El abogado de Bracamonte, jefe de la barra de Central, dijo que los 2,5 millones que le secuestraron en su domicilio eran para “una operación comercial” y que Pillín explota licencias de taxi.
Carlos Varela, que representa legalmente a Andrés Pillín Bracamonte, dio explicaciones este jueves acerca del dinero que le secuestraron al jefe de la barra de Rosario Central en su casa de un country de Ibarlucea.
Varela, quien durante muchos años fue abogado de la familia Cantero, líder de Los Monos, sostuvo que los 2,5 millones de pesos en efectivo encontrados a Bracamonte estaban destinados a “una operación comercial”.
“Él tiene dos empresas y taxis, que los tiene en sociedad con uno de sus hijos. Ese es el origen de los fondos que fueron secuestrados”, explicó el abogado en declaraciones a Radio Dos.
También dijo que su cliente “solicita la devolución de su computadora para seguir trabajando y también del dinero porque tenía en miras una operación comercial y lo necesita con celeridad”. Sin embargo, como es feriado, recién podrá formalizar el reclamo el próximo lunes.
El domicilio de Pillín en un country de Ibarlucea fue allanado este miércoles a raíz de “diversas investigaciones y entrecruzamiento de datos sobre hechos de usurpaciones, homicidios y extorsiones con posibles vinculaciones entre sí”, explicó el fiscal del caso, Miguel Moreno.
El contacto telefónico del jefe de la barra de Rosario Central apareció en el celular de uno de los acusados por el crimen de un policía, Cristian Ibarra, ocurrido en julio pasado en una trama de comercio de estupefacientes.
La policía encontró 2,5 millones de pesos en efectivo en la residencia que el barra alquila en el country “Club de Campo Los Álamos”.
Varela sostuvo que “es una investigación que se dispara en una causa paralela y aparece el nombre de él en el directorio de algunos teléfonos celulares”, pero aclaró que su cliente “manifiesta su total ajenidad con cualquier hecho delictivo”.
Sobre el dinero, explicó que Bracamonte tiene taxis “conjuntamente con su hijo” y agregó que “cree” que son cuatro los coches de alquiler que explota. “Él tiene aparte otras empresas, tiene una pareja con sus ingresos; y el inmueble que allanaron no es propiedad de él, es una propiedad de arrienda”, detalló.
Varela explicó que el dinero secuestrado “estaba destinado a una operación comercial que se estaba por hacer” y que “parece una cifra extraordinaria, pero si se lo pasa a dólares, son 30 mil dólares y no es una cifra tan impactante”.
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