El ex jefe de la Policía de Rosario, Marcelo Gómez, fue imputado este martes por incumplimiento de los deberes de funcionario público. En diciembre decidió quitar las custodias de los edificios judiciales que habían sido baleados, en contra de una disposición oficial.
“No estamos hablando de un personal policial de menor jerarquía que está mirando el teléfono en la vía pública, sino de un jefe de unidad que da una orden verbal en contra de una disposición provincial”, dijo tras la audiencia la fiscal del caso, Paola Aguirre, para graficar la falta del ex jefe.
Gómez fue imputado formalmente por incumplimiento de funcionarios públicos, permanecerá en libertad durante el proceso y deberá informar si deja la provincia de Santa Fe o el país, aunque no tiene prohibición para hacerlo.
El caso que llevó a Gómez al Centro de Justicia Penal de Rosario fue su decisión, adoptada el 13 de diciembre pasado, de retirar las custodias policiales de tres edificios judiciales que contaban con personal policial las 24 horas.
Según explicó la fiscal Aguirre, el entonces jefe de Policía de Rosario dio la orden verbal de levantar las custodias del MPA, del Colegio de Jueces y del Centro de Justicia Penal, que contaban con ese servicio tras haber sido baleados por organizaciones delictivas consideradas complejas.
Por esos tiroteos están imputados el jefe de Los Monos, Ariel Guille Cantero, y se investiga al presunto narco Esteban Lindor Alvarado, en prisión por un homicidio y como jefe de una asociación ilícita de la que participaba un grupo de policías.
“Gómez dio la orden en forma verbal a Sergio Cantero (subordinado suyo), para que transmita a la jefa de Orden Urbano que se retiren las custodia”, detalló la fiscal.
Explicó que el ex jefe policial “manifestó que él se encontraba en facultad de hacer recambio o disponer de personal como jefe de la Unidad Regional II”.
Además, durante la audiencia Gómez dijo que “al no tener comunicaciones con sus superiores, entendió que podía hacer ese recambio de personal”, dijo Aguirre.
La presunta desobediencia de Gómez se conoció cuando el mismo día –13 de diciembre- presentó su renuncia a la jefatura de Policía de Rosario, argumentando que no había recibido órdenes de cómo actuar de parte de las nuevas autoridades provinciales, asumidas el 11 de ese mes.
Luego se difundió un mensaje de audio del ministro de Seguridad, Marcelo Saín, enviado por Whatsapp, que decía: “Director Gómez, habla Marcelo Saín, ministro de Seguridad. Le ordeno por este medio que restituya de manera inmediata el servicio de custodia de edificios públicos en una hora”.
Y agregó: “Si en una hora no lo restituye, mañana usted es denunciado por incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
La fiscal Aguirre sostuvo hoy que la imputación se basó en las declaraciones de subordinados de Gómez que dieron cuenta de la orden impartida en forma verbal.
“Parte de mis argumentos que di en la audiencia fue que este delito es sumamente grave, teniendo en cuenta la trayectoria del personal policial”, completó.
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