Uno de los bastiones clave en la victoria de Mauricio Macri en 2015 amenaza con caer en cuanto a volumen electoral, e incluso en términos de continuidad de la alianza entre la UCR y el PRO. Las boinas blancas van a la guerra.
La alianza que llevó a cosechar el 70 por ciento del electorado cordobés en el balotaje de 2015 parece a punto de colapsar. La pateada de tablero que provocó el intendente de la Docta, Ramón Mestre, al desoír la orden de Marcos Peña de ir a las Paso con Mario Negri como único candidato a gobernador generó una explosión cuyas esquirlas llegaron a Buenos Aires
Según todas las fuentes consultadas y las expresiones que ya se hicieron públicas, en el PRO existen dos grupos que analizan en modo muy disímil la crisis cordobesa. Por un lado, el jefe de Gabinete y sus hombres estarían inclinados a preservar la alianza entre macristas y radicales, atemperando los roces y evitando toda ruptura entre los dirigentes radicales.
Pero están los halcones, entre los cuales milita el jefe de Gobierno de la Caba Horacio Rodríguez Larreta, quien sostiene que si Mestre forzó la interna, quien tiene que resolver el despelote que generó son él y su sector.
Este panorama recrudeciò durante el fin de semana largo, en el encuentro que la UCR protagonizó en Corrientes. Lejos de solucionarse, el problema se agravó, y algunos piensan que “por mirar demasiado hacia adentro de Córdoba se pone en riesgo la elección nacional”. No es la mirada de Mestre, que dice que las Paso de La Pampa fueron “un aviso que hay que atender, porque se puede dirimir las diferencias y con chances de ganar”.
Y es cierto que en La Pampa hubo Paso, y que la UCR aplastó al macrismo, tan cierto como que aún no tiene asegurado, ni mucho menos, el triunfo. Lo que estaría fuera de toda discusión es que parte del radicalismo –de todos los distritos– se siente con derecho a discutirle tanto los lugares en las listas como las principales candidaturas al PRO.
La cúpula de la UCR, en Corrientes, con tres gobernadores y la plana mayor dirigencial, debatió la interna cordobesa pero sin zanjar las diferencias. Por el lado de Negri, la queja se centra en que Mestre posee el aparato, y teme que le “camine” las Paso.
Negri y Mestre se reunieron con los capitostes radicales por separado. El primero insiste en hacer valer el armado porteño, que lo colocaba como único candidato a gobernador, en una fórmula que cerraba con el macrista Héctor Baldassi como postulante a vice y con Luis Juez de candidato a intendente de la Docta.
Ese sector alega que para que se pueda realizar una interna el próximo 17 de marzo –dentro de escasos doce días– no estaría garantizado el recuento de votos, puesto que quienes podrían hacerlo, las empresas de correo, no llegarán a tiempo.
Como para desarticular ese argumento Mestre respondió que si fuera necesario recurriría a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), y Juez, en su estilo entre cuentista y chicanero, replicó: “So se puede suplir la tarea de las empresas de correo con una ONG o con los chicos de Glovo repartiendo las urnas”.
La clave es que en la Mesa provincial de Cambiemos, donde se dirime la realización o no de los comicios, aunque Negri no tiene hombres propios, tiene asegurado el apoyo de los representantes del PRO y Juez.
Si “La Mesa”, como se denomina a ese órgano, plantea la postergación o suspensión de la interna, nadie hasta este martes de animó a descartar que Mestre vaya por fuera de Cambiemos, lo cual dejaría a la alianza a un paso de la disolución, y con buenas chances de ser reelecto al peronista “racional” Juan Schiaretti.
Adelante, radicales
La reunión de la UCR la encabezaron los gobernadores Gustavo Valdés, el anfitrión; Gerardo Morales, de Jujuy; Alfredo Cornejo, de Mendoza, y el vicegobernador de Buenos Aires, Daniel Salvador. Pero también hubo presencias nacionales de primera línea: además de Negri y Mestre, asistieron Ernesto Sanz, Luis Naidenoff, Ángel Rozas y el ex gobernador correntino Ricardo Colombi.
Y también estuvo presente Enrique Coti Nosiglia, el más entusiasmado con construir una candidatura nacional contra Macri, que es un secreto a voces que tiene nombre y apellido: Martín Lousteau.
Sin embargo, el ex ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner estaría haciendo cotizar muy alto su postulación: alega que hasta ahora nadie de la UCR hizo sonar su celular, y que percibe estar siendo usado cuando escucha los trascendidos de su posible candidatura para enfrentar a Macri.
En las sombras que siempre rodean a Nosiglia, la alquimia que se estaría preparando confluiría en una fórmula presidencial integrada por Lousteau-Cornejo, aunque este último tiene dudas respecto de la conveniencia de esa estrategia, más allá de cómo llegara a definirse una posible Paso contra el propio Presidente. Quienes se mostraron en contra de ese plan, sin matices, fueron Morales –que desprecia al Coti– y Colombi, quien ya había expresado que no hay otro candidato para él que no sea Macri.
En rigor, acerca de las Paso nacionales, la opinión mayoritaria es que se defina más cerca de la fecha de las mismas, y sobre todo prevaleció la idea de que será necesario ver cómo evoluciona la economía, un eufemismo para evitar decir que estarán atentos a la imagen de Macri: si sigue cayendo, nadie lo acompañará más allá de la puerta del cementerio.
Y por si algún apresurado pudiera pensar que los popes de las boinas blancas están dispuestos a hacer volar por los aires la alianza con el PRO, la mayorìa de ellos garantiza la continuidad de Cambiemos.
Como a los radicales les gusta dejar constancia de sus resoluciones, firmaron un documento en el que –con cierta ambigüedad– intentaron marcar una posición: “La discusión sobre las candidaturas nacionales, del binomio presidencial y legislativas, corresponde que se desarrolle atendiendo al fortalecimiento de la coalición y a evitar una regresión populista, en el marco de la Mesa Nacional de Cambiemos”.
Quien esperaba algo más contundente, está claro que no conoce a los radicales.
Analía Efrón
05/03/2019 en 18:56
El quilombo se va a armar en la Convencion, que se reunirá en abril. Yo creo que rompen