No dio pie con bola en su visita a la provincia este miércoles. En una jornada marcada por la represión a manifestantes que reclaman por la emergencia alimentaria, el presidente Mauricio Macri celebró un almuerzo en Fisherton. De los yerros junto a las vías al “operativo sorpresa” en Rosario.
La mañana de campaña electoral del mandatario arrancó torcida. Desde Timbúes Macri se refirió a refacciones en el tren Belgrano Cargas, pero las cargadas se dirigieron a su persona y se viralizaron en las redes. En tres oportunidades el presidente se dejó llevar por su dicción de hombre de la zona norte porteña, y se refirió a la línea ferroviaria como “Verano Cargas”.
Atético Cumán y Verano Cargas… A la fonoaudiologa hay que retirarle el título, pero ya! pic.twitter.com/Lex308pnyu
— G. Pérez R☀️isinblit (@Guillogo_) September 11, 2019
Un rato después, en un claro montaje comunicacional que se pretendió “vender” como improvisado y de “forma sorpresa”, el Presidente irrumpió en un bar-restaurante del barrio rosarino Fisherton. La sorpresa era tanta que los móviles de Canal 5 y Canal 3 estaban justo apostados en el lugar esperando la llegada de Macri. Otro papelón.
Llegó Mauricio Macri a Fisherton para almorzar: «Vinimos a disfrutar de la alegría de los vecinos». pic.twitter.com/r5BBhvcigY
— De12a14 (@De12a14) September 11, 2019
Igual de “casual” era la asistencia que rodeó al mandatario al bajar de su automóvil. El grupo afín concentrado en el lugar, le dedicó el canto «sí se puede». A pesar de los “extras” y el importante dispositivo de seguridad presidencial, varios transeúntes que se encontraron con la inesperada visita, le mandaron saludos a su madre.
En la llegada al bar-restaurante, el Presidente dialogó con los medios sorpresivamente apostados en el lugar. “Hay mucha gente que votó por angustia y bronca por el año y medio que hemos pasado, que ha sido muy malo”, dijo aunque se mostró “convencido de que habiendo escuchado el mensaje podemos trabajar juntos de otra manera”.
En lo que no se comprende si se trata de una fina ironía o simplemente de un liso y llano acto de cinismo de los encargados de la comunicación oficial, en el día en que medio país está de acampe por la emergencia alimentaria, y en una jornada en la que los manifestantes que reclaman contra el hambre fueron duramente reprimidos en la capital federal, Macri estuvo en el bar Antártida del barrio Fisherton para almorzar con los referentes santafesinos de la alianza oficialista: el presidente del PRO en Santa Fe, el diputado provincial Federico Angelini; el intendente santafesino José Corral, la diputada nacional Gisela Scaglia y la concejala rosarina Ana Martínez, entre otros.
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