La única vez que Argentina no pudo clasificar a un Mundial de fútbol fue al que rodó en 1970 en tierras mexicanas. Aquella vez, el 31 de agosto de 1969, el conjunto albiceleste tampoco pudo vencer al elenco peruano en un partido que también se jugó en cancha de Boca. Otra similitud es que en esas eliminatorias –desarrolladas en épocas en las que la AFA se encontraba intervenida por el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía–, desfilaron por la conducción técnica tres entrenadores: José María Minella, Humberto Maschio y Adolfo Pedernera; al igual que en las actuales, en las que lo hicieron Gerardo Tata Martino, Edgardo Patón Bauza y Jorge Sampaoli.

Otra particularidad es que Ricardo Gareca, conductor táctico del equipo de la banda roja que este jueves se llevó un punto de oro del reducto de La Ribera, fue quien convirtió el agónico tanto que le permitió al representativo nacional vencer justamente a Perú y acceder a la Copa del Mundo de 1986, que se disputó asimismo en México y que los dirigidos por Carlos Bilardo, y con la figura descollante de Diego Armando Maradona, terminaron levantando en un mediodía mágico de sombras arácnidas en el estadio Azteca. Lo curioso es que el Narigón terminó dejando afuera de la lista definitiva de convocados al delantero salvador que, años antes, había protagonizado –junto a Oscar Ruggeri– uno de las transferencias más escandalosas de la historia del fútbol criollo, en medio de una huelga de jugadores y pasando de Boca a River. De ahí en más, el flaco melenudo que supo vestir la camiseta de Sarmiento de Junín y que se retiró defendiendo la de Independiente en 1994, cada vez que volvió a la cancha del Xeneize tuvo que soportar, además de amenazas varias, el hiriente cantito de “Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir. Gareca tiene cáncer, se tiene que morir”.

Sí se puede, sí se puede

Lo que ocurrió este jueves pasado en una Bombonera que se preparó como nunca para recibir un partido decisivo fue que el nerviosismo, sumado al aliento constante –algo que hace rato no ocurría en el Monumental de Núñez, otrora sede de los partidos de la selección– que terminó siendo contraproducente, impidieron que el equipo del Zurdo Sampaoli pudiera alcanzar un juego colectivo ordenado y terminara dependiendo exclusivamente de las individualidades, sobre todo de la del pobre Lionel Messi quien, lejos de disputar uno de sus mejores encuentros, se las ingenió para fabricar 4 jugadas claras de gol y de estrellar el balón en uno de los palos del arco defendido por Pedro Gallese, a la postre la figura del encuentro.

Ahora, todas las fichas están puestas en lo que sucederá el próximo martes cuando Argentina visite, en la siempre complicada altura de Quito, al ya eliminado Ecuador. Esta edición del torneo preclasificatorio para el Mundial que en 2018 se jugará en la lejana y fría Rusia, es tan impredecible que, salvo Brasil, que le sacó 10 puntos de ventaja a su más inmediato seguidor (Uruguay), y los 3 que ya no tienen chance alguna (Ecuador, Bolivia y Venezuela), el resto de los pasaportes puede quedar en manos de cualquiera. Es más, de darse algunos resultados (ver aparte) el combinado nacional puede llegar a clasificar segundo, definir en un repechaje o directamente quedarse afuera.

Lo cierto es que más allá de las oportunidades en las que Argentina no participó de algún Mundial por cuestiones extra deportivas, como en Francia 1938 (en disconformidad con la elección de la sede ya que el anterior se había desarrollado en Italia y se suponía que se debía alternar entre los continentes americano y europeo); el de Brasil 1950 (La AFA estaba enemistada con la Confederación Brasileña, que le había prohibido a sus clubes afiliados jugar frente a conjuntos argentinos, y canceló la inscripción) y Suecia 1954 (los problemas se habían extendido a la Confederación Sudamericana y ni siquiera se participó de los torneos continentales); y de aquella eliminación ante Perú que lo excluyó de México 1970, hay varias generaciones de amantes de la redonda que no pueden (no podemos) imaginar un Mundial sin presencia celeste y blanca, por lo que el martes, cueste lo que cueste, el martes tenemos que ganar.

