Una impactante movilización por el Día de la Mujer, que por segunda vez incluyó un paro internacional, copó las calles de Rosario y unió la plaza San Martín con el Parque Nacional a la Bandera. El duro documento leído en el acto de cierre de la jornada incluyó fuertes críticas al presidente Mauricio Macri. “Somos nosotras las más golpeadas por estas políticas que se enmarcan en un plan de ajuste impulsado por el Gobierno nacional y las y los gobernadores, tal como lo expresó la firma del pacto fiscal”, se señaló en el texto en el que se exigió el fin de la violencia machista y las sanción de la ley del aborto legal, seguro y gratuito.

Al igual que en otras ciudades del país y el mundo, Rosario fue escenario de una monumental y heterogénea movilización de mujeres. Desde plaza San Martín al Parque Nacional a la Bandera, adultas, jóvenes y niñas –aunque también hubo en mucha menor medida varones que acompañaron–, trabajadoras, militantes, amas de casa, estudiantes, dirigentes, sindicalistas, funcionarias, con presencia de todos los colores partidarios, participaron de una maratónica movilización que culminó con un “festival feminista”.

Atravesadas por una sensación de estar protagonizando una verdadera revolución cultural–una suerte de 17 de octubre del movimiento de mujeres–, con rostros exultantes, pintadas de colores, con los ya tradicionales pañuelos verdes, muchas vestidas de violeta, portando pancartas con las consignas principales del paro internacional, las marchantes tuvieron una Rosario liberada, al menos por unas horas, bajos sus pies.

Ese espíritu de rebelión frente a los golpes cotidianos que sufren a diario las mujeres, las iniquidades de la sociedad patriarcal, agravadas por la crisis del modelo neoliberal que lleva adelante el gobierno nacional, fueron expresadas en el duro documento leído al cierre de la marcha.

“Paramos para deconstruir el patriarcado, organización social en la que la mitad de la población oprime a la otra mitad, y que favorece la explotación en todos los sistemas económicos donde las más perjudicadas somos las mujeres”, señaló el documento.

Foto: Ernesto Ávila.

El texto, redactado por cientos de representantes de los más diversos espacios, que se reunieron durante meses en el Centro Cultural La Toma, también apuntó contra las políticas de Cambiemos. “Nos plantamos en la batalla contra las reformas previsional y laboral del Gobierno de Macri: la primera, sancionada con gases y balas de goma, y la segunda, en la espera de que se garanticen las condiciones políticas para su aprobación”.

“Somos nosotras las más golpeadas por estas políticas que se enmarcan en un plan de ajuste impulsado por el Gobierno nacional y las y los gobernadores, tal como lo expresó la firma del pacto fiscal”, remarcó el documento.

Entre los reclamos expresados por el movimiento de mujeres de Rosario, se exigió que “el Congreso Nacional discuta y apruebe el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo presentado por séptima vez por la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, proyecto que fue cajoneado durante todos estos años por los distintos Gobiernos”.

Foto: Ernesto Ávila.

“Paramos porque una de cada tres mujeres en la región no logra generar ingresos propios”, planteó el documento en uno de sus tramos, en el que se refirió que “el promedio de horas semanales dedicadas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, obtenido entre diez países de la región, es de 13,72 horas en hombres y de 39,13 horas en mujeres”. Y se destacó: “En Argentina las mujeres realizamos estas tareas tres veces más que los varones. Esta doble jornada laboral afecta más intensamente a las mujeres en situación de pobreza”.

“Paramos porque la reforma previsional, aprobada en medio de una feroz represión, vulnera derechos consagrados, busca aumentar en 10 años la edad jubilatoria de las mujeres y afecta particularmente a las amas de casa y a las trabajadoras de casas particulares informales”, indicó en uno de sus trazos finales el documento, que a continuación se reproduce completo.

La zona del Parque Nacional a la Bandera, donde se desarrolló un festival feminista, se desbordó de manifestantes.

