El desdoblamiento de las elecciones provinciales respecto de las nacionales adelanta la campaña santafesina por la Gobernación y los demás cargos en juego. El 22 de febrero cierra la inscripción de listas. Un repaso por los distintos frentes, según la foto de hoy.
La oficialización del cronograma electoral de Santa Fe, desdoblado del nacional, hizo sonar con premura la campana de largada de la campaña proselitista, que posiblemente acotará o interrumpirá las vacaciones de verano de los precandidatos que tienen expectativas de tallar en las urnas. A sesenta días del cierre de listas provinciales para las postulaciones a gobernador, senadores y diputados provinciales, intendentes, jefes comunales y concejales, el panorama ofrece una multiplicidad de variantes al interior de cada frente electoral que, probablemente, sufran un forzoso adelgazamiento a la hora de inscribir las nóminas partidarias, producto de acuerdos democráticos o arbitrarios dedos pulgares inclinados hacia abajo.
Esta semana, el gobernador Miguel Lifschitz firmó el decreto de convocatoria a elecciones provinciales, en cumplimiento de la letra de la Constitución. Fijó como límite para el cierre de la inscripción de las precandidaturas el 22 de febrero, mientras que la fecha de las primarias obligatorias, simultáneas y obligatorias la dispuso para el 28 de abril.
El 16 de junio, finalmente, se celebrarán las elecciones definitivas, por medio de la cual se renovará la Gobernación, el Senado, Diputados y todo lo que ya se mencionó antes.
Frente amplio
El peronismo santafesino, desplazado del poder provincial por el socialista Hermes Binner en 2007, posee varios anotados a la carrera por la Gobernación, como ha ocurrido en los últimos turnos electorales.
En este caso, la cantidad supone también variedad y, hasta ahora, no le ha garantizado la capacidad de retener en las generales los votos que cada uno recoge en las primarias.
¿Existe la posibilidad de construir un amplio frente de fuerzas de centroizquierda con eje en el justicialismo santafesino para enfrentar a Cambiemos y al Frente Progresista, y como antecedente de un acuerdo de similares características a nivel nacional? Hubo un primer abordaje a esa idea que tuvo como escenario el domicilio particular del titular del PJ Santa Fe, Ricardo Olivera, al que asistieron, además de peronistas, referentes de los partidos históricamente aliados y rostros novedosos como el de los diputados Carlos Del Frade (Frente Social y Popular) y Rubén Giustiniani (Igualdad y Participación) y el del concejal rosarino Juan Monteverde, de Ciudad Futura.
No fueron engañados –Del Frade sintió que un poco sí– sino atraídos por la figura de María Eugenia Bielsa, aparentemente dispuesta a volver a participar de elecciones en un armado amplio.
Algunos –no todos– de esos sectores de centroizquierda podrían sumarse a un frente electoral de ese tipo si Bielsa se candidatea. Los antecedentes indican que la ex vicegobernadora posee tiempos que no necesariamente coinciden con las rutinas más estables de la política para definir esas cuestiones, que no son meros formalismos.
Anotados
El senador nacional Omar Perotti, candidato a gobernador en 2015, es uno de los anotados en las Paso peronistas. El rafaelino fue uno de los primeros de los justicialistas en comenzar a caminar la provincia en procura de instalarse como postulante a la Casa Gris.
En el camino trabó un acuerdo con el Nuevo Espacio Santafesino (NES), cuya figura electoral es la ex juez penal rosarina Alejandra Rodenas, y que reúne a senadores provinciales –con el del departamento San Lorenzo, Armando Traferri, a la cabeza–, intendentes y presidentes comunales.
Aunque no lo hicieron público, el acuerdo consiste en conformar una fórmula conjunta para la Gobernación en las primarias del PJ: Perotti-Rodenas.
El sector que lidera Agustín Rossi, quien sostiene su candidatura presidencial por Unidad Ciudadana mientras Cristina Kirchner teje el armado nacional desde el Instituto Patria, tiene en el diputado provincial Leandro Busatto a su postulante para las Paso peronistas.
“El kirchnerismo tendrá candidato propio en Santa Fe”, dijo no hace tanto en una entrevista. Busatto puntualizó que el justicialismo provincial no posee una figura que sintetice el conjunto –o, al menos, a la mayoría– de las líneas internas partidarias, por lo que la mejor solución radica en dirimir las fuerzas mediante el empleo del instrumento legal existente: las elecciones primarias.
Marcos Cleri, de La Cámpora, también fue uno de los que desayunó temprano en la adelantada campaña con miras al 2019. Avisó que se postularía en abril de este año, sin los habituales pruritos de la política acerca de que “falta mucho”.
