El jefe de de ministros brindó su primer informe del año en la Cámara baja y protagonizó un fuerte contrapunto con legisladores opositores. Habló de una inflación que baja, un país que crece, y defendió a Luis Caputo.
Marcos Peña se sentó y comenzó a desgranar tópicos de un país que no es el que gobierna Mauricio Macri. En su primer informe del año ante la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete subrayó bonanzas que luego fueron desmentidas por la oposición pero, fundamentalmente, por la realidad, que este miércoles operó casi on line, ya que mientras el funcionario quiso tranquilizar a todos respecto de la estabilidad de los trabajadores de Ferrobaires Agustín Rossi le mostró el facsímil de uno de los telegramas de despido que comenzaron a llegarle a esos empleados al mismo tiempo que sus palabras.
El jefe del bloque FpV-PJ, le espetó, en uno de los momentos más tensos de la audiencia: “Mientras nos contestaba que mantendrían la estabilidad laboral, llegaron 600 telegramas de despidos a los trabajadores de Ferrobaires”.
Ante la mirada impávida de Peña, el diputado nacional le preguntò: “¿A quién le creo? ¿A usted o a los telegramas?”.
Pero Peña, además, defendió las guaridas fiscales, en tren de defender al ministro de Finanzas Luis Caputo. Ante la presión que ejercían las diputadas y diputados opositores, el jefe de Gabinete se salió de libreto y fustigó: “Esta idea estratégica de tratar de plantear que las offshore es corrupción… No. La corrupción son los bolsos de (el ex secretario de Obras Públicas del anterior gobierno José) López, señores. La corrupción que hemos visto durante su gobierno; y la gente ya saldó esa discusión”.
Pero lo cierto es que la muestra de confianza al ministro de Finanzas no llegó a frenar el embate legislativo, que por un lado reclamaba la interpelación en el recinto o en comisión de Caputo, y directamente la dimisión del funcionario.
Imaginación fértil
Peña remarcó el “crecimiento” del país, habló de un presunto “aumento” del empleo registrado y sostuvo que la inflación está teniendo una tendencia a la “baja”. Textualmente dijo: “La tendencia es clara. La inflación está bajando y seguirá bajando”.
Pero una de las frases que hizo sonreír a más de uno de los presentes fue: “El camino del desarrollo ya comenzó”.
El ministro no se privó de definir como “gradualismo” al estilo que ejerce Cambiemos al ejecutar el plan económico, y prometió que en adelante habrá menos endeudamiento: “Cada vez dependeremos menos del financiamiento externo”.
El ex ministro de Economía Axel Kicillof lo contradijo: “Lo que encontramos es que Argentina fue estos dos años primero en el ranking de contraer deuda en los mercados: 166 mil millones de dólares de deuda colocaron. Ese no es sólo un problema a largo plazo, es también a corto”.
El diputado del FpV-PJ fue uno de los màs crìticos con el tema de las cuentas off shore: “Si alguien abre una cuenta en un paraíso fiscal es porque esconde algo y no quiere pagar impuestos. ¡Es una guarida, una cueva, es sucio, turbio! ¡No pueden gobernar así! Al señor Caputo no paran de encontrarle cosas, es lo de Gilligan multiplicado por 10. Lo que pueden hacer es apartarlo”.
José Luis Gioja, diputado del mismo bloque y titular del PJ nacional, también toreó feo a Peña: “Representaba los intereses de los fondos buitre que pujaban para cobrar la deuda, que estaba insertado en cuanta offshore había”.
Pero quizás la que más dura fue con el jefe de Gabinete de Mauricio Macri fue la diputada María Emilia Soria, quien refiriéndose también a Caputbramó: “No es otra cosa que un delincuente de guantes blanquísimos, un evasor fiscal, un timbero con los recursos del Estado y un pésimo ejemplo para que se largue esta lluvia de inversores que esperan”.
Impertérrito, Peña soltó: “Ratificamos absolutamente al ministro Caputo como ministro de Finanzas. Ratificamos su integridad, honestidad y trasparencia en la función. No tenemos dudas que es una persona que tuvo mucho más para perder que para ganar por meterse en la función pública”.
Pese a todo, Peña debió ceder, al menos en lo formal, al reclamo opositor de que el pope de Finanzas se haga presente en el Congreso, y dijo que “el ministro Caputo pueda concurrir aquí al Congreso, la semana próxima, a una comisión, para hablar tanto de las cuestiones de la deuda y su aplicación, como de las denuncias que se han hecho sobre su persona”, aunque Felipe Solá, como ya lo había hecho Rossi, pidió que fuera en el recinto de sesiones.
Ricardo
15/03/2018 en 21:10
NO ESTÁ DESCONECTADO, ES UN MISERABLE DE TODA MISERABILIDAD