El ex canciller Héctor Timerman no pudo viajar este martes por la noche a los EEUU, donde viene recibiendo un tratamiento contra el cáncer que padece, porque Washington le revocó la visa y le impide ingresar al país.
Timerman tenía previsto abordar el vuelo de las 22.40 de American Airlines con destino a Nueva York, pero cuando estaba a punto de embarcar fue informado de que el Departamento de Estado de los EEUU le había revocado la visa.
El ex funcionario, quien además fue cónsul general en Nueva York, enfrenta un proceso con prisión preventiva domiciliaria en el marco de la causa por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán.
Timerman ya venía tratándose en los EEUU y esperaba realizarse estudios y una terapia especial, puesto que la enfermedad le había afectado la movilidad al hacer metástasis en la cadera.
Por su delicado estado de salud el juez federal Sergio Torres le había permitido salir del país, pero la decisión del Departamento de Estado le impidió realizar el viaje y seguir el tratamiento.
Timerman Timerman es padre de dos ciudadanas norteamericanas y en 2015 ya hab{ia sido operado en el mismo centro médico neoyorquino adonde se dirigía en esta oportunidad.
Ninguna autoridad le explicó al ex canciller las razones de la revocatoria de su visa, aunque fuentes citadas por el diario Página 12 interpretaron que “mediante una estructura burocrática el Departamento de Estado revoca las visas de quienes están o estuvieron presos, no importa de qué delito se trate”.
Sin embargo, otros voceros señalaron a ese mismo diario “que la revocatoria de la visa de un ex canciller –que por ley sigue viajando con pasaporte diplomático– no puede encasillarse en una cuestión burocrática sino que motivó una decisión de funcionarios de alto nivel del Departamento de Estado”, lo cual llevaría a inferir que se tomó nota de que Timerman fue funcionario de un gobierno cuya política exterior incomodaba a la Casa Blanca.
Tampoco debe descartarse la influencia de Israel en las decisiones norteamericanas, habida cuenta del interés de Tel Aviv por condenar el Memorándum de Entendimiento con Irán, y el particular énfasis que pone en determinar que los responsables de la voladura de la Amia fueron iraníes, aunque eso no haya sido probado aún por la Justicia. Para Israel, las acciones de Timerman y, en general, del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, obstaculizaron su estrategia geopolítica hacia Teherán.