Con recorridas por distintos puntos de la provincia y cartelería en las principales ciudades que hacen referencia “al futuro”, el diputado nacional de Unidad Ciudadana es otro de los precandidatos kirchneristas del PJ local.
La también senadora nacional, María de los Ángeles Sacnun, reunió a su tropa esta semana en el departamento General López y planteó la necesidad de la unidad del peronismo como garantía de triunfo en el próximo turno electoral. “Desde el sur santafesino construiremos la victoria en Santa Fe como preludio de la victoria nacional”, sostuvo durante el acto, y llamó a forjar un acuerdo sobre la base de “una decena de políticas públicas”. Si bien no anunció su rol en los comicios, posiblemente juegue en las filas de Rossi.
En el PJ santafesino nadie está dispuesto a obsequiar lo construido, sean modestas quintitas o minifundios de mayor extensión. A lo sumo, alquilarlo. Y para fijar el valor locativo es menester una tasación previa de los votos que cada quien posee, y las Paso constituyen un instrumento idóneo para esa tarea.
Un paso atrás
La posibilidad de una interna entre dos precandidatos del Partido Socialista en las primarias del Frente Progresista Cívico y Social, duró menos que una primavera.
En un mes, el gobernador Miguel Lifschitz pasó de sostener que “sería bueno tener primarias dentro del propio Frente” y que a eso “lo tomo como nada fuera de lo natural”, a asegurar que “no es fácil que surja un candidato de fuste para competir” con Antonio Bonfatti, ya lanzado.
“Quiero desearle el mayor de los éxitos a quien representará al Frente Progresista en la carrera electoral: el ex gobernador y mi amigo, Antonio Bonfatti”, dijo Lifschitz esta semana durante un acto de balance de gestión del Frente Progresista en el que, además, lanzó la idea de realizar, junto con las elecciones, una consulta popular sobre la reforma constitucional que le fue negada.
El proceso electoral de 2019 “nos tiene que encontrar unidos”, arengó el gobernador, que ya sin chances de reelección provincial no descarta un salto nacional para participar de un armado de centroizquierda, una tercera posición entre Cambiemos y el kirchnerismo.
Resaltó “la unidad del Frente” en anteriores comicios como eje de “cada uno de los triunfos electorales”, a pesar de que Bonfatti tuvo una interna con el ex intendente radical de Santa Fe, Mario Barletta, y con el entonces integrante del Partido Socialista, Giustiniani.
“Cuando las coaliciones políticas se fragmentan pierden fuerza, pero además pierden valor para los ciudadanos que confiaron en ellas. Por eso –dijo Lifschitz– tenemos que seguir mostrándole a los santafesinos un proyecto de futuro para Santa Fe”.
Por ahora luce improbable –aunque no imposible– que también se anote una precandidatura radical en las Paso de la coalición gobernante. Desde el triunfo nacional de Cambiemos en 2015, la UCR santafesina sufrió una fractura entre los que permanecieron en el acuerdo con progresistas y los que saltaron a las arenas amarillas. Y, algunos, que oscilaron entre ambas playas.
Sin gracia
Sin la presencia para el próximo turno electoral del cómico Miguel Torres del Sel, la destellante figura comicial del PRO santafesino, Cambiemos ofrece, hasta el momento, dos vías de llegada a la Gobernación.
Por un lado, el intendente radical de la ciudad de Santa Fe, José Corral, el ucerreísta más apegado a las políticas neoliberales de la Casa Rosada.
Al cierre de esta edición, Corral inauguraba en Alberdi al 100 una casa de Cambiemos en Rosario, que ya tiene otras moradas, pero ninguna que le responda a él.
La inserción del santafesino en el electorado del sur provincial aparece como su principal desafío para las cercanas elecciones. En los papeles –que resisten sin quejarse todo tipo de análisis– Corral parece no contar con la fuerza electoral de Cambiemos que gozó su correligionario Albor Cantard, tanto o más desconocido que él, y que sin embargo se impuso en los comicios de medio término hace dos años.
Además, en esta ocasión la convocatoria a las urnas se hará de forma desdoblada entre las provinciales y las nacionales, por lo que no habrá tracción de votos de arriba hacia abajo.
El otro postulante para las primarias de Cambiemos es el presidente del PRO santafesino y diputado provincial, Federico Angelini.
De llegada a varios despachos de la Casa Rosada, el joven que acompañó a Mauricio Macri en la gestión de la Ciudad de Buenos Aires no quiere regalarles el escenario electoral a los aliados radicales.
A dos meses de la fecha límite para el cierre de listas, los enumerados son quienes exhiben en la foto actual su intención proselitista. Como se dijo, los acuerdos políticos o los dedos deconstructores de candidaturas pueden convertir esos deseos en ocasionales frustraciones.