El último dictador que presidió la Argentina, Reynaldo Benito Bignone, murió este miércoles en el Hospital Militar, donde estaba internado, cumpliendo la pena de prisión perpetua por haber cometido crímenes de lesa humanidad.
Bignone tenía 90 años, sucedió a Leopoldo Galtieri tras la derrota en la guerra del Atlántico Sur, y gobernó el país desde el 1º de julio de 1982 y el 10 de diciembre de 1983. El año pasado recibió una última condena por los delitos cometidos durante la dictadura en el Colegio Militar.
En 2017, la Justicia lo condenó junto a Santiago Omar Riveros y otros cinco acusados, que recibieron penas de entre 3 años y perpetua, por la causa que investigaba los delitos ocurridos entre 1976 y 1977 en el Colegio Militar de la Nación, de los cuales resultaron víctimas conscriptos que se encontraban cumpliendo el servicio militar obligatorio.
El fallo estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de San Martín, integrado por los jueces Marta Isabel Milloc, Diego Gustavo Barroetaveña y María Lucía Cassaín.
Bignone también se sentó en el banquillo y recibió una de las mayores condenas por parte del Tribunal Oral Federal N° 1, en el marco del juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco del Plan Cóndor y Automotores Orletti, en los Tribunales Federales de Retiro.
En 2016, 14 ex jefes militares y de inteligencia argentinos y uno uruguayo fueron condenados a penas de entre 25 y 8 años de prisión por más de un centenar de privaciones ilegítimas de la libertad y cometidos en la órbita del Plan Cóndor, juicio que se inició en 2013 cuando Jorge Rafael Videla aún estaba con vida.
Estuvo a cargo de la formación de una comisión investigadora para analizar responsabilidades durante la Guerra de Malvinas, declaró el «Estado de Emergencia Económica», creó el Acta Institucional declarando muertos a los detenidos desaparecidos y considerando como “actos de servicio” a la represión ilegal. También dictó el decreto de aministía, abarcando los hechos entre el 25 de mayo de 1973 y el 17 de junio de 1982.
Encaró el proceso final de la última dictadura militar convocando a elecciones generales para el 30 de octubre de 1983, que ganó el radical Raúl Alfonsín.