En el marco de múltiples actividades por el centenario de las jornadas que alteraron la vida universitaria en la Argentina, desde Ciencia Política se convoca a realizar un fotolibro digital y colectivo que refleje la vinculación de la academia con la comunidad.
Paula Contino y Mariela Daneri remarcan un par de veces que la que ellas impulsan especialmente es apenas una de muchas movidas de la facultad de Ciencia Política y la Universidad Nacional de Rosario en el marco del centenario de la Reforma Universitaria. Y claro, aquellos días de 1918 alteraron intensamente la vida de una institución hasta entonces “monárquica, elitista, oscurantista”, que se abrió a un modelo “con participación democrática, cogobierno, autonomía” y también a un nuevo vínculo con el afuera de los claustros, recuerda Contino. Esto del contacto con las comunidades es lo que ocupa y apasiona particularmente a ella y a Daneri, secretaria y subsecretaria, respectivamente, de Extensión y Vinculación de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UNR, tal su nombre completo que podría ser aún más largo ya que contiene además las carreras de Comunicación Social y Trabajo Social. Desde ese espacio, lo que se propone en el marco de la evocación de la Reforma es un “fotolibro digital y colectivo” que ya tiene un título que oficia de orientador para su realización: “Miradas del territorio. Narrativas sensibles desde la Universidad”.
La invitación es a todos y todas quienes transitan o hayan transitado esa facultad, sea como docentes, no docentes, estudiantes, o graduados. Y la propuesta es que manden una foto y un microrrelato de no más de 300 caracteres ligado a alguna actividad o propuesta de trabajo de Extensión y Vinculación: “Las imágenes pueden corresponder a programas, proyectos, acciones y actividades –institucionalizados o no– actuales o ya realizados. Es fundamental que las fotos muestren el compromiso público y solidario de la institución educativa con el medio social que le da sentido”, se precisa en la convocatoria.
De Oxford a La Siberia
Contino y Daneri recuerdan que aunque la Reforma del 18 lo instaló con fuerza en estas pampas, el concepto de “extensión universitaria” nació unas década antes, en 1870, en la Universidad de Oxford, al calor de la revolución industrial con sus consiguientes movimientos culturales y artísticos perfilados desde una clase obrera que comienza a hacerse visible y a demandar formación también en términos universitarios.
En la Argentina, de la Reforma hasta acá lo vinculado a la Extensión Universitaria tuvos sus vaivenes, con pronunciados bajones en épocas de dictaduras y gobiernos neoliberales, pero con fuerte impulso en estos primeros años del siglo XXI.
“En el siglo XXI hay un trabajo de jerarquización de la Extensión, que aparecía como función siempre perimetral, en los márgenes, en los bordes; como algo políticamente correcto, moralmente bueno, pero no incorporado institucionalmente ni curricularmente. Eso comenzó a modificarse y hoy, y desde hace 11 años, la UNR tiene su propia convocatoria y financiamiento. Y la muy buena gestión de la Secretaría de Extensión de la Universidad nos da a las facultades la posibilidad de instalar la problemática en la gestión política y académica”, relata Contino. De ese modo, remarca luego, la Extensión es ahora también, claramente, “una tarea académica, que entiende otros modos de aprehender la realidad en el marco del proceso de enseñanza-aprendizaje”. Lo que no impide, señala después, el desarrollo de la Extensión como “construcción de lazos sociales que permiten el crecimiento colectivo, alejada de la idea elitista y vanguardista de que somos nosotros los que vamos a llevar soluciones o transformar la vida de la gente”.
Todo este proceso de revitalización fue motivo de un primer libro digital impulsado por la Secretaría de Extensión y Vinculación de Ciencia Política, publicado hace dos años, conformado por análisis y reflexiones de los proyectos del área desde una perspectiva más teórica y de investigación.
Ahora, para esta movida en el marco del centenario de la Reforma –y a la vez en un contexto nacional distinto–, la propuesta es sostener la mirada desde la academia pero apuntando a valores “artísticos, estéticos, humanos”.
“Históricamente se privilegiaba lo intelectual y lo cognoscente, a esto le agregamos lo ético, lo artístico y fundamentalmente lo corporal, porque cada una de las personas tiene que trabajar con otros, en proyectos coproducidos, coordinados, con diálogo, con interacción; y se hace cuerpo a cuerpo”, enfoca la secretaria de Extensión de la facultad con sede en La Siberia, que repasa con Daneri la tarea desplegada en articulaciones con unidades penitenciarias, organizaciones de pueblos originarios, escuelas, clubes de barrio, cooperativas y proyectos de economía social o solidaria.
La invitación, entonces, es mandar cuatro o cinco fotos con sus respectivos breves relatos, para que un jurado integrado por autoridades de la facultad y por fotógrafos profesionales que oficiarán de curadores, seleccione dos o tres. Interesados e interesadas pueden escribir a publicacionextension@gmail.com, o llamar a los teléfonos 4808521/22, internos 109 y 139.
Y es hasta el próximo 20 de julio que hay tiempo de sumarse a la movida que alienta esta gente que no para de aportar conocimiento y convicciones respecto de lo que hace: “Todo esto de la Extensión es una perspectiva de ampliación de derechos humanos, de la educación como un derecho humano fundamental, inalienable, garantizado por el Estado. Y el conocimiento tiene mucho por hacer ahí”, enfatizan, al tiempo que insisten, una vez más, en pedir que la gente ligada a la facultad se anime a mandar sus fotos, más allá de calidades técnicas, que para eso estarán los curadores, “para rescatar la belleza, porque la belleza también es un derecho”, dicen.
