A días de haber conquistado un título como DT en Honduras, Pedro Troglio –subcampeón mundial con la selección argentina en Italia 90– se pone definitivamente la camiseta del proyecto nacional y popular que lidera la dupla Fernández Fernández.

Este hombre, al que muchos recuerdan por su melena enrulada y su gran despliegue físico en el mediocampo del River multicampeón de mediados de los 80, remarca que su familia fue siempre peronista. Este hombre, que se dio el gusto de disputar un campeonato mundial de fútbol con la celeste y blanca en 1990, admite que durante el gobierno de Macri decidió que tenía que hacer público su pensamiento para terminar con el neoliberalismo que tanto daño le hacía al pueblo argentino. Este hombre, que cuando dirigía al Lobo platense forjó amistad con la madre de Cristina Fernández de Kirchner, asevera que Maradona es la única persona del planeta que puede salvar a su querido Gimnasia y Esgrima de un descenso que parecía decretado. Este hombre, que acaba de consagrarse campeón como entrenador del Olimpia, en la Liga Nacional de Honduras, aceptó la invitación de El Eslabón y habló absolutamente de todo.

Desde lejos se ve

Pedro le pide a los cronistas de este semanario que lo llamen “a las 10 de la mañana de allá, porque acá son 7 horas de diferencia”. El acá, por estos días, para él significa Honduras, país centroamericano al que arribó para conducir técnicamente los destinos del club Olimpia. “Era un desafío lindo, hacía 4 años que este equipo no podía salir campeón pese a ser el más grande de Honduras, y por eso la parada era difícil. Pero enhorabuena, porque yo me había acostumbrado a estar luchando abajo con Gimnasia, siempre en la pelea, y tener esta posibilidad de luchar por algo importante era lo que me estaba faltando”, indica Troglio a miles de kilómetros de distancia, y agrega: “Era algo que tenía ganas de conseguir, porque generalmente en el currículum buscan solamente si saliste campeón, y no si salvaste a un club del descenso o si perdiste una final. Esto me dio esa posibilidad, además batimos el récord de puntos así que la verdad fue todo muy bueno”.

 

A la hora de marcar diferencias entre la pasión con la que se vive el deporte de la redonda acá y allá, el ex volante millonario destaca: “Lo que tiene este fútbol es que es mucho más tranquilo en cuanto a la presión, a la locura de la gente. Yo estoy dirigiendo a lo que sería como el Boca de Honduras, pero lógicamente se trabaja con mucha más tranquilidad que en Argentina”. “Es un fútbol muy bien organizado –continúa–, estoy en un club modelo, que te paga al día, que no te compromete, que no te trae problemas. Vivo en una linda ciudad, tranquila, así que no me puedo quejar porque la estoy pasando muy bien. La vida acá es fantástica. Todos hablan de Honduras, de los peligros, y la verdad es que no tuvimos ninguna situación incómoda, vivimos en paz. Además estoy en el Caribe, con todo lo que eso implica”.

Más allá del confort actual, Pedro no descuida en absoluto su tierra natal. “Yo veo el día a día de mi gente, de mi familia, mis amigos, y la han pasado muy mal. Así que ahora esperemos que se acomode la cosa”, observa tajante, y haciendo referencia al desembarco de Alberto Fernández en la presidencia. 

El partido de la vida

“Yo era muy chico y recuerdo que en mi casa no había televisión sino radio, y se ponían los discursos de Perón”, recuerda con un dejo de emoción el ex volante, y añade: “Uno los escuchaba, a los 9 años, y era todo un acontecimiento. Desde ahí empecé a mamar en la familia todo lo que tenía que ver con el peronismo, con esa cultura social y política”. 

Más acá en el tiempo, específicamente con la llegada del gobierno neoliberal de Cambiemos, y parafraseando al Mono Gatica de Leonardo Favio, Troglio confiesa: “Yo nunca me había metido en política, pero sentí que era el momento. Toda mi vida fui de familia peronista, aunque no lo ejercí, pero en un momento empecé a ver la locura de la gente, de los míos. Mirá que hemos pasado por momentos complicados, pero esta fue brava. Y ojo que a mí me va bien con cualquier gobierno, gracias al fútbol, pero me parecía una locura todo lo que se estaba viviendo y por eso sentí que tenía que expresarme”.

Con declaraciones cargadas de ideología cada vez que estaba frente a un micrófono, y con sus publicaciones en las redes sociales, el por entonces DT de Gimnasia dejó bien en claro que estaba totalmente en contra de la gestión llevada adelante por Macri y sus secuaces. Incluso casi llega a incursionar en la arena política propiamente dicha: “Me invitaron a participar y estuve dándole una mano, desde afuera, a Florencia Saintout, que iba como candidata a intendenta de La Plata. Después me tuve que venir para acá y no pude colaborar. Pero me gustó, más allá de todo lo que implica meterse en política, por todo lo que puedan comentar. Lo hice de corazón y me gustó”. 

