Como la oposición parlamentaria se niega a aceptar el pedido de un préstamo por parte del gobierno encabezado por Nayib Bukele, el mandatario del Salvador militarizó el Parlamento de ese país, rodeando literalmente a los legisladores de militares y agentes de la Policía Nacional Civil con rifles de asalto. Este accionar del gobierno produjo el inmediato rechazo de la Justicia, los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, y un amplio espectro de organizaciones sociales que lo consideraron “un intento de golpe de Estado”.
Los diputados pretenden conocer en detalle cómo serán utilizados esos fondos, mientras que el presidente se limitó a señalar que con ese dinero se pondrá en marcha un plan de seguridad para combatir las bandas que siembran muerte y terror en el país.
“La Asamblea Legislativa por unanimidad rechaza y condena enérgicamente la invasión de la que fuera víctima el día domingo nueve de febrero. Este tipo de acciones no abonan en nada para ir construyendo los grandes acuerdos para el país”, afirmó el presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, al tiempo que suspendió la sesión plenaria convocada de urgente por el presidente.
El mandatario reaccionó con enojo a través de Twitter: “Los diputados están ofendidos y castigarán al pueblo no aprobando los fondos que prometieron aprobar hoy (por el lunes 10). De nuevo mintieron, no es de extrañarse, lo hacen siempre. Lo que no entiendo, es cómo hay gente que los defiende, aunque sean una minoría”.
Bukele además convocó a sus seguidores a rodear el Legislativo, e hizo un llamado “a la insurrección” y la toma del Parlamento por parte del pueblo: “Les pido paciencia, si estos sinvergüenzas (los diputados) no aprueban esta semana el Plan Control Territorial los volvemos a convocar el domingo que viene”.
El préstamo para comprar armas ya fue aprobado por el Banco Centroamericano de Integración Económica. Pero los diputados opositores, del Frente Farabundo Martí para La Liberación Nacional (FMLN) y Alianza Republicana Nacionalista (Arena) aseguran que el Ejecutivo no especificó cómo esos fondos serán distribuidos. La oposición suma 60 votos por lo que puede trabar la aprobación.
Repudio generalizado mientras bukele habla con dios
Según informó el sitio online del diario digital salvadoreño El Salvador, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) le ordenó este lunes 10 al presidente que se “abstenga de hacer uso de la Fuerza Armada en actividades contrarias a los fines constitucionales establecidos y poner en riesgo la forma de gobierno republicano.
Un día después del fallo de la CSJ, el gobierno aseguró que acatará la orden emitida. La Presidencia de la República, a través de un comunicado de prensa, indicó que, aunque no comparte la decisión de la Sala debido a que las medidas cautelares que también ordenó “podrían dificultar el efectivo trabajo del Gobierno”, obedecerá el fallo a la espera de la decisión definitiva. El proyecto volverá a ser tratado este lunes 17.
En ese mismo sentido, insta a la Sala a adaptar la Constitución de la República a la coyuntura del país. “Exhortamos a la Sala de lo Constitucional a que al pronunciar la sentencia definitiva que corresponda, tome en consideración los actuales intereses de la República en el tema de la seguridad, a través de una interpretación que permita la adaptabilidad de la Constitución a las realidades del momento, de manera que no coarte la potestad válida y vigente conferida en el Consejo de Ministros, por medio de la disposición constitucional relacionada”, dice el comunicado.
El sitio salvadoreño Salvador Gram señaló que el repudio se manifestó también en las calles. Al menos unas 200 personas de diversas organizaciones y movimientos ciudadanos se concentraron en la Plaza al Divino Salvador del Mundo como protesta ante las acciones ejecutadas por el Gobierno.
“Feministas contra el militarismo y en defensa del Estado laico”, y “Pido renuncia del Ministro de Defensa Nacional por falta de vocación democrática” se podía leer en algunas de las pancartas.
“Yo hablé con Dios”, decía otro irónico cartel, en referencia a que el mandatario afirmó “haber hablado con Dios”, para decirle que tuviera paciencia. “¡Nayib Fascista, vos sos el terrorista!”, se leía en otro cartel.
El gesto autoritario de Bukele le trajo críticas en otros actores: el presidente del Legislativo, Mario Ponce, llamó a instancias como la ONU y la OEA a activar mecanismos para dar seguimiento a la crisis “generada por el Ejecutivo”.
Por su parte, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) invitó a la Fuerza Armada de El Salvador y a la Policía Nacional Civil “a mantener su lealtad a la Constitución”, al tiempo de hacer que ver “por primera vez desde la firma de los Acuerdos de Paz han puesto en riesgo el respeto, la confianza y la credibilidad que se han ganado entre la población”.
Pero el presidente de El Salvador se apega a la lógica del uso de la fuerza para pisotear las instituciones: “Si fuera un dictador habría tomado el control de todo el Gobierno”, dijo, al tiempo que acusó a los legisladores de actuar en beneficio de los delincuentes.
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