Documento completo leído en Rosario

Este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, nos encuentra a todas juntas, llenando las calles de todo el país y el mundo, en la segunda edición del Paro Internacional de Mujeres. Este paro llegó para quedarse, al igual que el movimiento de mujeres, que eligió la calle para luchar por todos nuestros derechos como una ola poderosa que transforma los lugares de trabajo y de estudio, los hogares y todos los espacios que habitamos cotidianamente. Una ola que se planta en pie de lucha contra la violencia, la opresión y los Gobiernos garantes de las políticas de miseria que nos tienen a las mujeres sumidas en las condiciones de vida más precarias.

Hoy estamos reunidas las mujeres, las lesbianas, las travestis, las trans, las identidades feminizadas, las trabajadoras, las indígenas, las migrantes, las viejas, las jóvenes, las adolescentes, las niñas, las gordas, las zapatistas, las kurdas, las guerrilleras feministas, las negras, las refugiadas, las estudiantes, las detenidas, las presas políticas, las criminalizadas, las víctimas de trata, las madres, las que no queremos ser madres, las mujeres con discapacidad, las amas de casa, las empleadas de casas particulares, las trabajadoras sexuales, las jubiladas, las pensionadas, las docentes, las científicas, las enfermeras, las médicas, las trabajadoras del Estado, las trabajadoras de la economía popular, las cartoneras, las carreras, las luchadoras sociales, las sindicalistas, las desocupadas, las artistas, las precarizadas, las periodistas, las locutoras, las taxistas, las plomeras y muchas más. ¡Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras!

Paramos para deconstruir el patriarcado, organización social en la que la mitad de la población oprime a la otra mitad, y que favorece la explotación en todos los sistemas económicos donde las más perjudicadas somos las mujeres.

Nos plantamos en la batalla contra las reformas previsional y laboral del Gobierno de Macri: la primera, sancionada con gases y balas de goma, y la segunda, en la espera de que se garanticen las condiciones políticas para su aprobación. Somos nosotras las más golpeadas por estas políticas que se enmarcan en un plan de ajuste impulsado por el Gobierno nacional y las y los gobernadores, tal como lo expresó la firma del pacto fiscal.

Paramos exigiendo que el Congreso Nacional discuta y apruebe el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo presentado por séptima vez por la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, proyecto que fue cajoneado durante todos estos años por los distintos Gobiernos.

Hoy, una vez más, y con toda la potencia de un movimiento mundial, ¡nosotras paramos!

# Nosotras paramos para frenar la política del Gobierno de Macri, que limita las negociaciones paritarias a un 15 %, cifra que no representa la depreciación que sufrió el salario real de las y los trabajadores en el marco de la devaluación e inflación actuales. La situación económica está cada vez más dura para los sectores populares, mientras que la banca internacional, los monopolios y los grandes exportadores ganan fortunas con la especulación financiera que sostenemos con más y más endeudamiento. Las mujeres somos mayoría dentro de los gremios docentes que el Gobierno pretende disciplinar. Exigimos que las centrales sindicales convoquen a un paro nacional para poner un freno al ajuste.

# Nosotras paramos porque somos el plato de una fiesta a la que no estamos invitadas y en la que se sirven nuestros salarios, derechos laborales y previsionales. Porque la pobreza tiene nuestra cara, como la brecha salarial, que en Argentina es del 27 %, pero que se ensancha al 35% en los trabajos más precarios. Paramos porque más de un tercio de las trabajadoras está precarizada: hoy no acceden a licencias por maternidad y mañana no tendrán una jubilación digna. La precarización laboral es la precarización de nuestras vidas.

# Nosotras paramos porque la reforma previsional, aprobada en medio de una feroz represión, vulnera derechos consagrados, busca aumentar en 10 años la edad jubilatoria de las mujeres y afecta particularmente a las amas de casa y a las trabajadoras de casas particulares informales. El régimen previsional argentino no tiene en cuenta la doble jornada laboral que realizamos las mujeres.

