La diputada provincial Mercedes Meier impulsa en la legislatura santafesina un proyecto de ley para que paguen más en concepto de impuesto inmobiliario rural los propietarios de grandes latifundios de la provincia.
La legisladora del Frente Social y Popular presentará este jueves un proyecto de ley de un Impuesto al latifundio, con el objetivo de que los dueños de una explotación agraria de grandes dimensiones paguen más en concepto de impuesto inmobiliario rural de la provincia, y crear con lo recaudado un fondo para “resolver falencias alimentarias de las familias santafesinas”.
“Según los datos preliminares del Censo Nacional Agropecuario en nuestro país el 1 por ciento de los productores concentra el 40 por ciento de la tierra productiva de Argentina. Son 2500 familias que poseen casi la mitad de la tierra en el país. Si bien no están disponibles los números definitivos, en nuestra provincia se estima que los datos son similares”, reveló Meier.
El proyecto estipula que el impuesto extraordinario alcanzará a todos aquellos grandes propietarios de tierras rurales del territorio santafesino, sean personas físicas o jurídicas, que posean más de cierta cantidad de hectáreas, según la calidad de las tierras. Y en el caso de que el contribuyente sea propietario de más de un inmueble, deberán sumarse las superficies y valuaciones aplicándose la tasa de acuerdo a los totales resultantes.
Sobre el destino de lo recaudado, la compañera de banca de Carlos Del Frade, explicó que “la discusión sobre la implementación de políticas estatales profundas que puedan enfrentar el problema del hambre que pasan miles de compatriotas vuelve a ponerse en primer plano en medio de un país que produce proteínas para alimentar a 400 millones de personas pero tiene a uno de cada dos niños y niñas en familias que están por debajo de la línea de la pobreza. En el país de la cosecha récord se vive una pobreza y hambre récord”.
La iniciativa desarrolla algunos datos sobre la concentración de la tierra en pocas manos en la provincia según los cuales el 7,3 por ciento de los establecimientos agrarios concentra el 42,2 por ciento de las tierras productivas. Cada uno de ellos varía entre 1000 y más de 20.000 hectáreas. En números concretos, esto implica que 1983 establecimientos concentran 4.601.849 mientras los restantes 6.256.842 hectáreas productivas de la provincia se reparten entre 24.724 establecimientos. En la cima del latifundio, mientras tanto, 21 establecimientos poseen más de 20.000 hectáreas; 51 más de 10.000 y 37 más de 7.500. “Si bien todavía falta corroborar los resultados del último censo nacional agrario, estas son las cifras que en 2014 difundía el IPEC provincia”, aclaró la referente del FSP en un comunicado.
“Es necesario comenzar a discutir ese modelo dependiente que ha demostrado no sólo ser ineficaz para el conjunto de la sociedad (provocando graves daños a la salud y al medio ambiente, pérdida de la soberanía alimentaria, de la soberanía monetaria y desindustrialización), sino también económicamente inviable para las mayorías agrarias”, apuntó.
En este sentido, Meier afirmó que “sólo los grandes propietarios ganan, mientras que los pueblos originarios y los pequeños campesinos son expulsados de sus tierras y los pequeños productores agrarios pierden los resultados del último CNA 2018 que da cuenta que en los últimos 30 años (cuando más se ha profundizado este modelo agroexportador) desapareció un productor cada 2 horas en el campo argentino, llegando a contabilizarse 150 mil desde el censo de 1988”.
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