El mandatario de Brasil es un enemigo declarado del medio ambiente y de todas las iniciativas que tiendan a defenderlo frente al cambio climático y la depredación de las corporaciones. Frente al escándalo internacional dará un mensaje a las 20,30 hora argentina.
Siguiendo la tendencia de su amigo, el presidente de EEUU, Donald Trump, el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, es un enemigo declarado del medio ambiente y de todas las iniciativas que tiendan a defenderlo frente al cambio climático y la depredación de las corporaciones.
Bolsonaro se negó a que su país sea sede de la Conferencia del Clima de las Naciones Unidas (COP 25), que finalmente tendrá lugar en diciembre en Chile, y no en Brasil.
El mandatario brasileño viene tomando medidas que ponen en peligro el medio ambiente. Ambientalistas de su país y del mundo pusieron el grito en el cielo y lo vienen denunciando hace tiempo. A nadie sorprende la destrucción de la Amazonía.
Más conocida como “el pulmón del mundo”, la Amazonía se extiende a lo largo de 7,4 millones de kilómetros cuadrados por Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Guyana y Surinam. Con unas selvas tropicales que se extienden sobre 6,7 millones de kilómetros cuadrados, Brasil alberga la mayor parte, con más de un 60 por ciento dentro de sus fronteras.
Bolsonaro puso a los lobos a cuidar las ovejas. Decidió fusionar los ministerios de Agricultura y Medioambiente. El primero, responsable de incentivar la agricultura, será el mismo encargado de conceder licencias ambientales para la producción en áreas de preservación.
Ante esta medida, Alemania y Noruega se sumaron al bloqueo de recursos para el Fondo Amazonía, al que aportan distintos países para preservar este importante ecosistema. El ministro de Medio Ambiente de Noruega, Ola Elvestuen, suspendió el envío de más de 30 millones de dólares por considerar que “el gobierno de Bolsonaro no cumple con los acuerdos”.
Entre enero y lo que va de agosto, se registraron 72.843 focos intermitentes de incendios forestales por la “política de desarrollo” del presidente brasileño para la agricultura y la minería. Bolsonaro argumentó que “es la temporada de incendios” y bromeó: “Me solían llamar capitán Motosierra y ahora soy Nerón incendiando el Amazonas”.
El Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe) de Brasil confirmó con sus satélites lo que organizaciones ambientalistas de todo el mundo venían anunciando desde la llegada del presidente Bolsonaro al Palacio de Planalto: el Amazonas, el “pulmón del mundo”, está en peligro.
Las ONG hicieron un llamado a Bolsonaro en las redes por las hectáreas de bosques que están siendo arrasadas bajo el hashtag #PrayForAmazonia (reza por el amazonas). Las imágenes de la selva prendida fuego recorrieron las redes.
El mandatario desmintió los datos provistos por el Inpe, que informó que los incendios aumentaron este año un 83 por ciento respecto al mismo periodo en 2018. Al menos 68 reservas protegidas fueron afectadas por las llamas. El director del Inpe fue despedido por Bolsonaro bajo la acusación de fomentar una imagen “pésima” de Brasil en el exterior y con datos “falsos”.
El organismo negó drásticamente que se pueda echar la culpa a la estación seca o a los fenómenos naturales por sí solos por el aumento dramático de incendios porque “no hay nada raro en el clima de este año ni en los niveles de lluvia en la región amazónica”. Los incendios pueden ser relativamente comunes en la estación seca, pero también son provocados por los agricultores que hacen quemas ilegales para liberar tierras y desarrollar sus negocios, amparados por la falta de control estatal y las políticas de Bolsonaro a favor de los terratenientes.
Mensaje en cadena
Bolsonaro, ofrecerá este viernes a las 20.30 (misma hora de Argentina) un pronunciamiento en cadena nacional de radio y televisión para anunciar medidas frente al escándalo internacional generado por los incendios en la selva amazónica brasileña, se informó oficialmente.
Un comunicado de la Secretaría de Comunicación del Palacio del Planalto indica que el presidente Bolsonaro «anunciará medidas del gobierno federal que ya están siendo adoptadas para combatir el fuego y controlar la deforestación amazónica».
La decisión del pronunciamiento por cadena nacional fue tomada durante una reunión de gabinete realizada esta tarde en la casa de gobierno, luego de varios repudios internacionales a su política ambiental.