# Nosotras paramos para denunciar el recorte a las asignaciones universales por hijo y las pensiones por discapacidad, dos medidas que atentan directamente sobre nuestras vidas, ya que somos las mujeres quienes sostenemos todas las tareas de cuidado en la sociedad. Denunciamos que estos recortes son un retroceso en derechos adquiridos y exigimos su restitución inmediata.

# Nosotras paramos para repudiar el consenso fiscal, porque implica directamente una pérdida de federalismo y, en particular, la imposibilidad de contar con presupuestos acordes en áreas sociales estratégicas. Paramos para que paguen más los que más tienen, y así lograr presupuestos que se ajusten a las políticas públicas que necesitamos las mujeres.

# Nosotras paramos porque una de cada tres mujeres en la región no logra generar ingresos propios. El promedio de horas semanales dedicadas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, obtenido entre diez países de la región, es de 13,72 horas en hombres y de 39,13 horas en mujeres. En Argentina las mujeres realizamos estas tareas tres veces más que los varones. Esta doble jornada laboral afecta más intensamente a las mujeres en situación de pobreza.

# Nosotras paramos para exigir que se incluya en los convenios colectivos de trabajo la licencia por violencia género, como la sancionada Ley de Licencia por Violencia de Género para las empleadas estatales de nuestra provincia. Celebramos una victoria que debemos defender para que la ley se aplique como corresponde y que la licencia sea prorrogable por los días que la mujer necesite. Exigimos el cumplimiento de la ordenanza municipal que establece la creación del Programa de Inserción Laboral para Mujeres Víctimas de Violencia de Género.

# Nosotras paramos porque en nuestro país el movimiento sindical se ha constituído como un espacio masculinizado. Exigimos que la paridad de género sea un criterio de todas las organizaciones, y que todas las organizaciones sindicales posean espacios específicos para transversalizar la perspectiva de género y brindar contención a mujeres que sufrieron abusos en sus espacios de trabajo.

# Nosotras paramos por el derecho a tener, por nacimiento y adopción, licencias de seis meses como mínimo, licencias especiales para madres de bebés prematuros y permisos de lactancia durante todo el tiempo que se extienda el amamantamiento. Exigimos lactarios en los lugares de trabajo y jardines de infantes que garanticen el derecho a la salud de nuestras hijas e hijos y aseguren que el ejercicio de la maternidad y la crianza sea compatible con una carrera laboral equitativa en oportunidades para todas las mujeres. Exigimos el cumplimiento de la ordenanza municipal sobre jardines infantiles.

# Nosotras paramos porque la expectativa de vida de travestis y trans en Argentina es de apenas 40 años. Exigimos la aprobación del cupo laboral trans en todo el país, ya que solo el 1 % de esta población consigue un empleo formal. Exigimos que se trate el proyecto de ley “Reconocer es reparar”, de reparación material a travestis y trans que sufrieron violencia institucional a causa de su identidad de género.

# Nosotras paramos para demandar el ejercicio libre y autónomo de nuestros derechos sexuales y reproductivos. Exigimos acceso a la interrupción legal del embarazo en todos los efectores públicos de salud de la provincia, el municipio y la Nación, así como acceso gratuito al misoprostol. Paramos para que se trate y apruebe el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, para que ninguna mujer, adolescente, niña o persona con capacidad de gestar sea obligada a llevar adelante una gestación forzada ¡Ni muertas ni presas por abortar! Denunciamos la objeción de conciencia por parte de los efectores de salud pública en la provincia y todo el territorio.

# Nosotras paramos para exigirle a la Legislatura provincial el tratamiento y la aprobación urgentes del proyecto de Ley de Educación Sexual Integral y la implementación de la ley nacional, derecho adquirido de todas las niñas, niños y adolescentes. La ESI garantiza que tengamos en todas las escuelas oportunidad de trabajar para modificar los patrones socioculturales, contrarrestar los prejuicios, los estereotipos y las prácticas que legitiman y exacerban la violencia de género. La implementación de la ESI implica también la formación con perspectiva de género para docentes, brindada por el Estado, de carácter obligatorio, laico y científico.

