Cuando aparecieron los primeros servicios de correo electrónico muchos nos preguntamos cuál sería el negocio detrás de proveer una plataforma de comunicación gratuita. Hoy sabemos que somos parte del negocio en tanto insumo: nuestras relaciones y movimientos generan información. Tenemos aplicaciones y servicios web que extraen datos permanentemente a partir de nuestras interacciones con otras personas, los lugares que visitamos y los contenidos a los que accedemos.

En los principios de la historia de Internet el anonimato, y hasta las identidades múltiples (nicks o apodos), eran moneda corriente. Quizás no interesaba tanto quién decía tal cosa, sino lo que se expresaba en ese foro virtual. Pero esto cambió y muchas de las normas del mundo real pasaron a regir la web, al punto tal que una red social puede pedirte el DNI.

Y así fue que las plataformas de interacción 2.0 –Facebook y Google, entre otras– fueron parcelando el vasto territorio digital haciéndolo más controlable, predecible y por lo tanto explotable.

¿Qué estás pensando?

Un algoritmo es un conjunto de instrucciones, ordenadas y finitas que permite solucionar un problema, procesar datos y llevar a cabo determinadas tareas. Es la base de la programación informática, ya que cualquier software no es otra cosa que una serie compleja de algoritmos escritos en un lenguaje de programación.

La cuarentena se ha convertido en un festival de entrenamiento para los algoritmos. Si algo va a salir fortalecido de estos días de coronavirus es la inteligencia artificial que se alimenta de todo lo que dejamos en las redes.

Hay una teoría conspirativa en la que las redes 5G son causantes del Covid-19. El planteo sostiene que la cura llegará a partir de un microscópico nanochip que será introducido a la población mundial a través de una vacuna. La teoría puede ser un disparate, está comprobado que el 5G no generó ningún virus, pero el nanochip imaginario ya está de algún modo entre nosotros monitoreando nuestras acciones.

La necesidad de contar y exponer cada cosa que se hace, las sensaciones y vivencias, en situación de aislamiento social lleva a muchas y muchos a una verborragia virtual que puede resultar infumable. Puede gustarnos o no pero a efectos de entrenar algoritmos es perfecto. Buen trabajo y gracias por los servicios, dice Mark Zuckerberg.

¿Qué estás buscando?

Para todo el mundo la palabra “buscador” es sinónimo de Google, como Photoshop es lo mismo que “tratamiento digital de imágenes”, pero el universo digital es mucho más amplio y existen las alternativas.

Hace menos de dos décadas había una gran variedad de motores de búsqueda o buscadores, tales como WebCrawler, Infoseek, Inktomi, Lycos y Altavista, entre otros. Algunos funcionaban más o menos bien, según la temática o el contenido buscado. Hasta que en 1998 dos ignotos estudiantes de la Universidad de Stanford encendieron el motor de búsqueda que se sería el más utilizado de la historia.

Un buscador es un sistema informático que localiza archivos almacenados en servidores de Internet. Como es sabido las búsquedas se realizan a través de palabras clave y el resultado es una lista de direcciones web en los que se mencionan temas relacionados con las palabras clave.

Con la llegada de Google, el modo en que los motores de búsqueda funcionaban cambió radicalmente. Google basó el funcionamiento de su buscador en la relevancia de los contenidos de cada sitio web para los propios usuarios, es decir, priorizando los resultados que las usuarias y usuarios consideraban más relevantes para una temática determinada.

Cuando usamos Google pareciera que las publicidades de Internet nos leen la mente. Los buscadores son capaces de identificarnos y generar un perfil de usuario, y esa información es empleada para mejorar los resultados de búsqueda.

Persecuta 2.0

Los rastreadores de Google acechan en el 75 por ciento de los principales millones de sitios web. Pero no hay que paranoiquearse, ni tapar la cámara web con cinta aisladora. Podemos hacer búsquedas anónimas abriendo la pestaña de navegación privada, donde el navegador funciona sin nuestros datos o bien utilizar otro buscador.

DuckDuckGo es un buscador que hace hincapié en la privacidad y en no registrar la información de sus usuarias y usuarios. Es un motor de búsqueda híbrido, que emplea la información de sitios públicos como Wikipedia y se basa en la Interfaz de Programación de Aplicaciones (API) de otros buscadores como Yahoo! y Google, además de usar su propio rastreador, aunque a diferencia de estos últimos no guarda información de quienes los utilizan, de modo que cualquier persona haciendo la misma búsqueda obtendrá los mismos resultados.

DuckDuckGo no recopila ni comparte datos personales, ni ofrece resultados “promovidos”, y la publicidad que muestra (que no es personalizada y va destinada al financiamiento del proyecto) puede ser desactivada en las configuraciones.

Los resultados de búsqueda apuntan a ser lo más precisos posible sin requerir crear un perfil de usuario. Por ejemplo, si buscamos un concepto, como el nombre de un lenguaje de programación, el primer resultado es una “respuesta rápida”, con una definición e información básica que no requiere acceder a ningún sitio web. Los resultados de búsqueda instantáneos, o respuestas rápidas, pueden ser de diverso tipo; por ejemplo, si la búsqueda da como resultado videos de YouTube, podemos reproducirlos directamente en la página de resultados .

Google gato

Si buscamos “puma” en Google, los primeros resultados que obtendremos serán la marca de ropa deportiva, locales que venden productos de esta marca y otras tantas del mismo segmento, a esto nos referimos cuando hablamos de resultados promovidos. Lejos de los primeros resultados –esto depende de nuestra interacción en la red con este sentido de la palabra clave “puma”– encontraremos alguna referencia al felino homónimo que habita desde el Yukón canadiense hasta la Patagonia. Las primeros resultados serán noticias sobre “pumas sueltos”. En la totalidad de los resultados de la búsqueda predominará la marca deportiva.

Si hacemos las misma operación en DuckDuckGo, el león de montaña aparecerá entre los primeros resultados, y el artículo en Wikipedia referido al “mamífero carnívoro de la familia Felidae nativo de América” precederá a la marca y a las noticias alarmantes.

Es decir, las búsquedas en Google está determinadas por la información que brindamos. A veces esa negociación nos favorece y otras veces resulta en información sesgada, como en el ejemplo mencionado. Lo importante es poder elegir hasta dónde cedemos y tener conciencia de lo que ello implica.

En síntesis, DuckDuckGo representa una alternativa al modelo de negocios basado en la recolección de datos y es útil para ejercer el derecho a que los contenidos de nuestras búsquedas permanezcan privados y lejos de la mira de los anunciantes. Se puede utilizar desde su sitio web duckduckgo.com, como aplicación en teléfonos móviles y en computadoras se puede instalar como complemento para los navegadores Firefox, Chrome y otros.

 

Fuente: El Eslabón

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