Ante la fuerte caída en las ventas, la histórica fábrica santafesina pidió ingresar al procedimiento preventivo de crisis y peligran más de 600 empleos. Las tres plantas industriales trabajan al 40 por ciento de su capacidad.
La fábrica de productos lácteos Verónica se sumó al largo listado de empresas que pidieron ingresar al procedimiento preventivo de crisis. La compañía santafesina fundada en 1923, con sede central en Lehmann, cerca de Rafaela, acusó fuerte caída en las ventas en el mercado interno. En rigor, la empresa posee tres plantas industriales con capacidad instalada para procesar unos 360 millones de litros de leche anuales, pero que hoy trabajan al 40 por ciento. La complicada situación mantiene en vilo a más de 600 trabajadores, ya que el preventivo de crisis habilita reestructuraciones y despidos con indemnizaciones rebajadas.
Verónica se subió a la ola de empresas nacionales que en el último tiempo solicitaron ante la Secretaría de Trabajo un plan de crisis. Si bien la debacle económica que atraviesa el país y la sostenida caída del consumo interno profundizaron los problemas de la empresa, la conflictiva situación de la firma se enmarca en la crisis que arrastra el sector lácteo desde hace tiempo.
La marca Verónica, bajo el lema “Sabores que hacen bien”, llega a las góndolas en leches larga vida, chocolatadas, leche en polvo, dulce de leche, manteca, crema de leche y quesos untables. También tiene una línea propia de quesos duros, otra de lácteos descremados y producción de lácteos para consumo industrial.
La compañía emplea a más de 600 operarios de forma directa, que están cobrando su sueldo en cuotas desde hace varios meses. Verónica tiene tres plantas industriales ubicadas en las localidades santafesinas de Lehmann, Suardi y Clason. La fábrica dedicada a la producción de leche en polvo funciona cada 15 días por falta de demanda.