# Nosotras paramos para exigir la separación definitiva entre la Iglesia y el Estado. Exigimos un Estado laico que no financie ni privilegie a ninguna institución religiosa ni permita que las Iglesias intervengan en las decisiones políticas sobre asuntos públicos. Repudiamos la avanzada de los grupos fundamentalistas antiderechos en la región, cuyo accionar vulnera los derechos humanos fundamentales de mujeres, adolescentes, niñas, lesbianas, travestis y trans en educación y salud.

# Nosotras paramos porque en Argentina cada 28 horas una mujer es asesinada por el solo hecho de ser mujer. Paramos para denunciar que en 2017 se cometieron 298 femicidios —38 en la provincia de Santa Fe y 16 en Rosario— y 6 travesticidios. Paramos porque se cuadruplicaron los femicidios de jóvenes entre 16 y 20 años, y se triplicaron los de niñas de entre 11 y 15 años. Exigimos la implementación urgente de la Ley 26.485 con un presupuesto acorde.

# Nosotras paramos porque 312 hijas e hijos quedaron huérfanos por femicidio durante 2017 en nuestro país. Exigimos asistencia integral, obra social y reparación económica para las hijas e hijos menores de edad de las mujeres asesinadas en contexto de violencia de género. Exigimos se apruebe en la Cámara de diputados la Ley Brisa en todo el territorio nacional, incluida nuestra provincia.

# Nosotras paramos por las lesbianas, travestis y trans asesinadas, a quienes el Estado ni siquiera considera en sus datos. Paramos contra el odio a las disidencias sexuales e identitarias. Las mujeres, lesbianas, travestis y trans somos las más perjudicadas por las políticas contra los derechos laborales, como la reforma previsional aprobada en Argentina y la reforma laboral implementada en Brasil. También somos quienes absorbemos los recortes en salud y educación, ya que cargamos sobres nuestras espaldas el cuidado de niñas, niños y personas enfermas y adultas mayores.

# Nosotras paramos para exigir que se apruebe la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres, que tiene media sanción en Senadores. Paramos para que se destinen recursos donde son necesarios.

# Nosotras paramos para demandar la reglamentación e implementación de la Emergencia Municipal en Violencia de Género. Denunciamos las deficiencias del Estado municipal en la atención y el seguimiento de situaciones de violencia contra las mujeres. Exigimos partidas presupuestarias específicas y acordes para poder territorializar las políticas públicas destinadas a prevenir y sancionar la violencia machista. Reclamamos la efectiva entrega de botones de pánico para sobrevivientes, la colocación de tobilleras electrónicas para agresores y personal capacitado para intervenir eficaz y velozmente en las situaciones requeridas.

# Nosotras paramos para terminar con las violencias machistas en todas las instituciones educativas. Exigimos que se aprueben, implementen y destinen fondos adecuados para el proyecto de protocolo ante situaciones de violencia de género y discriminación en todos los institutos educativos de la provincia, tanto en las facultades dependientes de la Universidad Nacional de Rosario, como en los institutos terciarios y secundarios municipales y provinciales.

# Nosotras paramos porque en nuestra provincia los refugios para mujeres en situación de violencia de género son un negociado más del Gobierno socialista. Carecen de las condiciones de higiene y edilicias mínimas para ser habitables. Denunciamos la falta de políticas de contención integrales para mujeres en situación de violencia de género. Perdemos nuestra libertad y nuestros trabajos intentando salvar nuestras vidas y las de nuestras hijas e hijos. Exigimos condiciones laborales dignas para las mujeres que integran los equipos de trabajo de estos refugios.

