La Municipalidad de Rosario promulgó dos ordenanzas que buscan mejorar el funcionamiento del Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa), y las condiciones de los animales de paso por dicha dependencia.
El autor de ambas iniciativas fue el concejal Eduardo Toniolli, quien señaló que las mismas apuntan a “dejar establecidos procedimientos mínimos obligatorios por norma (para que no estén sujetos a la voluntad circunstancial de cada gestión), para mejorar la calidad de vida de los animales que ingresan y egresan del Imusa”, y agregó que “algunas de estas prácticas ya se llevan adelante, y otros para concretarse van a requerir del compromiso del Ejecutivo Municipal, y de funcionarios, trabajadores, voluntarios y adoptantes, que hoy dan vida a la institución”.
Por un lado, la ordenanza 9.794 crea el “Protocolo de ingreso ingreso y permanencia de animales en el Imusa”, y en segundo término, la ordenanza 9.793 da origen al “Protocolo de adopción y tenencia responsable de animales del Imusa”.
Ambas fueron publicadas en el Boletín Oficial del 10 de enero de este año, convirtiéndose ambas en normativas vigentes. Las dos iniciativas fueron confeccionadas junto a voluntarios y adoptantes, y debatidas con funcionarios de la citada institución.
El “Protocolo de ingreso y permanencia” propone controles médicos obligatorios al momento del ingreso de perros y gatos, el alojamiento en caniles proporcionales al tamaño para garantizar su movilidad mínima necesaria, estándares mínimos en el suministro de agua, alimentos y paseos, y la evaluación a cargo de profesionales en conducta animal para habilitar la reinserción de animales internados por agresiones.
Por su parte, el “Protocolo de adopción y tenencia responsable” establece reglas y procedimientos a fin de evitar procesos traumáticos que culminen en abandonos o devoluciones de animales a la institución. El mismo dispone instancias de preselección de adoptantes, entrevistas, mecanismos de consulta ante el Poder Judicial ante posibles antecedentes en materia de maltrato animal, contratos de adopción, castración obligatoria previa al egreso o a posteriori si se tratara de cachorros, seguimiento y posibilidades de revisión de la medida si estuviera en riesgo la salud del animal. Se crea además un registro de adoptantes en el ámbito del Imusa, para registrar antecedentes en la materia, incluyendo eventuales incumplimientos de las responsabilidades establecidas en el citado protocolo.