Después de 35 años del robo del cuadro de Bartolomé Murillo, La asunción de Santa Catalina, la policía uruguaya interceptó la obra que fue restituida esta semana en Rosario. El atraco original fue atribuido a un grupo de tareas relacionados con el represor Aníbal Gordon.
A principios de noviembre de 1983, semanas antes de la caída de la última dictadura y la posterior asunción de Raúl Alfonsín, tres hombres con mameluco azul, según las crónicas de la época, entraron armados al Museo de Arte Decorativo Firma y Odilio Estévez, frente a la plaza 25 de Mayo de Rosario, y redujeron al personal, huyendo luego en una automóvil. Se llevaron cinco pinturas del museo donado a la ciudad en la década de los 60 por la pareja Firma Mayor y Odilo Estévez.
Los asaltantes tenían conocimiento de causa. Extrayendo las pinturas de sus marcos para no dañarlas, entre ellas se encontraba La asunción de Santa Catalina, una obra hecha en óleo sobre tela, de 113 x 88 centímetros, creada por el pintor de origen sevillano Bartolomé Esteban Murillo, en el 1600, que representa a la patrona de Europa en función del movimiento de contrarreforma religiosa.
El robo fue vinculado a la banda de Aníbal Gordon, el represor que operó en el centro de detención clandestino Automotores Orletti en épocas de la Triple A, cuando el grupo parapolicial secuestraba, torturaba y exterminaba a personas desde los años previos a la última dictadura. Gordon fue condenado a 16 años de cárcel por el secuestro de Guillermo Patricio Kelly, entre otros crímenes y delitos económicos.
La investigación del golpe al museo Estévez, en principio, culminó en el procesamiento de cuatro personas y luego, esa medida, fue revocada y se dictó la falta de mérito.
Tres décadas y media después, luego de una denuncia a fines de octubre que llegó al Departamento de protección del patrimonio cultural de la Policía Federal Argentina, la Interpol y la Policía uruguaya realizaron un procedimiento el 1º de noviembre en cercanías de la ciudad de Montevideo, en un ruta costera que va hacia el este, y se detuvo a cinco personas armadas que viajaban en dos automóviles con la pintura de Bartolomé Murillo.
La vuelta
Luego de las gestiones bilaterales y los análisis del lienzo y de los marcos originales, el jueves pasado la obra de Murillo llegó a la ciudad, y las autoridades del museo Estévez presentaron la restitución junto a la intendenta Mónica Fein y el secretario de cultura, Guillermo Ríos.
Días antes, la pintura fue presentada en Buenos Aires por autoridades nacionales de Seguridad, encabezadas por Patricia Bullrich. “Esta obra de Murillo estuvo 35 años bajo la delincuencia y fue recuperada gracias a un trabajo conjunto entre la Fiscalía de Rosario, la Policía Federal, y la Policía Nacional de Uruguay”, publicó en su cuenta de twitter. La funcionaria estuvo acompañada por el secretario de cultura, Pablo Avelluto.
Aquella mañana de noviembre de 1983, los asaltantes se llevaron además de La asunción de Santa Catalina, otras obras como Retrato de un joven, de El Greco; El profeta Jonás saliendo de la ballena de José de Ribera; Retrato de Felipe II, de Alonso Sánchez Coello y Doña María Teresa Ruiz Apodaca de Sesma, de Francisco José de Goya, recuperada en 1996.