# Nosotras paramos porque estamos buscando a las 3228 niñas, adolescentes y mujeres adultas desaparecidas por trata en Argentina. El 79 % de las víctimas de trata de personas identificadas en América Latina son mujeres y niñas, en su mayoría de entre 12 y 18 años. Exigimos el desmantelamiento de las redes de trata, denunciamos la connivencia de los Poderes del Estado y las fuerzas de seguridad y decimos que el Estado es el principal proxeneta. En la provincia de Santa Fe, ¡seguimos buscando a Rosalía Jara!

# Nosotras paramos para denunciar las insuficiencias y contradicciones de la Ley de Trata de Personas, que no devuelve a las mujeres secuestradas y coloca en situación de victimarias a mujeres inocentes, mientras los proxenetas y sus contactos dentro de todos los niveles del Estado siguen operando libremente. Exigimos políticas de reparación serias para las sobrevivientes de trata y para las familias de las víctimas que nunca regresaron, teniendo especial consideración con sus hijas e hijos. Exigimos mayor presencia de organizaciones feministas en la formulación de políticas públicas para prevenir y erradicar la trata de personas.

# Nosotras paramos para repudiar los dichos misóginos de periodistas, personajes de la farándula y músicos que reproducen e incitan a la violencia y la cultura de la violación, que discriminan, degradan y ponen en condiciones de desigualdad a las mujeres con respecto a los varones. No se trata de libertad de expresión ni derecho a opinar; son discursos de odio y apología de la violencia, que colisionan con el derecho humano de las mujeres a gozar de una vida libre de violencias.

# Nosotras paramos porque las mujeres y las identidades disidentes estamos subrepresentadas o excluidas de los medios de comunicación, el arte, la música, la ciencia y la literatura, y eso construye un mundo androcéntrico, machista e irreal que nos invisibiliza o ridiculiza.

# Nosotras paramos para que los medios de comunicación dejen de ser cómplices y reproductores de la estigmatización de las mujeres y personas que integramos el colectivo LGBTTIQ. Convocamos a las y los trabajadores de prensa a acompañarnos y colaborar en nuestra lucha, evitando la banalización de las violencias que sufrimos y la culpabilización y revictimización de las mujeres y las identidades no hegemónicas.

# Nosotras paramos porque, en los últimos 3 años, se registraron 30 transfemicidios en nuestro país. Denunciamos el aumento de la violencia hacia el colectivo trans. ¡Basta de homolesbobitransodio! La hostilidad y el potenciamiento de la transfobia matan. Exigimos la inmediata realización del juicio por el travesticidio de la activista Diana Amancay Sacayan.

# Nosotras paramos para exigir que el Registro Nacional de las Personas cumpla con la Ley de Identidad de Género y no continúe negando ese derecho conquistado a las y los menores de 13 años bajo la excusa de que se debe conformar un equipo multidisciplinario que analice si tienen el grado de madurez suficiente para prestar consentimiento válido.

# Nosotras paramos porque nuestros sueños no caben en sus talles únicos. Frente a la belleza hegemónica y su industria de la estética y las dietas extremas decimos ¡basta de patologizar, estigmatizar y discriminar a las personas gordas! Nuestros cuerpos no son objetos de consumo ¡Basta de violencia simbólica!

# Nosotras paramos y demandamos estadísticas de violencia ejercida sobre mujeres con discapacidad psicosocial internadas en hospitales neuropsiquiátricos. Exigimos que no sean privadas de ejercer la maternidad, en caso de que quieran hacerlo, y se les garanticen los apoyos necesarios para ello. Repudiamos y reclamamos el cese inmediato de las esterilizaciones forzadas ejercidas sobre mujeres con discapacidad y/o padecimiento mental, tanto por parte del sector estatal como del sector privado.

# Nosotras paramos y exigimos accesibilidad a los dispositivos de atención a víctimas de violencia de género para las mujeres con discapacidad, desde rampas y ascensores hasta intérpretes de lenguaje de señas y operadoras que empleen lenguaje accesible para las mujeres con discapacidad intelectual. Demandamos ser atendidas por operadoras y operadores judiciales formados en los derechos de las mujeres, adolescentes y niñas con discapacidad.

