Pasado el shock que generó el anuncio de la fórmula Fx2, el establishment decidió dejar de lado la eyección de Macri de su propia reelección. Se nota tanto que ahora hay encuestas que miden un inasible “índice de optimismo”.
Del claro mensaje que surgía desde las entrañas del poder establecido –”Ya está, nene, vos no ganás ni pagando”–, se pasó, en menos de dos semanas, a parafrasear una expresión evangélica. De allí que el ecuatoriano Jaime Durán Barba, a quienes demasiados en el PRO piensan que es un verdadero mesías, se acercó al sepulcro de Olivos, donde Macri despedía hedor político desde hacía cuatro días, y exclamó: “Mauricio, levántate y anda”.
Y el mandatario, no sin pereza extrema, dejó la reposera y retomó la campaña, e inauguró obras, arengó a sus seguidores, y ungió con aceite las frentes de los pocos conversos que se arrimaron a su paso.
En realidad, nada de bíblica tuvo la reaparición con vida del presidente a quien casi todo Cambiemos le llegó a reclamar que dé un paso al costado, luego de nueve derrotas en elecciones provinciales, caída estrepitosa de su imagen e intención de voto en las encuestas, y una catástrofe económica tras otra provocadas por su gestión:
- La inauguración de un pasaje para camiones y bondis de larga distancia a cuyas barandas les faltaban todos los tornillos, y en la que –cual Pedro de Mendoza el primer adelantado– se inclinó, tocó el suelo y dijo que era eso, un suelo de cemento y no un relato.
- Un minivideo en el que comenta –con dureza significativa– que le dicen que todos están “con las pilas más puestas que nunca”, y remata: “Espero, porque se viene la Argentina que soñamos”.
- Junto a la primera dama, Juliana Awada, sirve un locro patrio por la celebración del 25 de Mayo en la Quinta de Olivos, rodeado de centenares de chicas y chicos bien de la zona.
- Invita a sentarse a menos de un metro de él –en la ceremonia por el Día del Ejército– al fiscal federal Carlos Stornelli, declarado en rebeldía por no presentarse a prestar declaración indagatoria en la causa que investiga una red de espionaje ilegal contra opositores.
- Se saca una foto en el living del gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey.
Cuántos votos suman esas apariciones post resurrección es un insondable misterio que deberá ponderar Durán Barba a través de encuestas más serias que las exhibidas por los discípulos mediáticos blindados.
De nuevo a ponerse los cascos
Desde fines del año pasado, durante meses la estrategia mediática se basó en inflar o simplemente divulgar los relevamientos que registraban una clara ventaja de Cristina Fernández de Kirchner por sobre el jefe de Estado, siempre con la hipótesis de que la actual senadora nacional se postularía a un tercer mandato como presidenta.
El asesor ecuatoriano, Clarín, La Nación, el Grupo América de Daniel Vila, Perfil, Infobae, todos estaban imbuídos de la idea de que esa holgada supremacía de CFK lograría dos efectos: uno, asustar a los “independientes”, que para evitar cualquier retorno de la Yegua se inclinarían por votar a Macri; y otro, que los “mercados”, igualmente “asustados”, reforzarían la alianza con Cambiemos.
Hasta que el 18 de enero chocaron los planetas y Cristina anunció que iría como vice de Alberto Fernández.
Allí, con rápidos reflejos, quienes consideraban al ex jefe de Gabinete como un niño mimado, pasaron a estropearle la cara a piñas, y los titulares tomaron un cariz llamativamente distante del anterior tono derrotista. Algunos ejemplos de Clarín:
- “Sorpresa: una encuesta lo da a Mauricio Macri arriba de Alberto Fernández y Cristina Kirchner en un balotaje”.
- “«Las mentiras de Alberto»: la columna de Alfredo Leuco sobre el candidato de Cristina Kirchner”.
- “Los Fernández tabican las fórmulas y achican el margen de un acuerdo con Sergio Massa”.
El periodismo de guerra había vuelto, sin rodeos, y con ganas de quedarse hasta que las velas del escrutinio no ardan.
Por ejemplo, este viernes, hace casi nada, Perfil publicó un título en sintonía con el Operativo Lázaro: “Dos encuestas ubican a Mauricio Macri ganando en segunda vuelta”. Y en la bajada: “Los sondeos sostienen que Cambiemos, si se mantienen las candidaturas, perdería en octubre pero podría revertir la elección en un balotaje”.
En otros artículos, se leían estos títulos, que muestran el cambio de perspectiva del ecuatoriano, que estaría sugiriendo que la no reelección de Macri podría generar una suerte de “operativo clamor”:
- “Durán Barba: «Si Macri piensa que su candidatura no es buena, no tendrá problema en desistir»”.
- “El siga-siga de Macri: candidato a presidente, ministros confirmados y «resistir» hasta junio”.
El diario digital de Jorge Fontevecchia postula que “el presidente Mauricio Macri ganaría en segunda vuelta contra la fórmula del PJ-Unidad Ciudadana que integran Alberto Fernández y Cristina Kirchner, en un escenario similar al que se dio en 2015”, cita a dos consultoras –Rouvier y Opinaia–, y plantea que esos relevamientos, realizados durante la semana que culmina, “le dieron algo de aire al Gobierno después de varios días de malas noticias”.
Al menos Perfil reconoce que “luego del anuncio realizado por la ex presidenta el pasado 18 de mayo, ocho encuestas ubicaban a la fórmula kirchnerista como ganadora tanto en primera vuelta como en el balotaje”.