Estar a la altura

Este martes a las 20.30, cuando arranquen los cinco partidos de la fecha final de las Eliminatorias, la Selección Argentina arrancará –como no había ocurrido en este último tramo del certamen– afuera del Mundial de Rusia 2018. Pero no menos cierto es que depende de sí para obtener la clasificaciòn, aunque sea por el antes temido y ahora deseado repechaje.

Es que ganando se asegura, como mínimo, el quinto puesto que lo llevará a jugar ante Nueva Zelanda el 6 de noviembre en Auckland, y el 11 en Sudamérica. Pero con los tres puntos se puede evitar la instancia con los All Blacks del fútbol, siempre y cuando empaten Perú y Colombia o que Chile no le gane a Brasil como visitante. Ojo que si el triunfo argentino en Quito es mayor al de los peruanos en Lima, lo pasa por diferencia de gol, ya que hoy mantienen la misma cantidad de puntos.

La cosa se pone fulera en caso de empate. Ahí sí habrá que pelar la calculadora, porque así tiene chances tanto de clasificar directo como de quedarse afuera, con mayor posibilidad de la segunda opción, claro. Es que para lo primero Paraguay no le tiene que ganar a la Vinotinto en Asunción, los cafeteros deben sumar de a tres ante los peruanos, y la Roja tiene que perder con la Verdeamarela por dos o más goles. Es mucho.

En cambio, sumando un punto irá al repechaje si los paraguayos empatan o caen con Venezuela, si los dirigidos por Juan Antonio Pizzi pierden con el líder por dos o más goles, si los de José Pékerman derrotan a los de Ricardo Gareca, o por el contrario, si los del Tigre vencen por dos o más goles.

En caso de igualdad, el Mundial se verá desde afuera si Colombia y Perú reparten puntos, si Paraguay le gana a la ya eliminada Venezuela, y si Chile gana, empata o pierde por sólo un gol con Brasil.

Si pierde… Bueno, si pierde no hay forma alguna de ir directamente el torneo ecuménico. Sí, hay una mínima chance de acceder por repechaje si los colombianos derrotan a Perú por una diferencia de goles mayor que la del triunfo de Ecuador sobre Argentina, y si Paraguay no suma de a tres. Un verdadero milagro.

Meme río de la Selección

Con el empate sin goles ante Perú en La Boca, las redes sociales estallaron con ironías y reflexiones ácidas, sobre la suerte argentina. Y al menos sacaron una sonrisa ante tanto dramatismo, patetismo y sobreactuación de siempre de los grandes medios de prensa, ya sea ante el triunfo o el fracaso deportivo.

Así, Facebook, Twitter, o cuanta red social aparezca por el camino, se hicieron un picnic con la desventura nacional. “Gago se perdería el Mundial. También Di María, Messi y los otros 20”, se burlan los de Un Metro Adelantado ante la tempranera lesión del volante de Boca, de quien también se hicieron eco las carnicerías ofreciendo “asado más tierno que Gago”.

Como no podía ser de otra manera, Crónica TV dio el presente con su placa roja que rezaba: “Faltan 1741 días para Qatar 2022”.

De todas maneras, hubo algunos para levantar el ánimo de cara a la última fecha, como este: “No esta tan jodido, fijense, si Argentina no gana pero empata y Perú no gana, Colombia empata, Chile pierde, Paraguay no gana, San Telmo empata, Sarmiento gana, Alianza de Cutral-co empata, Estación Quequén de Necochea gana, Del Potro pierde, Locomotora Castro gana y la abuela no se muere…clasificamos!!!”.

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