Las elecciones de este martes en Estados Unidos dejaron como resultado un Congreso dividido en dos. Mientras el Partido Demócrata recuperó el control de la Cámara de Representantes, el Senado quedó en manos del Partido Republicano.
En unas polarizadas elecciones de mitad de mandato, el partido del ex presidente Barack Obama cumplió su objetivo de dominar la cámara baja, algo que no hacía desde 2010, pero no pudo concretar la anunciada «ola azul» anti-Trump al quedar el Senado en manos republicanas.
«Tremendo éxito», tuiteó por su lado el presidente Donald Trump, quien siguió los resultados en la Casa Blanca, donde pasó el día recluido con amigos y familiares.
En otras publicaciones en Twitter, el titular de la Casa Blanca citó al escritor y comentarista económico Ben Stein, conocido por apoyarlo, quien refiriéndose a Trump afirmó que «en los últimos 105 años, solo ha habido cinco veces en que un presidente en ejercicio había obtenido escaños en el Senado en las elecciones fuera de año». «Increíble, tiene a todos los medios de comunicación en contra de él, lo atacan todos los días, y logra enormes victorias», escribió Trump citando a Stein.
El presidente de EEUU llamó al líder del Senado, Mitch McConnell, para felicitarle por «los logros históricos» luego de que los republicanos aumentaran a 52 sus bancas en la cámara alta de 100, informó la portavoz, Sarah Sanders.
Por su parte, la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aseguró que el resultado de estas elecciones iniciaba «un nuevo día» para el país e insistió en que servirá para «poner fin a la división que vive Estados Unidos».
Pelosi, quien será a partir de enero la presidenta de la Cámara Baja después de ocho años en manos conservadoras, dijo que el logro de los demócratas de esta noche no tiene que ver con las diferencias partidistas, sino con «conservar los valores constitucionales», en un discurso citado por la agencia de noticias EFE.
Los demócratas podrán bloquear la aprobación de leyes, e impulsar sus propios proyectos legislativos, aunque estos choquen después con el muro republicano en el Senado.
Los oficialistas tienen en este momento 193 escaños en la Cámara Baja pero ampliaron su dominio en el Senado con 52 senadores (frente a los 45 de los demócratas).
En Missisipi habrá segunda vuelta el 27 de noviembre, que en caso de resultar favorable a los conservadores sumaría 54 de los 100 puestos en el Senado.
Estos resultados prácticamente le garantizan al presidente Donald Trump que no será víctima de un «impeachment» después de que los demócratas abran en la Cámara de Representantes las investigaciones contra él, ya que para ello se precisa el apoyo de 67 de los 100 senadores.
Al mandatario le quedan por delante dos años de gobierno con un balance de fuerzas complejo, al menos hasta que se presente a la reelección en 2020.
Los republicanos mantuvieron el control en todo el sur y en las zonas rurales y suburbanas como Indiana, Misuri, Dakota del Norte, Tennessee y Texas.
En el caso de las elecciones a gobernador, los demócratas consiguieron ganar cuatro nuevos estados.
El movimiento feminista también celebró: el Capitolio tendrá al mayor número de congresistas mujeres de su historia.
Las más joven de la historia
Alexandria Ocasio-Cortez se ha convertido en la congresista más joven en la historia de Estados Unidos. La política, de 29 años, representará al distrito 14 de Nueva York en la Cámara de Representantes.
Ocasio-Cortez es hispana oriunda del Bronx y su madre es de Puerto Rico. «Yo he nacido en este barrio y votar y tener mi nombre en este papel es algo increíble, no hay palabras», ha afirmado en español la política del ala izquierda del Partido Demócrata en Nueva York, al agregar que su victoria es «algo muy especial» y «un momento muy emocionante» para ella y su madre, informa EFE.
Fuentes: Telesur/RT/NA/Télam/EFE