# Nosotras paramos para que paren de fumigarnos. Nuestras vidas no pueden ser un negocio. No queremos más muertas por agroquímicos. ¡Justicia para Antonella Gonzalez!

# Nosotras paramos para exigir al Gobierno de la provincia de Santa Fe que reglamente la ley provincial con la que, durante 2017, nuestra provincia se adhirió a la ley nacional de parto respetado. Esta es una herramienta fundamental para prevenir y erradicar la violencia obstétrica en hospitales públicos y privados.

# Nosotras paramos para exigir que el Estado deje de criminalizar, perseguir y encarcelar a las mujeres que cultivan cannabis como medicina alternativa para sí mismas, sus hijos e hijas y familiares enfermos. El autocultivo garantiza la democratización del acceso a la salud y la calidad de vida ¡No más presas por cultivar!

# Nosotras paramos porque cada 2 hombres hay 1 mujer viviendo con VIH. En los últimos años el diagnóstico en mujeres entre 45 y 59 años creció, y un 30% del total de los diagnósticos en mujeres se considera tardío. Además, por cada 100 bebés que nacen de madres con VIH 5 adquieren el virus. Exigimos que se restituyan los presupuestos para campañas de prevención y difusión y se garantice el acceso a la medicación.

# Nosotras paramos porque el acceso a la justicia es un derecho, y actualmente son las mujeres de los sectores populares las que ven recrudecer la represión y la violencia institucional en los territorios. Paramos por esas mujeres que muchas veces no pueden denunciar las situaciones de violencia de género que padecen. Decimos no a la reforma del Ministerio Público Fiscal, que pone en peligro la continuidad de las procuradurías especializadas en género y trata de personas y las agencias de acceso territorial a la justicia (ATAJO).

# Nosotras paramos para decir basta de juicios abreviados. No queremos suspensión de juicios a prueba (probation) en los casos de violencia machista.

# Nosotras paramos porque el 61 % de las mujeres privadas de su libertad cumple prisión preventiva sin condena firme, y el 81 % de las mujeres trans están encarceladas sin condena firme en cárceles de varones.

# Nosotras paramos para exigir que se cumpla el arresto domiciliario para mujeres embarazadas o con hijos e hijas a cargo, y se brinde sustento económico para todo el grupo familiar, ya que el 60 % de las mujeres privadas de la libertad son la principal fuente de ingresos en sus hogares. Demandamos que todas las mujeres privadas de su libertad reciban a tiempo atención médica y elementos de higiene personal, y que en caso de estar embarazadas puedan ser acompañadas durante el parto por sus familiares o personas de su entorno. Exigimos que las mujeres sean alojadas lo más cerca posible de sus hogares y que se lleven adelante medidas para fomentar y facilitar el contacto con sus afectos.

# Nosotras paramos para denunciar el hostigamiento policial e institucional ejercido contra las compañeras cartoneras, manteras, vendedoras ambulantes, feriantes y todas las trabajadoras de la economía popular que sufren la violencia de un sistema que las excluye ante la imposibilidad de conseguir trabajos formales ¡Basta de criminalizar el trabajo informal!

# Nosotras paramos porque nos une el respeto por las elecciones libres y las diversas formas en que las mujeres decidimos sobre nuestros cuerpos. Por eso repudiamos la criminalización, el hostigamientos y la persecución de las compañeras que se autodefinen como trabajadoras sexuales, ya que son adultas autónomas que ejercen su actividad de manera consensuada y consentida en el ámbito de lo privado. No obstante, son expuestas a abusos por parte del Estado y sus instituciones y fuerzas represivas, y juzgadas por una sociedad que las condena, invisibiliza y somete a la clandestinidad.