El actual entrenador de Olimpia de Honduras, admite que en el ambiente futbolístico de su época, difícilmente esos temas surgían en las concentraciones o las charlas de vestuario. “Tuve la suerte de jugar con Claudio Morresi, que milita desde muy joven debido a lo que ha sufrido su familia con la desaparición de su hermano. Con él sí he hablado de política muchas veces, pero en aquel tiempo los jugadores estábamos bastante afuera de esto”.

En ese sentido, Troglio reivindica los avances que se dieron en los últimos tiempos en esa materia y saluda las banderas preguntando por Santiago Maldonado, defendiendo a los pueblos originarios y los derechos humanos. “Las redes sociales han ayudado mucho a que todo salga a la luz. También los escraches. Cuando hay cosas que uno deja en el olvido, pero empiezan a aparecer en las redes, se activan nuevamente”, señala, y argumenta: “Todo ayuda para devolverle el orgullo a un montón de familias que han sufrido y que merecían tener esta posibilidad”.

Y también reivindica la revolución del fútbol femenino: “Me parece un adelanto bárbaro para las chicas, ojalá que se les pueda dar más fundamentos, algo que también va de la mano de la cantidad de gente que acude a los estadios, porque es todo un negocio en el que necesitás que la gente te responda. A las chicas hay que pagarle a través de lo que puedan generar con el fútbol. Ojalá los sponsor den una mano para que el fútbol femenino vaya tomando, no digo el auge del fútbol masculino porque es algo de muchísimos años, pero sí que se acerque un poco para que las chicas puedan vivir de eso también”.

Que 20 años no es nada

El 13 de junio de 1990, a los 27 minutos del primer tiempo y con el número 21 en la espalda, Troglio se elevó en el corazón del área y metió un frentazo inatajable para abrir el marcador ante Rusia, por la fase inicial de la Copa del Mundo que en aquel año rodó en tierras italianas. El centro lo había mandado Olarticoechea, tras desbordar por derecha, y los primeros en abrazarlo fueron Burruchaga y Caniggia. Ese es uno de los momento más gloriosos de su etapa como jugador, junto con la consagración en las copas Libertadores e Intercontinental con la banda roja de River. Pero la carrera de este tipo que nació en Luján en 1965, y que lo llevó a defender las camisetas de Hellas Verona, Lazio y Ascoli en Italia, Fukuoka en Japón y Gimnasia La Plata, comenzó bien de purrete.

“Muy chiquito arranqué con esto. A los 3 ó 4 años me vieron jugando con mi hermano en una canchita del barrio y ya me llevaron a un club para jugar con chicos de 6”, rememora, y detalla: “Se ve que uno nació con eso. A partir de ahí arranqué en el club Castelar, que era un club de barrio de Buenos Aires, y luego me fui a probar a Boca y quedé. Jugué 9ª y pre 9ª”. Los caprichos del destino quisieron que el debut en Primera se diera en el conjunto millonario, con apenas 17 años y durante una huelga de jugadores. Fue el 10 de julio de 1983, y el equipo juvenil de Núñez perdió 3 a 0 con Unión en el Monumental.

Exactamente 20 años después de su debut, Pedro Troglio decidió colgar sus botines y lo hizo gritando campeón, esta vez con la camiseta lila de Villa Dálmine, en la Primera C, y compartiendo equipo con otros veteranos como el Pepe Basualdo, Pacha Cardozo y Mario Pobersnik. En ese torneo, el melenudo de 38 años metió un golazo de chilena que lo llevó a ser tapa del diario deportivo Olé. En abril del año pasado, su hijo Gian compartió el video de aquel tanto en las redes sociales a cuenta de que el portugués Cristiano Ronaldo había convertido uno similar en la Juventus, y Pedro comentó: “Por la edad que tenía y por el escenario, creo que el mío fue mucho mejor. Cristiano Ronaldo tiene facha, es millonario, es otra cosa».

Un Dios suelto en la Rosada

El jueves pasado, tras ser recibido por el presidente Alberto Fernández, Diego Armando Maradona volvió a asomarse al balcón de la Casa Rosada, como lo había hecho en 1986 tras la consagración del seleccionado nacional en el Mundial de México. Troglio, que siente un enorme cariño por el Lobo platense y que se dio el gusto de compartir equipo con el 10 en la copa de Italia, asegura sin titubear que “Maradona era el único que podía cambiar a Gimnasia y darle la posibilidad de esperanza a la gente”, y concluye: “No había otra persona en el mundo. Más allá de que le ha tocado perder partidos, la gente lo banca a muerte porque prefieren que esté Diego, porque transmite algo que otros no pueden. Hoy, lo que parecía imposible, está más cercano. Hay una esperanza, y ojalá que Gimnasia lo consiga y se salve”.

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