Desde las entidades santafesinas ratificaron su vocación de aportar financiamiento a la recuperación productiva, pero recordaron un pedido que lleva décadas sin respuesta: aplicar la ley que las exime de pagar Ingresos Brutos.
“Nosotros queremos seguir aportando al crecimiento productivo, del empleo y la economía; pero queremos que se revise la política tributaria que se nos aplica incorrectamente”, dijo Víctor Rossetti, presidente de la Federación de Entidades Mutualistas de la provincia de Santa Fe, a modo de resumen de las gestiones realizadas durante el mes de enero pasado ante distintos organismos oficiales y funcionarios, entre los que se contó el propio gobernador Omar Perotti.
“Nos hemos sumado a diversos programas de apoyo crediticio, con tasas subsidiadas, en conjunto con el Estado. Y en estas reuniones ratificamos nuestra vocación de profundizar ese camino, tanto para aportar al crecimiento de las economías regionales como para potenciar el resto de los servicios que prestamos las mutuales, ligados a la educación, la salud, la promoción del deporte y los clubes como integradores sociales”, remarcó Rossetti, titular de una Federación que agrupa a casi 300 mutuales, del centro y sur de Santa Fe, del norte bonaerense y del litoral entrerriano. Buena parte de ellas está habilitada para prestar el servicio de ayuda económica, que desde hace décadas es la herramienta de ahorro y financiamiento más accesible–-cuando no la única– con que cuentan decenas de pueblos y pequeñas ciudades de toda esa región.
Así, el movimiento económico que se genera es importante. Solo en 2016, en el marco de programas con tasas subsidiadas por los gobiernos nacional y provincial de entonces, el mutualismo de la región destinó más de 150 millones de pesos a créditos para sectores productivos. El dato vale para dimensionar el potencial del sector a la hora de apalancar la recuperación económica a la que se apuesta en esta etapa del país y la provincia.
Seguramente ese importante volumen de dinero que se confía a las mutuales fue también la razón por la que se les comenzaron a aplicar tributos que no les corresponde pagar por su condición jurídica de entidades sin fines de lucro, solidarias, de la economía social. De allí que este miércoles 29 de enero, cuando fue convocado a Santa Fe junto con representantes de instituciones y entidades intermedias a los que se informó sobre la situación de la provincia, Rossetti le haya planteado al gobernador Perotti el mismo reclamo que se elevó a mandatarios provinciales anteriores: que se deje de cobrar a las mutuales el impuesto por Ingresos Brutos, del que están exentas por mandato de la Ley Nacional de Coparticipación Federal. El tributo se les comenzó a aplicar en 1988, cuando el ministro de Hacienda era Juan Carlos Mercier. Desde entonces, las gestiones y reclamos fueron en vano.
Antes de participar en el encuentro del último miércoles con Perotti, el presidente y otros dirigentes de la entidad del sur santafesino habían ya presentado los títulos de su agenda a varios otros funcionarios provinciales. En conjunto con sus pares de la Federación Brigadier López, con sede en la ciudad de Santa Fe, participaron de reuniones con el ministro de la Producción, Daniel Costamagna; el secretario de Desarrollo Territorial y Arraigo, Fabricio Medina y el secretario de Municipios y Comunas, José Freyre, con quien acordaron avanzar en un programa de financiamiento a gobiernos locales. No son pocos los municipios y comunas de la provincia que ya han acudido a las mutuales de sus pueblos y ciudades en busca de auxilio financiero. Y es una mecánica que se valora especialmente en el nuevo gobierno santafesino, tal como el propio Perotti se lo hizo saber a Rossetti: “Prestenle a los intendentes y presidentes comunales, a los que administren bien”, le pidió.
Administrar bien, con concepción solidaria, en beneficio del conjunto, es justamente lo que reivindican los mutualistas de su actividad cotidiana. Y es lo que esperan de los gobernantes. En esta etapa, en función de los primeros contactos, afirman que el crédito está abierto. Pero no olvidan que esa misma sensación la tuvieron en otros inicios de gestiones, en las que finalmente no obtuvieron las respuestas esperadas.
Bajo presión y sospecha
En la Federación de Entidades Mutualistas no niegan prácticas usurarias de entidades que funcionan bajo la misma forma jurídica que sus mutuales asociadas, pero lamentan tener que andar remarcando que allí se agrupa, se practica y se reivindica el “mutualismo genuino”. Lo que también lamentan, es que ese trasfondo teñido por las prácticas sospechosas de algunos abona que desde organismos oficiales de control haya una suerte de “obsesión” respecto de la actividad que despliegan, que redunda en permanentes modificaciones normativas, en su mayoría de carácter restrictivo.
El mismo trasfondo puede apreciarse en cuanto a la cuestión tributaria. Las leyes son claras. Las mutuales son entidades de la comunidad, solidarias. No son empresas privadas. No les corresponde pagar los mismos impuestos. Sin embargo, en los últimos años debieron defenderse de intentos de aplicación de Ganancias; y en la provincia de Santa Fe no lograron revertir la injusticia de la aplicación del impuesto a los Ingresos Brutos, que comenzó hace décadas. A ambos frentes, en estos días se sumó el de la no inclusión de las mutuales en la resolución que exime a las pymes del pago de contribuciones patronales correspondientes a los incrementos salariales a aplicarse por decisión del gobierno nacional. “El decreto menciona a pymes y cooperativas, pero no a las mutuales, que somos también pymes y de la economía solidaria, como las cooperativas. Ya se empezaron gestiones a nivel nacional y se pidió respaldo al gobernador Omar Perotti”, informó Santiago Serrati, secretario de la Federación. Y añadió: “Todavía no sabemos si es una decisión política directa en nuestra contra o un error que pasa más por el hecho de asimilarnos a las cooperativas, de no dimensionarnos como se debe; y por eso no nos mencionaron en el decreto”.