Por sugerencia del cuerpo médico que lo trata y ante la posibilidad de que necesite recibir atención inmediata, pusieron al presidente de EEUU a resguardo. En tanto, el mandatario argentino Alberto Fernández se solidarizó y deseó “una pronta y feliz recuperación”.
Luego de dar positivo de coronavirus durante las primeras horas de la mañana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue trasladado al Centro Médico Militar Walter Reed. Así se confirma que el mandatario continuará su cuarentena allí en lugar de la Casa Blanca.
“El presidente Trump permanece de buen ánimo, tiene síntomas leves y ha estado trabajando durante el día”, indicó un comunicado de prensa publicado por la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
La noticia se conoció menos de una hora después de que Sean Conley, el médico presidencial, reportara que el mandatario se encuentra “fatigado pero de buen ánimo”.
Conley informó también que Trump recibió un tratamiento experimental con “anticuerpos policlonales” de la compañía farmacéutica Regeneron, y que, además, ha estado tomando “Zinc, vitamina D, melatonina y una aspirina diaria”. Con respecto a Melania Trump, quien también dio positivo, dijo que “continúa en buen estado y solo tiene tos y dolor de cabeza”.
“El resto de la primera familia está bien y dieron negativo en el test”, concluye el documento. Medios locales, como The New York Times y The Washington Post, informaron también que Trump tiene “una fiebre baja, tos y congestión nasal, entre otros síntomas”, publicó NA.
Una carta de Alberto
En tanto, el presidente Alberto Fernández le envió este viernes una carta a su par de Estados Unidos, Donald Trump, para desearle a él y a su esposa, Melania Trump, una “pronta recuperación” luego de que contrajeran Covid-19.
“Con particular pesar he tomado noticia de que usted y su esposa, Melania, han sido afectados por el Covid-19. Le escribo estas líneas para desearles a ambos una pronta y feliz recuperación”, inició el mandatario nacional en la misiva.
El presidente también señaló que la pandemia no “distingue entre gobernantes y gobernados”, por lo que todo el planeta se encuentra amenazado. “La magnitud de esta pandemia mundial no distingue entre gobernantes y gobernados, y extiende su peligrosidad de modo amplio”, sostuvo el jefe de Estado en la carta, luego de que se conociera que Trump y la primera dama norteamericana se enfermaron de coronavirus.
Interrogantes en EEUU
Tras la confirmación del contagio del presidente estadounidense por Covid-19, su participación en el evento político programado para este viernes fue cancelada, así como sus viajes para la semana siguiente. Aunque el líder republicano tiene síntomas leves, su aislamiento preventivo impacta en la campaña electoral de cara a los comicios del 3 de noviembre.
El sitio France 24 planteó preguntas sobre algunas de las consecuencias y posibles caminos del Gobierno en medio de la crisis sanitaria que ahora aqueja al jefe de la Casa Blanca: ¿Podrían suspender el segundo debate entre Trump y Biden? ¿Quién asumiría las funciones presidenciales de Trump si su salud empeora? ¿Las elecciones del 3 de noviembre podrían ser canceladas?
El cronograma oficial indica que el segundo debate entre los candidatos a la Presidencia se cumpliría el 15 de octubre en la ciudad de Miami, Florida, sin embargo todavía no se descarta que, dado el contagio de Trump, este se pueda llevar a cabo de forma virtual para evitar riesgos.
En tanto, sobre quien lo reemplazaría si se agrava su cuadro la Constitución estadounidense, en su enmienda número 25, contempla que, en el caso de que el presidente esté frente a una situación que le impida cumplir con sus funciones, este podría entregarle el mando temporal al vicepresidente Mike Pence.
Ahora bien, si Pence también resultara contagiado, quien tendría la potestad para ocupar la Presidencia de manera temporal sería la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, en cumplimiento a lo reglamentado en la Ley de Sucesión Presidencial.
Históricamente, esto ya ocurrió en los mandatos tanto de George W. Bush como de Ronald Reagan, quienes en su momento se vieron obligados a entregar el poder a sus vicepresidentes a causa de motivos personales por cuestión de días.
En cuanto a una posible cancelación de las elecciones, lo que estipula la Ley Electoral de Estados Unidos es que los comicios presidenciales se lleven a cabo estrictamente el primer martes después del primer lunes de noviembre cada cuatro años, es decir este 3 de noviembre.
Un cambio de fecha dependería ahora no de Trump en sus funciones como presidente, sino de los legisladores del Congreso, el Senado y la Cámara de Representantes, quienes serían los encargados de votar a favor o en contra de un aplazamiento.
Fuente: NA-BBC-France 24
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