El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ratificó las declaraciones del presidente Alberto Fernández sobre la despenalización del aborto, y adelantó que luego se mandará al Congreso un proyecto de legalización “aunque algunos puedan sentirse ofendidos”.
El gobierno de Alberto Fernández muestra un interés por resolver cuestiones de género que, al día de hoy, se presentan en la agenda política argentina como un asunto que no puede eludirse. Al respecto, no sólo se creó el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad que tiene como finalidad trabajar por la incorporación de más derechos, implementando políticas con perspectiva de género y diversidad para la generación de una Argentina más igualitaria, sino también se incorporará nuevamente en el Congreso Nacional el debate sobre la legalización del aborto, rechazado durante el año 2018 por la cámara alta de la Legislatura.
En el marco de su gira europea, el presidente expresó ayer frente a los estudiantes del Instituto de Estudios Políticos de París que “en la Argentina el aborto es un delito. Es un extraño delito donde casi nunca se condena a ninguna mujer por aborto pero todos sabemos que existe. ¿Cuál es el problema de que exista? Que todo aborto se vuelve clandestino y en la clandestinidad el riesgo de vida y de salud de la mujer aumenta. El problema es más agudo de acuerdo a la clase social de quién practica el aborto. Si es de clase alta, lo hará en un centro de salud adecuado, en condiciones adecuadas y el certificado médico dirá que tuvo una aborto espontáneo y su salud estará garantizada”. Y en esa misma conferencia de prensa, confirmó: “Voy a mandar un ley que termine con la penalización del aborto y permita la atención de cualquier aborto en cualquier centro público”.
Las declaraciones del presidente fueron ratificadas por miembros de su equipo. Entre ellos, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien sostuvo este jueves –en declaraciones a Radio Continental– que “cuando uno ve cuál es la responsabilidad pública que tiene, debe tomar decisiones relacionadas a cuestiones de salud pública y ahí es en donde encontramos necesario que es necesario avanzar en la despenalización y después en la legalización”.
Cafiero precisó que el acuerdo es necesario para poder lograr “una política de salud pública que se pueda imponer en nuestro país”. Y aclaró: “Entendemos que la Argentina tiene voces diversas y, a veces, hay que tomar decisiones con las cuales, por ahí, algunos argentinos se pueden sentir ofendidos, pero lo que buscamos es un entendimiento”.
En este sentido, la cúpula de Iglesia Católica puso el grito en el cielo y convocó para el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, a una misa en la Basílica de Luján en la que ratificará su posición contra el aborto y se pedirá “por la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural», bajo el lema «Sí a las mujeres. Sí a la vida”.
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