# Nosotras paramos porque nos une la lucha colectiva en una sociedad que genera procesos de exclusión social de los sectores populares y la clase trabajadora, condenando a miles de niñas, adolescentes, mujeres, travestis y trans a ejercer la prostitución, convirtiéndolas en objetos de consumo, en víctimas de un Estado que, en vez de garantizar sus derechos, administra negocios como la prostitución y la trata de personas con fines de explotación. Exigimos la derogación de los códigos contravencionales o de faltas que criminalizan y discriminan a las personas que se prostituyen y a las identidades de género no hegemónicas. Paramos contra la violencia institucional que se ejerce contra dichas personas y para exigir programas de inserción laboral para quienes quieren dejar de ejercer la prostitución.

# Nosotras paramos porque denunciamos la connivencia entre el Poder político, judicial y empresarial, las fuerzas de seguridad y el negocio del narcotráfico. Somos las mujeres quienes encabezamos la lucha contra este negocio criminal que atenta contra nuestras vidas y las de las niñas, niños y adolescentes

# Nosotras paramos para exigir el desprocesamiento de todas las luchadoras populares ¡Libertad a Milagro Sala!

# Nosotras paramos para acompañar a las Madres y las Abuelas de la Plaza, quienes nos enseñan desde hace más de 40 años el camino de la lucha. Repudiamos el negacionismo continuo que, desde el Gobierno nacional y los medios hegemónicos, pone en duda a nuestros y nuestras desaparecidas, que ¡son 30.000! ¡Los derechos humanos no son ningún curro! Reafirmamos junto a ellas las consignas: ¡Nunca más; Ni olvido ni perdón; Memoria, verdad y justicia!

# Nosotras paramos por las presas políticas, las perseguidas y las asesinadas en nuestro territorio latinoamericano por defender a la tierra y sus recursos de las empresas transnacionales y los Estados cómplices. Paramos porque las mujeres indígenas sufrimos en nuestros cuerpos las violencias de un Estado patriarcal y racista que precariza nuestras vidas. Exigimos políticas de reparación histórica para los pueblos originarios, respeto a las creencias, cultos y costumbres. ¡No al genocidio del pueblo mapuche! ¡Marichiwe!

# Nosotras paramos porque en nuestra provincia las mujeres de pueblos originarios estamos privadas de los servicios básicos, sin acceso al agua potable y al alumbrado público, y expuestas a todo tipo de abusos, confinadas en barrios que son auténticos “ghettos” y sin acceso digno y pluricultural a la salud y a la educación. Las mujeres originarias exigimos la misma paridad en la representación tanto en el Consejo de Participación Indígena Nacional como en el Ipas en la provincia de Santa Fe.

# Nosotras paramos para exigir que se respeten los derechos humanos de las mujeres solicitantes de refugio, refugiadas e inmigrantes, su derecho a la salud y a la educación ¡Rechazamos las políticas xenófobas del Gobierno de Macri contra inmigrantes, porque nosotras somos las que migramos buscando oportunidades para nuestras familias!

# Nosotras paramos para exigir justicia por Maria de los Angeles Paris, Silvia Suppo, Fabiana Poggiani, Guadalupe Medina, Nerea Barbosa, Vanesa Zabala, Azul Montoro, Pamela Tabares, Paula Perassi, Sandra Cabrera y todas las compañeras que nos arrebató la negligencia y la violencia machista de un Estado patriarcal.

Por todos estos reclamos, que representan nuestro derecho a una vida digna y libre de violencias, las mujeres de todo el mundo hoy paramos en unidad para gritar que vivas y libres nos queremos.
Este 8 de marzo, paramos las que no paramos nunca, las que hacemos cada día que la tierra gire. Hoy paramos las que movemos el mundo, cansadas de que se descargue sobre nuestros cuerpos toda la crueldad de un sistema excluyente y desigual. Paramos porque queremos disponer de nuestro tiempo, de nuestros cuerpos, de nuestras vidas. Paramos para que el amor sea libertad y crecimiento, nunca cárcel. Paramos porque nos mueve el deseo de transformar la realidad, de inventar otro mundo donde vivamos como merecemos: libres, plenas y juntas.

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