En tiempos de pandemia y cuarentenas, no fueron pocas las iniciativas con tinte solidario que afloraron a lo ancho y largo del planeta. Desde profesionales proponiendo atender a través de las redes, hasta vecinos ofreciendo realizarle las compras a personas que pertenecen al grupo de alto riesgo. Y el arte no se quedó atrás. Recitales vía streaming, lecturas online, y todo lo que pudiera invitar a quedarse en casa pero sin perder el placer de acceder a la cultura se multiplicó en las últimas semanas. La editorial de literatura deportiva Al Arco acaba de sumar su granito de arena y liberó gran parte de su contenido. “El tema de la cuarentena fue el disparador de la idea, pero la pregunta es: cómo no se nos ocurrió antes”, devuelve entre risas y del otro lado de la línea Julio Boccalatte, uno de los fundadores. “Nuestra editorial es prácticamente una cooperativa con los autores, no vivimos de esto, es algo que hacemos porque nos gusta y lo hacemos casi como hobby. Y la verdad es que lo que a nosotros nos gusta es que el libro corra, que se lea, que llegue a la mayor cantidad de gente posible. Y esta opción de liberarlos se nos ocurrió ahora, por esto del aislamiento, pero se nos podría ¡y debería! haber ocurrido mucho antes”.

Libros libres

En la web de Ediciones Al Arco ya juegan el Colorado Facundo Sava, con su libro Los colores del fútbol, y el Doctor Juan Manuel Herbella con El último pase, además de escritores de la talla de Walter Vargas con El túnel del Centenario, Guillermo Knoll con las Historias seleccionadas. También juegan fuerte biografías de Gabriel Milito (Historia de un mariscal, de Vicente Muglia), de Horacio Elizondo (Un hombre justo, de Marcelo Maller) y de Víctor Hugo Morales (Una historia de coherencia y convicción, de Julián Capasso). Pero en aquella biblioteca popular, virtual y gratuita –como se denomina la sección en la que se encuentran todos estos materiales– no sólo se juega al fútbol: también hay historias de los Juegos Olímpicos (en las plumas de Ernesto Rodríguez por un lado, y de Pablo Lisotto por otro), de básquet (El oro y el aro, de Alejandro Pérez y Germán Beder), y de atletismo (Jesse Owens y la conexión argentina, de Luis Vinker).

“La idea es liberar todos los libros y si no lo hicimos es más por una cuestión técnica, de los diseñadores, porque los primeros libros se hacían con otro formato, así que hay que buscarlos y convertirlos en PDF para que sea compatible en todos los dispositivos”, explica Julio, que si bien aún no tiene los números finos del éxito de librar las obras, asegura: “Tuvimos muy buena repercusión en lo que es redes sociales, amistades, y esperamos que sean muchas las descargas, independientemente de los títulos. Y está bueno que se pueda acceder a la cultura popular”.

Arranca Al Arco

De la mano de Julio Boccalatte y Marcos González Cezer, quienes compartían –y comparten– la redacción de la agencia estatal de noticias Télam, nació en 2003 Ediciones Al Arco, la primera en el país en imprimir libros exclusivamente deportivos. El antecedente fue la revista del mismo nombre que ambos periodistas habían iniciado un par de años antes “con el mismo espíritu cooperativo” que hoy tiene la editorial. Por allí pasaron grandes firmas como las de Fernando Niembro, Horacio Pagani, Víctor Hugo Morales, Ezequiel Fernández Moores, entre otros, según recuerda Boccalatte, que también es autor de El jardín de los ekekos y de Juicio penal, además de aportar un relato en el libro fundacional de la editorial, De puntín, y de participar en Enzo, historia de un Príncipe, la biografía del uruguayo Francescoli.

“Esa revista duró un año por una cuestión presupuestaria y luego se nos ocurrió hacerla editorial porque no existía un canal exclusivo de literatura deportiva, y lo que nos favorecía era que no estás obligado a una periodicidad, podés sacar un libro cada seis meses que está todo bien”, rememora el cronista y escritor.

El debut fue a toda orquesta, ya que entre los 11 cuentos que conforman De puntín aparece las firmas de Ariel Scher, Walter Vargas, Gustavo Grabia, Cristian Garófalo –además de los dueños de la editorial– y tiene el prólogo de Jorge Valdano, ilustraciones de Roberto Fontanarrosa y contratapa de Eduardo Galeano, “todos amigos de la casa”, dice Julio, y añade: “Como anduvo muy bien nos permitió empezar la cadena de publicaciones porque cada libro banca el siguiente y así”. Y destaca: “Con vaivenes, con altos y bajos, acá estamos, con más de 100 títulos publicados”.

Julio es periodista deportivo desde que tiene 18 años, cuando comenzó a laburar en Télam. Allí estuvo los primeros 10 años de su trayectoria, y luego paseó su pluma por la mítica revista El Gráfico, por Olé, Clarín, Perfil, hasta que en 2011 volvió a su primer amor, la agencia estatal, donde comparte redacción con su socio Marcos, que si bien pasó por varios medios, jamás se fue de Télam. “Nos gusta el fútbol y la literatura, y este proyecto reúne esas dos pasiones”, resalta Boccalatte, y reflexiona: “Aunque suele ser menospreciada, entendemos que la literatura futbolera es una puerta de entrada a la literatura general, con los chicos sobre todo”.

Lo que viene

Tras destacar que todos los que pusieron y ponen su literatura al servicio de Al Arco “son importantes y excelentes escritores”, Julio Boccalatte apunta a algunas de las obras claves, como la del hoy titular de la Biblioteca Nacional, Juan Sasturain, célebre entre los escritores futboleros. “Cuando le dijimos que queríamos que participara nos regaló literalmente un libro entero”, revela en referencia a Picado grueso, que luego fue publicado también por otras editoriales, porque “los derechos de autor siguen siendo de los autores, ya que nosotros no nos quedamos con nada”, aclara. “Para uno que nuestra editorial significó el debut literario fue Horacio Pagani, con El fútbol que le gusta a la gente, lo que ayudó a la construcción de su propio personaje”.

Y antes de cortar, el editor adelanta que que ya está entrando en calor una nueva publicación, que saldrá a la luz próximamente. Se trata de Lamadrid, el renacido, obra y arte del ex mediocampista de contención de Racing, el Flaco Hugo Lamadrid, muy popular en redes sociales. “Está buenísimo, muy profundo, un librazo, que cuenta cosas que habitualmente no se cuentan de la vida del futbolista”. Aventura que “para mayo estaría en la calle”, si es que para ese entonces ya se podrá salir.

Fuente: El Eslabón

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