El gobernador Miguel Lifschitz rechazó la posibilidad de poner en marcha el nuevo reglamento para el uso de armas fuego en la policía santafesina. El Colegio de Magistrados de Rosario también cuestionó de plano el protocolo.
El mandatario provincial sostuvo este miércoles que “no tiene prevista ninguna alteración respecto del accionar policial”, al tiempo que agregó: “Nosotros tenemos leyes vigentes, la Constitución de la Provincia, una ley policial que establece obligaciones y competencias y no pretendemos más que eso”.
Lifschitz, en declaraciones formuladas en el programa Los días contados de Telefé Rosario, amplió: “No tenemos prevista ninguna alteración respecto del accionar policial. Nuestra exigencia respecto a la policía es que actúe con firmeza, en el marco de la ley y de las normas vigentes y ninguna otra cosa adicional”.
Los jueces tampoco avalan el protocolo
En tanto, el presidente del Colegio de Magistrados de Rosario, Gustavo Salvador, salió al cruce del decreto federal, al que calificó de “peligroso”, al tiempo que sostuvo que el Código Penal “ya establece los casos en los que la policías pueden utilizar sus armas en cumplimiento del deber. Avanzar sobre eso es peligroso por el mensaje que se quiere dar”.
El titular de la institución que nuclea a los jueces calificó de “preocupante” y “peligrosa” la flamante normativa y, en manifestaciones al programa Zysman 830 de la emisora La Ocho, amplió: “La situación es conflictiva. Hay un reclamo social que no puede desconocerse en cuanto a la situación de inseguridad que se da en la ciudad y en el país. Pero de ahí a reglamentar un protocolo en donde se especifica con mayor puntillosidad situaciones que ya están abordadas en el Código Penal, realmente es preocupante”.
Salvador indicó que el nuevo reglamento “deja la posibilidad de librar al criterio discrecional de la policía el uso de un arma de fuego para repeler la posible comisión de un delito y que eso implica el cumplimiento del deber. Con las normas que ya están vigentes en el Código Penal, que hablan de las causales de justificación como legítima defensa, estado de necesidad o la posibilidad del cumplimiento del deber, esa situación ya está contemplada. Avanzar hacia una posibilidad de respuesta con arma de fuego es peligroso en cuanto al mensaje que se quiere significar”.