierno nacional”, arrancó el edil. Y dijo que el segundo maneja la política económica, la máquina de hacer billetes, el valor del dólar, la política de importación y exportación, y tiene poder tributario.
“Es decir, si el día de mañana no puede pagar la deuda que hoy genera, puede crear los recursos para pagarla, tiene capacidad de pago. La provincia, parecido, porque tiene poder tributario; pero el municipio de Rosario no, y lo único que puede hacer es crear tasas retributivas de servicios o derechos”, explicó.
“Un municipio que generó una deuda de 1.200 millones de pesos, y que no sólo no pudo pagar sino que lo fue aumentando cada año, ¿qué garantía le puede dar al rosarino, para que no le metan una vez más la mano en el bolsillo, de crearle una deuda que se elevará a 5.000 millones de pesos? Es una irresponsabilidad política, quieren que todos paguen la fiesta que generaron”, enfatizó.
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