La Cámara de Senadores aprobó y giró a la Cámara de Diputados los proyectos de ley de Reforma Previsional, el Consenso y la Responsabilidad fiscal. Los votos de parte del peronismo fueron la clave para que salga la media sanción.
Tras un largo debate que culminó al filo de la medianoche –más de ocho horas de discusión– el proyecto de reforma previsional fue aprobado por 43 votos a favor, 23 en contra y tres abstenciones en general. La votación particular recibió el apoyo de 42 senadores y 24 en contra.
Por otra parte, la iniciativa denominada “Consenso fiscal” fue aprobada en general y en particular por 52 votos contra 15 y dos abstenciones. El proyecto de Responsabilidad Fiscal, en tanto, obtuvo la adhesión de 53 legisladores, 14 votaron en contra y hubo dos abstenciones.
La iniciativa de ley previsional contiene aumentos menores a los que se otorgaban antes, otorga 82 por ciento móvil sólo a los beneficiarios de la jubilación mínima e incorpora la extensión optativa de la edad jubilatoria a los 70 años.
En otro orden, pero relacionado directamente a la reforma previsional, el proyecto de consenso fiscal firmado por el Gobierno nacional, la ciudad autónoma de Buenos Aires y las provincias –con la excepción de San Luis– incorpora modificaciones tributarias y previsionales que rubricaron los 23 distritos a cambio de desistir de sus juicios contra el Estado nacional.
Algunos puntos acordados entre el Poder Ejecutivo Nacional y los gobernadores son la derogación del artículo 104 de la Ley de Impuestos a las Ganancias; la obligación de aprobar el proyecto de modificación de la Ley de Responsabilidad Fiscal y Buenas Prácticas de Gobierno; la adhesión a ese régimen antes del 30 de junio de 2018, y conciliar una nueva ley de coparticipación federal.
La provincia de Buenos Aires recibirá, a modo de compensación por el cambio al artículo 104 del Impuesto a las Ganancias, en particular del inciso «b» que estipulaba que el 10 por ciento de lo recaudado le correspondía a dicho distrito, 21 mil millones de pesos en 2018 y 44 mil millones en 2019, montos que se actualizarán a partir de 2020 en base a la inflación. En contrapartida, el distrito bonaerense desistirá de continuar con el juicio iniciado al Estado nacional.
Algunas voces durante el debate
El debate estuvo atravesado por el federalismo y el endeudamiento de las provincias, con senadores que cuestionaron severamente a los ejecutivos provinciales.
El peronista chubutense Alfredo Luenzo, por ejemplo, alabó el acuerdo fiscal entre la administración Macri y los gobernadores, y aseguró que «las malas administraciones provinciales destruyeron el federalismo».
Pero la intervención que se llevó las palmas del cinismo político estuvo a cargo del jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, quien cuestionó con dureza la política económica del gobierno y la ley de reforma previsional, pero terminó diciendo que la iba a apoyar para “honrar el acuerdo entre el gobierno y las provincias”.
El senador rionegrino afirmó: «Como tenemos responsabilidad con nuestras provincias y gobernadores nos toca la ingrata tarea de acompañar estos acuerdos porque creemos que los pactos deben cumplirse». Con tono que habrá intentado ser épico pero no logró el efecto deseado, le advirtió al macrismo: «No repitan este tipo de medidas porque no van a pasar por el Congreso».
Con cuotas no menores de cinismo en su discurso, el radical Luis Naidenoff, flamante jefe del interbloque Cambiemos, aconsejó a sus pares «tener madurez y sentido de responsabilidad política”. Y sin probarlo aunque sea con una planilla excel vacía, manoteó al voleo un desopilante argumento: «Lo que nadie dice es que la vieja fórmula no se puede poner en práctica porque fue una ficción, porque cuando se la aplicó nunca se incorporaron a los jubilados que ingresaron por la vía de la moratoria y porque es pro cíclica: cuando el país no crece los haberes no están por encima de la inflación».
Uno de los que le salió al cruce fue el el senador peronista Adolfo Rodríguez Saá, quien sostuvo que la legislación previsional iba a bajar los haberes jubilatorios y recordó que «el radicalismo repitió lo mismo cuando formó parte de la Alianza».
El puntano sentenció: «Empezó el ajuste y será cada vez peor, y el peronismo, desde la calle, defenderá los derechos de los que menos tienen».
Cuando se abordó el “Consenso fiscal”, Rodríguez Saá, quien votó en contra de las tres leyes, solicitó que el dictamen sea declarado nulo: «Se trata de un tema muy importante y pido que actuemos con sensatez. Nos hemos quejado del tratamiento exprés que han tenido proyectos en el pasado, hoy tenemos un tratamiento superexpress, con un trámite irregular violando el reglamento». Las senadoras Marilin Sacnun (FpV-PJ) y Liliana Negre de Alonso secundaron la moción, quien aludió «vicios que no son sustentables».
Como un símbolo de época, la voz cantante al defender los proyectos del macrismo la llevó el oficialista Julio Cobos. El mendocino subrayó que es preciso que «la Nación y las provincias recuperen el superávit fiscal», al tiempo que aseguró como uno de los fines de la iniciativa «terminar con la litigiosidad» entre las Provincias y la Nación por el reparto de la recaudación.
El ex vicepresidente del voto no positivo, al defender la reforma previsional señaló que «antes la fórmula era en función de los recursos que percibe Anses, pero acá se están tocando, porque se está afectando el Impuesto al Cheque y a las Ganancias». Con esa excusa justificó la modificación del cálculo para aumentar las jubilaciones, que serán trimestrales y tomará el índice de precios y el de la variación salarial, o sea a la baja respecto de la fórmula que rigió durante los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner.
Entre los senadores que se opusieron al proyecto previsional, se destacó la legisladora chubutense kirchnerista Nancy González, quien no se privó de denunciar la existencia de «sobornos y aprietes a los gobernadores», en referencia al pedido de la Casa Rosada para que las Provincias dejen de lado los juicios contra la Nación a cambio de una compensación en el nuevo esquema de reparto.
«Van a pasar a la historia por otra vez bajarle el sueldo a los jubilados», sentenció la senadora González cuando se refirió al nuevo cálculo de movilidad que propone el macrismo. Pero además desenmascaró el “cambio” en la fórmula que propuso Pichetto, aceptado por el oficialismo. «Son 43 pesos de diferencia», señaló con sorna la senadora chubutense.