“Mi hija no se autoflajeló. Tiene una garrotazo en la cabeza, una trompada en la boca y escoriaciones en la rodilla. Ella fue golpeada, una vez más. Era habitual que la tomen de punto los policías de esa comisaría (por la 7ª)”. El testimonio corresponde a Claudia, la mamá de Elina, la joven de 27 años que el viernes 12 de este mes fue detenida en la dependencia policial de Cafferatta al 300 y terminó internada en coma en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Claudia sostiene que a su hija le pegaron y se les fue la mano. “Se asustaron y llamaron a la ambulancia. Sino, mi hija se moría sola”.
Elina es la única hija que tiene Claudia. Su mamá contó a este medio que la joven vive en pareja en la zona de Mendoza y Rouillón y tiene dos hijos. “Somos amigas”, sostuvo. Y explicó que a veces Elina sale, va a algún recital y vuelve a dormir a la casa de Claudia. “Esa noche me mandó un mensaje avisándome que volvía a dormir acá. Pero nunca llegó”. La policía irrumpió en el domicilio de Claudia, contó ella, a eso de las tres y media de la madrugada. Le dijeron que Elina estaba internada en el Heca, que la encontraron exaltada, “fuera de sí”, y que se puso a pelear y se golpeaba la cabeza. Lo cierto es que cuando llegó al Hospital, su hija estaba en coma con un pequeño derrame y un traumatismo de cráneo.
La noticia que circuló – y circula – respecto a este caso se basa en la premisa de que Elina es una mujer adicta, que la habían llevado detenida por causar disturbios y que dentro de la Comisaría se autoflajeló. Las primeras repercusiones que llegaron al respecto fueron para cuestionar el accionar policial por no haber aplicado la Ley de Salud Mental. Luego, se sumaron las voces de amigos, amigas y testigos que aseguran que Elina estaba consciente y que los policías la llevaron a los golpes.
Claudia sostiene que hay otra versión de los hechos y es la que ella reconstruyó y quiso hacer pública. La mamá de Elina sostiene que ese viernes por la noche, cerca de las 22.30, Elina fue interceptada en la esquina de Catamarca y Cafferatta por cuatro policías: dos hombres y dos mujeres. “Yo no sé si mi hija estaba haciendo disturbios o discutiendo, pero se les plantó, se puso a discutir. Una chica con la que hablé me contó que se la llevó más lejos para frenar la situación pero que un pibe la molestó después y ella volvió a encararlo. Ahí fue cuando la policía la tiró al piso, le pegó y se la llevó a la comisaría. Lo que sabemos es que estaba consciente, caminaba”.
No se sabe qué más pasó con Elina: lo siguiente es que fue trasladada al hospital Centenario y después al Heca. La madre no sabe dónde está la ropa de su hija, tampoco sabe si le hicieron algún examen ginecológico. Elina ya despertó del coma pero continúa internada en terapia intensiva. Todavía no se conocen las secuelas. Claudia contó a este medio que no puede mover bien los brazos y tiene sueño permanentemente. Ella y su yerno fueron llamados a declarar pero no tiene mucha más novedades sobre el estado de la causa.
“Lo importante es que a alguien le saltó la ficha, sino Elina se muere sola”, sostuvo la madre. Claudia contó también que sabe que su hija entró más de una vez a la 7ª, que era habitual que la tengan de punto en la zona. “Tengo versiones de que era común que la humillen. La vienen torturando hace rato”. La mujer dijo que era común que su hija tome mucho alcohol, pero que no era adicta a ninguna droga. “No sabemos si estaba drogada, porque no vimos ningún análisis. Yo sé que ella toma alcohol, y si consumió otra cosa fue porque se le antojó, no era adicta. Le gustaba la parranda, sí, pero la tenían de punto”, destacó, dejando en claro que no hay forma de justificar lo que le sucedió a su hija.