En allanamientos realizados por Gendarmería, detuvieron a 31 policías, entre ellos, el director de Asuntos Internos de Santa Fe. “Es un avance muy esperado”, dijo el abogado Salvador Vera. Desde la provincia descartan cambios.
En un operativo ordenado por el juez federal Carlos Vera Barros, la fuerza nacional realizó este lunes distintos allanamientos en el marco de la investigación por la muerte de Franco Casco, el joven que en octubre de 2014 fue detenido en la comisaría 7ª y 22 días después apareció muerto en el río Paraná: el saldo fue la detención de 31 policías, entre ellos, el jefe de Asuntos Internos Anibal Candia.
En declaraciones radiales, el abogado querellante Salvador Vera señaló que “hoy se terminaba el secreto de sumario y esperábamos que se produzcan movimientos importantes en la causa”, y celebró “este avance porque era muy esperado por la familia, ya que existían muchos elementos para seguir”.
Además, el abogado de la familia Casco adelantó que “también estarían involucradas tres personas que trabajan en el Instituto Médico Legal de Rosario”, quienes trabajaron sobre el cuerpo del chico.
Vera cuestionó duramente al gobierno provincial por los casos que involucran a la Policía, y aseguró que “el Ministerio de Seguridad de Santa Fe no tomó el caso con seriedad, sino todo lo contrario, ya que muchos policías sospechados de estar involucrados en esta causa y en otras similares, al tiempo fueron ascendidos en sus cargos”.
Por el contrario, el ministro de Gobierno de la provincia, Pablo Farías, descartó que se estén planteando modificaciones en la institución, y aseguró: «No protegemos agentes de la fuerza cuando son investigados, todo lo contrario: si se determina su responsabilidad tendrán que afrontarla, como cualquier otro ciudadano».
