El miércoles 5 de agosto el presidente Alberto Fernández se comprometió a fomentar una mayor participación de las mujeres en todos los ámbitos de debate y toma de decisiones. El compromiso fue expresado en una reunión con mujeres “empresarias”, dicen los partes oficiales. A una de las participantes, Edith Encinas, esa calificación le cabe, sí, por cuanto gestiona desde hace años una empresa que supo sostenerse en el mercado a pesar de miles de dificultades, como es La Cabaña, radicada en General Lagos. Pero vale asentar que junto con y antes que “empresaria”, Edith es una mujer trabajadora; y trabajadora de La Cabaña, que es una cooperativa de trabajo que forma parte del movimiento de la autogestión y las empresas recuperadas, donde todas las trabajadoras y trabajadores son también empresarias y empresarios, pero de un modo particular, en el marco de una organización económica con rasgos distintivos, en la que las decisiones se toman democráticamente, colectivamente, con igualdad de condiciones entre todas y todos los involucrados y con la solidaridad de clase como valor fundante y guía.
De eso, de ese modo de producir, generar y distribuir riqueza, le habló Encinas al mandatario nacional. “Él me dijo que sabía de empresas recuperadas, que cuando fue legislador trabajó para una ley para el sector, que conoce nuestro mundo; y nos invitó a pensar y a resolver los problemas de una manera diferente, con una mirada de mujer”, relató tras el encuentro la trabajadora de La Cabaña, quien además es la presidenta de la Federación Actra, a la que pertenecen referentes de empresas recuperadas como José Abelli y Francisco Martínez, que fueron incorporados a la gestión del gobierno nacional a través del Ministerio de Desarrollo Productivo que encabeza Matías Kulfas. Con Actra tienen que ver también los obsequios que Edith le dejó al presidente: un juego de copas enviado desde la cristalería recuperada Vitrofin, de Cañada de Gómez, integrante de la Federación; y ejemplares de la Carta del Trabajador Autogestionario, texto compilado por el abogado Mario Schujman, conformado con aportes de protagonistas directos y de profesionales e investigadores universitarios enfocados en la autogestión. Se trata de la base de un anteproyecto de ley que también recibió el titular del Ejecutivo, que se basa en amparar una nueva forma de trabajo, aún no contemplada en las normas vigentes ya que no es ni en relación de dependencia ni autónomo, sino asociativo, asociado.
“Necesitamos leyes que nos regulen para que podamos acceder a beneficios que nos hemos ganado todos estos años. En nuestro sector el valor de la solidaridad fortalece a las cooperativas para seguir generando trabajo genuino, para incorporar a trabajadoras y trabajadores que van a quedar afuera del mercado laboral por los efectos de la pandemia. Queremos invitarlos al mundo cooperativo y recibirlos con herramientas legales claras”, le dijo Encinas a Alberto, en un face to face al que miles de sus compañeras y compañeros de la autogestión y las empresas recuperadas quisieran tener acceso más seguido.
Consciente de ello, la referente de La Cabaña y Actra expuso además ante el presidente la necesidad de incrementar la asistencia estatal al sector en el marco de la emergencia por el Covid 19: “Las medidas no son suficientes, algunos compañeros de las cooperativas no pudieron cobrar el Ife por errores en la información cruzada, las cooperativas no tuvieron la misma ayuda que las empresas privadas y no todas pudieron acceder a la Línea 1 (del Programa de Trabajo Autogestionado del Ministerio de Trabajo de la Nación), que es mínima”, fue el planteo que escuchó a Alberto, que pidió a secretarias y asesoras que lo acompañaban que tomen nota de los pedidos.
“Le conté que, según un último relevamiento del mes de junio, en la Argentina hay 407 empresas recuperadas en las que somos unos 15600 trabajadores, el 30 por ciento mujeres. El presidente se sorprendió, no sabía que éramos tantos trabajadores en el sector”, relató Encinas, quien se sintió genuinamente escuchada y comprendida por el jefe del Estado.
“Nos prestó mucha atención, nos expresó su preocupación por la pobreza que ahora se va a visibilizar más y nos pidió que aportemos nuestra mirada de mujeres a las soluciones que hay que encontrar”, contó la trabajadora autogestionada, que tuvo tiempo para tomar ese guante y reafirmar compromisos en ese sentido: “Desde nuestra Federación vamos a auxiliar a empresas recuperadas que se están formando, visitando a las que ya están conformadas; y si hablamos de pobreza tenemos que ver de qué manera fijamos más ayuda para las cooperativas más necesitadas, como por ejemplo la de la papelera Norpapel de Villa Ocampo, que la están pasando mal. Hay que ver cuáles son las urgencias, nos cuesta mucho poder sentir que estamos bien si hay compañeros que están pasando necesidades. Si hablamos de cooperativismo y solidaridad tenemos que encontrar la forma de auxiliar a compañeras y compañeros que más lo necesitan”, remarcó.
El diálogo de Alberto Fernández con una laburante de una recuperada se dio a partir de la participación de Edith en el espacio llamado Agenda por la Igualdad, desde el que “más de 200 mujeres líderes de distintos ámbitos” impulsan propuestas y objetivos.
Desde esa red llegaron hasta Olivos el último miércoles el puñado de mujeres que de entrada agradecieron al presidente su compromiso con la igualdad de género, pero rápidamente le desplegaron una agenda con eje en la cuestión productiva, económica y social. Y lo hicieron desde sus funciones y responsabilidades al frente de empresas de diversos rubros y tamaños. Estuvieron Paula Altavilla, directora para el Cono Sur de Whirpool; Laura Barnator, gerenta de Unilever; Dolores Fernández Lobbe, gerenta general de Walmart Argentina; la casildense Verónica Andreani, representante de la empresa que lleva su apellido como nombre; Cecilia Castelli, fundadora de Todomoda; Carolina Castro, la directora de Industrias Guidi Autopartes y Jimena Sabor, directora de Síntesis Biológica. Fernández las recibió acompañado por la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco; la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta y la asesora presidencial Cecilia Nicolini.
En su diálogo con este medio, Encinas pidió expresamente y en reiteradas ocasiones que se manifieste su “enorme agradecimiento” a las empresarias que junto con ella pudieron hablar con el presidente, “porque no tuvieron reparos en permitir mi participación siendo de una empresa recuperada”.
“Al principio estábamos nerviosas, pero hablamos un montón y me hicieron sentir muy cómoda y respaldada, porque además todas ellas presentaron sus problemáticas y sus pedidos remarcando que están preocupadas por la pobreza y que quieren que sus empresas sigan invirtiendo y trabajando en el país”, celebró la referente de La Cabaña y Actra, quien emparentó tal actitud con los principios que ella reivindica desde su identidad y pertenencia: “Somos generadoras de una economía diferente, pensada en base a las personas, inclusiva. Si queremos un mundo más justo y solidario tenemos que pensar en el otro y no solamente en salvarnos nosotros”, reafirmó, en pos de enfatizar su gratitud por esa suerte de sororidad de clases que vivió junto a sus compañeras de reunión con el presidente.
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