El juego del auriazul en el debut en la Superliga tuvo sus frutos: venció 2 a 1 a Atlético Tucumán, en el estadio Monumental José Fierro, con goles de Rius y Gil, uno en cada tiempo. Molina, en contra, había puesto el empate transitorio.

En un reducto siempre complicada, Central se trae para Rosario tres puntos muy valiosos en el inicio del torneo local, en el que arranca complicado en los promedios. Con un gol en cada tiempo, y un apagón en el final, el equipo de Arroyito le bajó el telón a la primera fecha con un triunfazo.

Cuando a Central le costaba hacerse de la pelota, y la generación de peligro en el área de enfrente parecía una misión casi imposible, el debutante Ciro Rius resolvió esa cuestión adversa a los 27’ con un tremendo derechazo, resbalón en el medio, que se clavó en el ángulo de Cristian Lucchetti. 

Antes, el ex Central José Luis Fernández lo tuvo para el dueño de casa, que hasta el momento se había adueñado del trámite, sin mucha generación. El balón se desvió en el camino, lo que hizo más brillante la tapada de Jeremías Ledesma, que reaccionó a tiempo.

El empate del Decano llegó a los 9’ del segundo tiempo, después de una serie de rebotes y de dificultades de la defensa auriazul para despejar el peligro de su propia área. El lateral Nahuel Molina le cambió el sentido a la pelota que había sido ejecutada por Ramiro Carrera, pero esta vez dejó sin chances a Ledesma, que ya estaba jugado en la dirección original. 

El partido estaba parejo, y para cualquiera. El local había retomado un poco el control del encuentro, pero los dirigidos por Diego Cocca ya habían avisado de contra. Tal así que, a los 21’, Leonardo Gil aprovechó una de esas subidas del Canaya, y desde la medialuna remató al fondo de la red, para poner nuevamente en ventaja a su equipo.

Más allá de algunos centros al área, todos descolgados perfectamente por Ledesma –incluso uno de los últimos, cuando se cortó la luz a los 42’–. Al restablecerse la iluminación en el estadio, el dueño de casa se le fue con todas sus armas en busca del empate, y los de Arroyito se dedicaron a aguantar, objetivo que cumplieron sin mayores inconvenientes. Y hasta el Colo lo pudo liquidar si no hubiese sido por la falta de precisión en la definición.

Rosario Central salió auspicioso en su excursión –siempre difícil– a Tucumán, donde a los visitantes se les hace casi imposible llevarse todos los puntos en disputa ante el conjunto comandado por el Ruso Ricardo Zielinski. Y si la victoria se analiza con la calculadora en la mano, es más valiosa aún.

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