Pero… “de acuerdo al estudio difundido ahora por la consultora del sociólogo Ricardo Rouvier, el binomio Fernández-Fernández se impondría en primera vuelta sobre el líder de Cambiemos por 37,9 por ciento a 32,6”. Y en un hipotético balotaje, ya la cosa cambia: “Macri ganaría contra Fernández por 44,5 a 41 por ciento”.
Clarín no tiene tantos pruritos para colocarse el uniforme de combate y salir a guerrear. En un artículo cuya desopilante volanta reza “Índice de Optimismo”, y bajo el título “La calma del dólar trajo un repunte en la imagen de Mauricio Macri”, publicó: “Así lo muestra la encuesta que hace Management & Fit para Clarín. Mejora sobre todo la ponderación de la gestión económica”.
Ya en el cuerpo central de la nota, se lee: “La teoría del Gobierno se estaría cumpliendo: la calma del dólar era la clave para detener la caída de la imagen de Mauricio Macri en las encuestas. Después de largos meses, la ponderación en la gestión económica del presidente, que mide en exclusiva Management & Fit para Clarín, tuvo repunte unánime”. Hay que creerle a Clarín o a Management & Fit, ¿no?
Luego, la explicación breve de la encuesta, que tuvo carácter y fue llamada “Índice de Optimismo”: “Se divide en dos rubros: el económico y el político. Ambos subieron respecto a la medición anterior, pero el primero lo hizo de manera más clara. Las siete variables, del presente y del futuro, que se analizan dieron en verde”. Lo dicho: “Mauricio, levántate y anda”.
Para redondear, y tener elementos para creerle o no, según el diario de Héctor Magnetto ese mismo día las notas más leídas de la sección Política fueron:
- Las difíciles conversaciones de Sergio Massa y Alberto Fernández: día a día y con avances y retrocesos.
- Juan Manuel Urtubey: “Hay cero chances de ser vice de Mauricio Macri”.
- Ibar Pérez Corradi soltó cucarachas en un juicio oral y suspendieron la audiencia.
- Incómodo momento para Verónica Magario: le gritaron “chorra” durante una entrevista en vivo.
- Desesperación por las listas y las milanesas frías del PRO.
El Gran Diario Argentino no para de otorgar sorpresas, a diestra y siniestra.
Las obras y la sopa
En el caso de Infobae, puede apreciarse algo más de análisis, pese a que también juega el juego de la resurrección. Lejos de las contundentes encuestas que prefiguraban el triunfo de taquito de CFK, ahora el gurú Román Lejtman firmó una nota titulada “Macri, Fernández y Massa a la búsqueda de los votantes defraudados que apoyaron a Cambiemos”, cuya bajada dice: “Millones de electores frustrados por el plan de ajuste económico son un factor clave para designar al nuevo presidente”.
Bajo el subtítulo “Macri y los defraudados”, Lejtman anticipa, claro que hace cinco días, que “en las próximas horas, el presidente recibirá una encuesta cualitativa que fue diseñada por Jaime Durán Barba. Ese sondeo de opinión es una recurrencia en la administración de Cambiemos, pero en esta coyuntura tiene un valor estratégico y definitorio. Macri usará ese profundo trabajo de sociología política y electoral para determinar su futuro político”.
Para el escriba de Daniel Hadad, “en la intimidad del poder, con el voluminoso sondeo de Durán Barba a la vista, Macri y Marcos Peña analizarán tres variables posibles: declinar la candidatura en María Eugenia Vidal, ampliar la fórmula electoral o preservar el ticket presidencial hasta decidir de qué manera se puede ampliar la base política de Cambiemos”.
Lejtman concluye: “Las tres variables electorales dependen del número asignado a la intención de voto de Macri. Si está por encima del 30 por ciento, Vidal se queda como candidata a gobernadora en la provincia de Buenos Aires, explicaron ayer a Infobae después del Tedeum en la Catedral Metropolitana”.
Pero… ”si la cifra es mucho menor al 30 por ciento, el presidente y su jefe de Gabinete asumirían una decisión clave que impactará de lleno en la historia política e institucional de Cambiemos. Hasta ahora, ningún presidente constitucional abortó su posible reelección por el impacto despiadado de una encuesta que desnuda su fragilidad en el electorado”.
No se sabe si el relevamiento tendrá que ver con el alocado “Índice de optimismo” de Management & Fit, pero Lejtman se cura en salud y describe algo que escapa a cualquier tipo de índice de optimismo: “En el conurbano bonaerense, Macri sufre una catástrofe electoral. Sólo tiene posibilidades de preservar Vicente López, San Isidro y Lanús, y en la Tercera Sección electoral (Avellaneda, La Matanza, Lomas de Zamora y Quilmes, por ejemplo), Cristina tenía 60 por ciento de intención de votos y el presidente apenas cruzaba el 10 por ciento. Estas cifras son manejadas en reserva por Vidal y la fórmula Fernández-Fernández”.
Para cerrar, Infobae interpreta ese escenario con la más gorila de todas las posibles miradas: “El nivel de aceptación de Macri en los partidos del conurbano es paradójico. Hizo cloacas, asfaltó calles y promovió el MetroBus, pero su imagen quedó atada al aumento de las tarifas, a la inflación y al desempleo, tres plagas económicas que entierran las mejoras institucionales”.
Como no podía ser de otra manera, para explicar por qué el electorado del conurbano es tan desagradecido, Lejtman apela a la desazón que produce en un miembro del gabinete nacional “que hace meses que no sonríe” y reproduce una frase que lo dice todo: “Nuestras obras se ahogaron en la sopa”.
Así no hay resurrección que aguante.